3.

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Puedo sentir mi piel con un poco de sudor, aunque mis latidos ya fueron disminuyendo. No puedo dormir, no de nuevo.

Cada noche es lo mismo; Las pesadillas, los recuerdos, el insomnio, la ansiedad. Cada sueño es como volver a revivir esa noche, volver a cometer los mismos errores.
He creado mi propio infierno personal, uno del cual no puedo escapar, porque yo me había convertido en el.

Sé que no puedo volver a dormir, al menos no hasta en algunas horas.

—Luces realmente mal.— Otra vez, esa voz irritante.—... como si no hubieras dormido en toda la noche.

Al parecer, era una costumbre de el decir lo obvio.

—No es como si estuviera planeando lucir bien.— Rodeo lo ojos, mientras tomo algunos libros de mi casillero.— ¿Ahora estudiaras aquí?

—No sé si ya lo hayas olvidado, pero estoy por entrar a la universidad.— asiento un poco dormida, solo lo hago para que se calle.— Como sea, solo vine a acompañar a Christopher.

—Entonces ve con el.—Bostezo.

—¿Por qué siempre debes actuar así conmigo?

—Actuó así con todo el mundo.— Rodeo los ojos.— además, no he podido dormir. Es dormir mínimo 8 horas o mi buen humor. No puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo.

—¿Existe tú "buen humor"?.— Actúa sorprendido con las palmas en la boca.— Me gustaría alguna vez presenciar ese... milagro.

—Suerte con eso.— Digo entrando a mi clase de literatura.
Al entrar, no puedo evitar ver que Christopher esta ahí. ¿Qué hace el aquí? Ni siquiera le gusta la literatura, jamás le ha gustado la literatura, ¡Esa fue una de las razones de porque elegí literatura!

—Señorita, la clase está por empezar, ¿piensa entrar o no?.— No lo se, eso mismo me pregunto yo. ¿Entró o no?.
Decido entrar por tres razones. Una, me veo estupida pensando en esto desde la puerta. Dos, debo dejar de ser tan infantil respecto a esto, el no controla mi vida, mi vida no gira entorno a el, solo lo ignorare y ya, como una persona madura. Tres, me gusta la literatura.

Escogo un lugar adelante, odio estar adelante, ¿a quien le puede gustar sentarse adelante? Solo lo escogo para estar lejos de el.

Mientras la profesora se presenta, yo dibujo en mi libreta contando cada segundo para salir de esta clase.
¿Por que está clase? ¿Por que tuvo que elegir está maldita clase? Cuando salía con el me dijo claramente que le aburría la literatura. El sabía perfectamente que a mi me gustaba, estaba segura que solo lo hacía para torturarme.

—Hola.—Solo sigo dibujando, ignorándolo.— Bueno, aunque odies estar conmigo, eres mi equipo y debemos comenzar con ideas del proyecto, para poder...

—¿Por que?.—No hizo falta preguntar sobre el equipo, la profesora ha encargado un proyecto y debemos hacer equipos, no tenía a nadie con quien hacerlo, y el no tenía a sus amigos aquí porque les aburre la literatura. En resumen, todos tenían equipo excepto nosotros.— ¿Por que elegiste aquí?

—Intento aprender cosas nuevas.

—¿Puedes intentar con otras cosas nuevas? Unas donde no tenga que estar yo.

—¿Podrías dejar tu odio a un lado? Ya pasó tiempo desde... eso.

—Eso no quita el hecho de que haya pasado.

—No fue mi culpa, ni tuya. Solo déjalo pasar.

—¿Podrían concentrarse en la clase?.— Interrumpe la profesora.

—¿Dejarlo pasar? Johan tenía la razón ¿sabes? Tenía razón sobre todo, sobre ti. Y sabes que es lo peor, que tú fuiste el que cometió errores y sin embargo sigues aquí, el siempre trato de hacer lo correcto y ya no volverá jamás. Es tan... injusto.— tomo mis cosas y salgo apresurada.
Creí que podía soportarlo, al menos 50 minutos. Pero no, el tan solo verlo me hacía recordar todo, era... demasiado, demasiadas cosas, demasiados sentimientos. Ni siquiera recordaba todo, pero si recordaba la parte de Christopher, la parte en que todo se vino abajo gracias a el, gracias a todo lo que hizo.

El Destino Existe (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora