Capítulo #32

48 5 2
                                    


Llegó el gran final.... Gracias a los que han votado y los que me apollan... que hay personas que quieren ver el gran final... Así que aquí está. Espero que les guste y que no me maten. Les quiere

Alexa

***

Me dirigí hacia la peluquería para que me peinaran. Cuando llegué ya me estaban esperando junto con Sophya. Me senté en la gran silla de estilista y el chico moreno comenzó a tocar mi cabello. Luego de unos treinta minutos estaba completamente peinada.

Mi cabello estaba recogido en un moño alto con muchos rizos. Mi pollina caía lacia por mi frente. No parecía yo. Me sorprendí muchísimo.

Después de pagar, me dirigí hacia un salón de belleza donde me maquillarían. Sophya estaba muy emocionada. Podría jurar que hasta más emocionada que yo.

Llegamos al salón de belleza y me bajé directo a la señora de cabello blanco para que me maquillara. Sophya se paró a mi lado para observar todo el proceso.

Después de unos veinticinco minutos la señora había terminado. Me levanté y me miré en el espejo. Me quedé en estado de shuck. Ahora sí que no sabía quien era. Me veía súper hermosa.

Salimos de allí directo a la casa. Subí las escaleras casi corriendo. Entré en mi habitación y gracias a que ya me había duchado, no tenía que hacerlo de nuevo.

Sophya me ayudó a ponerme el traje de novia. Luego se dirigió a darse un baño. Mientras se duchaba yo me miré en el espejo. El hermoso traje encajaba perfectamente con mi cabello y maquillaje. El traje era de mangas largas hasta mis muñecas. Tenía un escote en forma de V en la espalda. El escote llegaba hasta la espalada baja. Toda mi espalda quedaba expuesta. El traje era pegado hasta mis caderas y con brillo. De mis caderas hasta el suelo era suelto y tenía una gran cola con perlas en todo el borde. Estaba muy emocionada.

Mi amiga salió de ducharse y ella también se veía hermosa. Su traje era violeta y con brillo. También era de mangas largas, pero no tenía escote y era llegado más arriba de las rodillas.

Me puse los tacones que mi mejor amiga me había regalado. También me puse las pantallas y el collar que había comprado en el centro comercial. Después que mi amiga se preparó, salimos directamente a la limusina que nos esperaba. Chrys había alquilado una, solo para que nosotras llegáramos ahí.

Cuando llegamos a la iglesia, la gran guagua se estacionó frente a las puertas. De aquí podía ver a Chrys de espaldas. Rápidamente sentí un poco de culpabilidad.

Mi amiga se bajó dejando me sola. Unos minutos después anunciaron mi entrada. Mi primo, que había venido de España solo para verme, era el que me llevaría hasta el altar.

La chica de los "converse" (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora