Unidos Contra El Mundo (Chat Noir/Adrien y Tú)

Anniversaire d'une Étoile

—Uno, dos, tres... —mi oído medio adormilado alcanzó a escuchar unos murmullos.

—~¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños ________! ¡Feliz cumpleaños a ti! ~—Pixxe, Adrien y Plagg cantaron a coro y Winter finalizó con un maullido.

Winter trepó a mi cama y se acurrucó en mi regazo, me senté y froté un poco mis ojos, dejé pasar el hecho de que Adrien a las 12 de la noche me llamó para felicitarme aunque estemos a un muro de distancia.

Vi a los presentes, y todos tenían sombreritos de fiesta, lo cual se me hizo bastante tierno.

Sonreí con mucha emoción y extendí los brazos. —Muchas gracias —los tres se acercaron y los envolví en un abrazo—, los quiero demasiado —les di un beso en la frente a cada uno.

—Este será un gran día —declaré sonriente—, dejen arreglarme, cambiarme y bajo a desayunar —dije mientras acariciaba al pequeño gatito.

—Claro, mon étoile —Adrien me dio un rápido beso en los labios—, te veo abajo —asentí y tanto Adrien como Plagg salieron de la habitación.

Tomé un baño rápido, y me puse otra ropa, cepille un poco mi cabello y coloqué solo un poco de maquillaje en mi rostro, debía prepararme, el día de hoy sería increíble.

—________ —Pixxie me habló.

—Dime Pixx —dije y la miré.

Ella se balanceó un poco con los bracitos detrás de su cuerpo. —Tengo un regalo para ti —dijo algo tímida.

Sonreí. —Oh Pixxie, no tenías por qué —dije con alegría, llevábamos apenas unos meses juntas, pero yo sentía como si conociera a Pixxie de toda la vida.

—Es que... Eres mi portadora, estuve sola 400 años, y fuiste mi rayo de esperanza, sabía que ibas a encontrarme —me explicó y no pude evitar sentirme alegre.

Extendí mis brazos y la abracé. —Te quiero Pixxie —dije.

—Yo también te quiero, ________ —me respondió y se separó un poco de mí—. Ahora sí.

Ella cerró su pequeña boca y comenzó a concentrarse, fruncí un poco el ceño en señal de confusión al ver su comportamiento, ella dio unas vueltas y entonces de su boca sacó algo que estaba brillando, lo cual atrapé con mis manos.

—¡Feliz cumpleaños! —dijo.

Con la boca un poco abierta miré hacia lo que yacía en mis manos. —Eh... Gracias... ¿Qué es? —cuestioné.

La cosa brillante se disipó y en su lugar solo quedó una especie de piedra color rosa con un agujerito.

—¡Es un kwagatama! —exclamó—, es una señal de amistad entre portador y kwami, aunque también sirve para muchas más cosas —explicó.

No pude evitar sonreír con amplitud. —Es hermoso, Pixxie, gracias —la miré—. Creo que tengo una idea de cómo voy a usarlo —dije, ahora fue ella quien sonrió.

Bajé las escaleras y me dirigí al comedor, me sentía emocionada, quería ver cómo sería este día, y espero que todo salga bien hoy.

Al abrir la puerta del comedor vi a mí mamá esperándome, ella extendió sus brazos hacia mí, y yo no esperé más para acercarme a ella.

—Feliz cumpleaños, mi niña —me abrazó de una manera tan cálida y amorosa que no pude evitar cerrar los ojos y perderme en ese bonito sentimiento.

Ella dejó un beso en mi frente. —Te quiero mucho —dije yo y la abracé de la misma manera.

—Estoy muy feliz de pasar este día contigo otra vez —hablé en un tono más bajo, ella soltó una risita y acarició mi cabello.