Unidos Contra El Mundo (Chat Noir/Adrien y Tú)

Inverso

Un día más en la clase de arte.

—¿Sabes de qué tengo ganas? —cuestioné, dejé de bailar y retiré uno de mis audífonos, me acerqué a Alix.

—¿De tacos? —cuestionó y dejó de poner atención a su obra de arte para mirarme.

—¿Cómo supiste? —respondí sonriente.

Ella también sonrió y golpeó con suavidad su pecho. —Me lo dijo el corazón —habló.

Reí. —Me encanta tu dibujo —halagué, la pelirrosa, ella se retiró su máscara y dejó en el suelo la lata de aerosol.

—Gracias, ya casi está terminado —informó y miró su mural hecho con aerosol.

Nathaniel estaba platicando con el profesor. —Sí, pero soy bueno para dibujar historias, no para escribirlas —escuché decir a Nathaniel, Alix y yo lo miramos y él se sentó.

—Podrías trabajar con un escritor creativo —propuso el profesor.

—Puede ser, pero no conozco a nadie interesante —respondió mi mejor amigo.

—Tranquilo, de seguro hay alguien que espera conocerte —comentó Alix—. ¡Rojo por favor!

Nath le lanzó la lata de pintura roja. —Alix tiene razón, el escritor de tus historias podría cruzar la puerta en este instante —dije con alegría.

—¡Marc, viniste! —Marinette exclamó.

Miré hacia la puerta y vi a un chico con sudadera roja, cabello negro y ojos verdes, Marinette lo hizo entrar y nos lo presentó.

—L-lo siento, no era mi intención molestarlos —comentó con timidez.

—Bienvenido al aula 33 aquí no molestas a nadie —dijo el profesor—. Rosita está escribiendo canciones para su banda —la mencionada saludó al chico—, Alix es la experta en arte callejero —la ojiazul lo saludó—, ________ se está preparando para una audición de ballet —me miró.

—¡Hola! Qué gusto conocerte —le dije a Marc y él solo mostró una pequeñísima sonrisa.

—Y Nathaniel... —Alix interrumpió al profesor.

—Dibuja a personas en trajes ajustados —comenzó a reír y Nath le lanzó una bola de papel.

Nathaniel se presentó con Marc, el pelinegro reconoció sus dibujos y expresó que admiraba mucho el trabajo de Nath.

Alix y yo compartimos una mirada rápida y sonreímos.

Y entonces, otra voz nos sacó de nuestros pensamientos. —Desde que Ladybug lo desakumatizó solo la dibuja a ella —rio con algo de burla.

—¡Chloé! —reprendí—. ¿Por qué no mejor nos enseñas qué trajiste esta vez?

La rubia sonrió. —¡Es una obra maestra que revolucionará el mundo artístico! —exclamó e hizo una pose.

—Déjame adivinar —Alix estaba imitándola—, ¡Otro collage de selfies! —todos soltamos una risita.

Chloé se indignó y dijo que no merecíamos ver su arte, salió del salón junto con Sabrina y todos volvimos a lo nuestro.

—Si Chloé en verdad tenía un proyecto es una lástima que no haya podido compartirlo —comentó el profesor.

Alix se encogió de hombros. —Meh, no importa. —Dijo y regresó a pintar.

Negué con la cabeza y volví a colocarme mis audífonos, me concentré y comencé a bailar de nuevo aquella pieza que presentaría en la audición, dejándome envolver por aquella melodía que se reproducía.