Unidos Contra El Mundo (Chat Noir/Adrien y Tú)

Zombesito

Me acerqué a mis amigos. —¿Qué le van a regalar a la señorita Bustier? —Juleka nos preguntó a Rose y a mí.

—Le hice un libro de fotos —dijo Rose alegre y nos lo mostró.

—Yo le traje unas plumas de colores y un libro que me encantó, y estoy segura que le encantará —comenté y mostré la bolsa de regalo color turquesa.

—Yo la dibujé como superheroína, porque siempre está ahí para nosotros —Nathaniel habló.

—Mi inspiración fue el ejercicio que nos hace realizar antes de cada clase —Rose explicó el motivo de su regalo.

A mi parecer, esos ejercicios están muy bien, nos ayuda a ser más amables con los demás.

—¿Y tú qué le trajiste, Marinette? —preguntó Adrien y todos nos acercamos a la de coletas.

—Ay, n-no es mucho —dijo y nos mostró su regalo, una bonita bolsita y un labial, la bolsa llevaba bordado un mensaje que ella nos había transmitido los primeros días del curso.

"Si queremos cambiar al mundo, hay que aprender a dar amor a todos."

—¿Y tú Chloé, qué le trajiste? —Adrien le preguntó a Chloé, quien noté que se puso un poco nerviosa y desvió la mirada.

—Nada —habló Marinette—, como sucede desde el jardín de niños —dijo con una pizca de burla en su voz cruzándose de brazos.

—¡No es su culpa, a Chloé no le gustan los cumpleaños!, Nunca los recuerda, igual que su mamá —Sabrina salió a defenderla aunque... Bueno, la exhibió un poco.

Chloé la miró indignada. —Tampoco tienes que contarles la historia de mi vida —apartó a la de lentes—. Como sea, esas cosas del amor son ridículas, totalmente ridículas —comentó.

Marinette murmuró que Chloé no tenía corazón, ambas chicas iban a empezar a discutir pero la campana sonó y fuimos a clase de educación física.

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Estábamos jugando basketball, y para no ser tan deportista, pues no me parecía que fuera mala en este deporte, de hecho, mi equipo iba ganando, clao, teniendo a Alix en mi equipo, era obvio que íbamos a llevar la delantera.

—¡________, cuidado con el balón! —Kim exclamó.

—¿Cuál baló...? —el balón de basketball impactó en mi cabeza y terminé en el suelo—. Ese balón —murmuré.

Todos mis amigos me rodearon. —¿Estás bien? —preguntó Nathaniel y me ayudó a sentarme.

—No —contesté y me llevé una mano a la cabeza.

Adrien me tomó de la otra mano y me ayudó a levantarme, por la fuerza con la que lo hizo, choqué contra él y terminamos demasiado cerca, sentí una sensación recorrer mi cuerpo al tener tan cerca a Adrien, y segundos después sentí la mirada de todos sobre nosotros.

—Eh... G-gracias —susurré y con lentitud me separé de él.

—No es nada —su sonrisa me devolvió la paz—, ¿quieres ir a la enfermería? —me preguntó al ver que seguía con la mano en la cabeza. 

Negué. —Estoy bien, no pasa nada —le di una sonrisa y continuamos con la clase.

Química, arte, hora para comer, biblioteca, después de todo eso, llegó al fin la clase de nuestra querida señorita Bustier, al entrar en el aula, cada uno de nosotros fue dejando el regalo en el escritorio de la profesora.