ARCO DEL INOCENTE CULPABLE
¿Gojo o Seiko?Todos los presentes en aquel Tribunal, para presenciar el primer juicio entre literalmente dos deidades "humanas" en toda la historia. Bueno, había gente que directamente no consideraba a Seiko ni a Gojo humanos por su abrumador poder pero en especial a Seiko. Aunque nadie se lo dijera a él a la cara, todos coincidían en que Seiko era el ser más poderoso vivo en la Tierra. Era justo, después de todo el mundo le quitó todo lo que ella una vez quiso solo por su apellido y linaje.
Todos rodeados por una fina capa de un cristal protector, incluso el Juez que supervisaría el juicio que en realidad eran los tres ancianos que además de estar decrépitos tenían mucho poder aún. Solo la parte en la que Gojo y Seiko estarían no estaba cubierta, tal vez porque tenían que esto se calentara muy rápido y empezaran una pelea que no terminaría hasta que uno estuviera muerto probablemente.
Cuando llegue a la sala Gojo e Itadori ya estaban ahí, vi todas la medidas de seguridad que pudieron para esta pérdida de tiempo sabiendo que ganaría. Lo que me molestó fue que tenían a Itadori como un perro rabioso, atado con cadenas de acero a una columna en el medio. Le daba asco la situación y trataba de no vomitar.
—¡Silencio! Empecemos con la sesión—dijo Anuki, el gran anciano.—Líder del Clan Juzoku, hechicera de grado especial, Seiko Juzoku ; Líder del Clan Gojo, hechicero de grado especial, Satoru Gojo, ¿ quién es el defensor?
—Yo su señoría.—dije dando un paso adelante.
—Explique con sus palabras los actos que quiera reportar sobre este caso.
—Está bien.—se sentó en una silla en la sala.— Tras ser liberada de la prisión confinadora por Gojo, él fue hacía los estudiantes quien en ese momento estaban teniendo una pelea entre ellos.
—¿Cuáles estudiantes en concreto?
—Megumi Fushiguro e Itadori Yuji.
—Continue.
—Bien, pues como yo decía Gojo se fue a ver que estaba sucediendo entre los dos alumnos mientras que yo me tuve que quedar a hablar de unos asuntos personales con el ex hechicero Kiro. Sin que Satoru tuviera conocimiento de mi acción,mande a uno de mis subordinados más leales a vigilar a Itadori y este lo estaba siguiendo en todo momento.—tomó una pausa.—Al terminar me encontré al hechicero que se hace llamar el más poderoso queriendo matara a uno de sus alumnos, diciendo que era Itadori quien controlaba el cuerpo para que matara Megumi sin razón aparente. Tengo la habilidad de sentir a Sukuna dentro del perímetro de este país, así que hubiera detectado eso mismo pero su presencia solo desapareció en el momento que Gojo iba a matar a alguien a sangre fría.
—¿Como de eficaz esa habilidad suya de la que habla?
—Bastante para decir que mi clan ha estado guardando por generaciones al rey de las maldiciones Sukuna, se más cosas sobre que todos los presentes en este tribunal.
—Siga.
—Sukuna no quiere quedarse atrapado en el cuerpo de nadie, es una maldición narcisista y egoísta. Hay muchos dedos aún por buscar y podrá renacer en cualquiera de ellos. Tiene la capacidad suficiente como para planear todo eso. Además de que cualquier hechicero capaz, que fue lo mínimamente inteligente hubiera visto la diferencia.—dejó un vacío silencio entre sus palabras llenas de ira.—¿O acaso al tan aclamado mejor y más poderoso hechicero de grado especial no puede hacer algo que uno de primer grado podría hacer? Si ese fuera el caso, esté hechicero no pertenece en la élite y deberá admitir públicamente su error.
Después de que Seiko diera su testimonio, se oyó una ronda de aplausos del jurado y el juez y compañía tomaban notas en unas hojas que tenían, la miraban como si ella no hubiera ocupado ese puesto una vez y no entendiera cómo funcionaban este tipo de Juicios.
Este era un "Juicio de Cuasi-Primer Grado" , ya que rondaba por el término de la muerte pero no llegó a asesinato o homicidio. Sino que se reservaban a solo intentos de asesinato, si por algún suceso Sukuna en el cuerpo de Itadori hubiera matado a Megumi. Esto ya sería una historia completamente diferentes, ahí tendría que emplear su técnica especial.
Un descanso de cinco minutos se realizó, no se nos permitió ni a Gojo ni a mí salir. Estaba muy callado, hasta que finalmente habló.
—No quería llegar a estos extremos, también aprecio a Itadori pero me estás acusando de incompetencia delante de la sociedad de hechiceros.
—Si tanto lo apreciarás como dices, nunca hubieras querido un Juicio.—respondió ella.
—Además de mi reputación, es la de mi Clan también la que está en juego.No sacrificaré eso por un simple hechicero.
—Como siempre, por fin ha regresado el Satoru hipócrita, egocentrico y que se excusa de todo que yo conocí en su época aunque fuimos mucho más pacíficos porque ellos seguían vivos.—dijo aún sin mirarlo.—Y nos queríamos mucho mutuamente por nuestras situaciones familiares.
—Nunca lo entenderías.
Pasados los cinco minutos aproximadamente todo el mundo volvió, excepto por nosotros porque aún seguíamos ahí. Lo que más odiaba de esto era estar encerrada, un sentimiento totalmente horrible pero este no era para tanto comparado con el otro
pero daría todo por defender la inocencia de una chico que era como su hermano pequeño o un hijo.—¡Silencio!—exclamó el juez supremo.—Prosigamos con el juicio, turno de Satoru Gojo el acusado.
Tomó un respiro y luego habló.
—Seiko Juzoku tiene una clara preferencia hacia su alumno, es capaz de dar su vida por él, ¿correcto?
—Conteste señorita.
—Si, su señoría es como un hermano para mí.
—Tanto es su amor por ese muchacho que daría el mundo entero por y definitivamente lo cubriría si un accidente así ocurriese, si él matase a alguien tendría la excusa perfecta. Sukuna fue quien se descontroló, no Itadori. No podemos permitir que semejante blasfemia sea puesta en la hechicería, justicia es justicia da igual cuánto poder tengas pero no podrás ocultar un futuro asesino en los ojos de la gente.
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𝐈𝐍𝐒𝐀𝐍𝐄 ✅
Fanfiction❝ La joven líder del magnífico clan Juzoku, Seiko Juzoku, quién ha visto todos los horrores de la humanidad y era la que cargaba con ellos estos días.Tenía tan solo 15 años cuando ese incidente que ocurrió acabó con la vida de su familia y casi de l...