Unidos Contra El Mundo (Chat Noir/Adrien y Tú)

Gigantitán

—¡Hola! —saludé con alegría al entrar en la habitación de Marinette y ver a mis amigas sentadas en el suelo, ellas también me saludaron.

Marinette nos había pedido ir a su casa, ya que tenía que contarnos algo súper importante y necesitaba nuestra ayuda.

—¡Gracias por venir chicas! —Alya exclamó una vez estuvimos todas reunidas—, tengo la primicia más grande de la historia, pero no deben decir nada —anunció emocionada.

Alix soltó un jadeo. —¿Ya sabes quién es Ladybug? —cuestionó.

Alya frunció el ceño. —¡No! Pero es casi igual, Marinette es... —dejó la frase al aire y Marinette le susurró algo la de coletas estaba sonrojada por alguna razón.

—Marinette está perdidamente enamorada de alguien —dijo Alya.

Sentí una punzada en mi estómago, así que era eso...

Con discreción tomé una gran bocanada de aire y desvié la mirada para tratar de mantener la calma, saqué el aire de mis pulmones y traté de ignorar aquel sentimiento.

—¿No van a decir nada? —la de lentes se quejó al ver que ninguna de nosotras soltó ni una sola palabra.

Miré a mis amigas, Alix jugaba con sus pulgares, Juleka tenía un gesto de incomodidad, y Rosita hizo una mueca con una sonrisa y Mylène fue la única que sonrió con emoción.

—Bueno —continuó Alya—, por si no lo sabían, esa persona es nuestro queridísimo amigo Adrien —nos informó.

Formé una línea con mis labios, sabía que mis amigas no habían dicho nada porque sabían de mis sentimientos hacia el chico, y me comencé a sentir presionada, como si alguien me mirara, pero no era más que el estrés del momento.

—Es muy obvio —dijo Mylène.

—¿Y creen que Adrien lo sepa? —cuestionó.

Cálmate, ________, cálmate. Me repetía.

—Ay no, los chicos nunca se dan cuenta de eso —contestó Mylène con una suave risa.

El ardor en mi estómago me indicaba que en cualquier momento caería en un ataque de ansiedad, y con la mirada comencé a buscar una forma de salir de aquella situación.

—¡Manos a la obra! —exclamó Alya—, su misión, si la aceptan, es hacer una cita ridículamente romántica entre Adrien y Marinette para que ambos se den cuenta de que se aman —nos explicó y caminó por el espacio, pero mis ojos solo miraban la puerta de la habitación.

Marinette se acercó a nosotras. —Este plan es infalible, esta vez Adrien sabrá todo lo que siento y viviremos felices por siempre —dijo ilusionada.

No soporté más y tuve que hablar. —M-me encantaría ayudar pero... De hecho Adrien tiene sesión hoy y...

Marinette me interrumpió. —¡Lo sé! —expresó emocionada.

Resoplé y proseguí. —Y-y me pidió que lo acompañara para no aburrirse, así que tengo que ir... Lo siento —dije y me puse de pie, pero cierta chica castaña me hizo sentar de nuevo.

—No, no, justamente por eso necesitamos que nos ayudes, eres como la mejor amiga de Adrien, y tú eres parte importante en este plan —Alya me dijo.

—Pero... —ella me interrumpió.

—Pero nada —contestó y se alejó.

Alix levantó la mano y Marinette le dio la palabra. —¿Y no han pensado que tal vez a él le guste alguien más? —dijo y me dio una mirada rápida.