ARCO DEL FESTIVAL DE INTERCAMBIO
Batalla en equipos II
—Gojo, ¿no crees que esto es mucha coincidencia?—comentó Utahime mientras se adentraban en el bosque.—No es el momento de dudar de ella.
—Sabe tanto sobre esto, que no me extrañaría que lo hubiera orquestado.
—¿Qué estás insinuando acaso?—preguntó con un tono de voz serio.
Paró abruptamente la caminata, realmente en esta relación Utahime era la única que daba de su parte realmente porque él solía hacerlo por su promesa con Seiko el día antes de que se fuera. Quería recordarla, porque era la única que quería y no podía tener. Además de que le desagradaba que ella no parara de hablar mal de Seiko,al principio sólo asentía y cambiaba el tema de conversación para no tener que pelear con ella. No obstante, Seiko regresó y eso quería decir que esa promesa ya no era válida en su totalidad.
—¿Cuál es tu problema Gojo? Estás actuando muy raro estos días.
—No es de tu incumbencia.
Comenzó a caminar sin dejarle contestar, no tardó en ver dónde estaba la maldición que se manifestó en forma humana. Keichi era el gemelo de nacimiento de Seiko, por lo tanto era ella pero en el género contrario. Aunque su padre siempre hizo que Seiko fue la más sobresaliente de todos sus descendientes, que no podía tener ningún igual de ninguna manera y siempre lo llamaba el hermano mayor de ella. Que nació un día antes. También estaba Yuta, sentado en una roca mirándose entre sí.
—Qué bueno verte Gojo, han pasado años.
—En efecto si no fuera bajo las circunstancias de tener la vida de los estudiantes bajo peligro. Has sido inteligente con la barrera pero sabes que eso no la detendrá.
—Me dará algo de tiempo.
—Gojo, ¿qué hacemos?—preguntó el joven Okkotsu.—Déjame encargarme.
El otro hechicero se hizo a un lado inmediatamente sabiendo a lo que se refería a aquel hombre que hace tiempo lo salvó de su muerte y le dio un nuevo propósito en su vida. Satoru realizó la técnica Imaginaria: Púrpura que era la mezcla entre otra de sus dos técnicas, Rotación avante: azul y Rotación inversa: resplandor rojo. Era usada para de largo alcance y de modo ofensivo.
Destruyó todo a su paso pero la maldición de Keichi seguía ahí, intacta. Era imposible porque no falló al tirar la técnica, estaba seguro de haber apuntado en su dirección. No entendía porque no le hizo daño alguno, nada podía sobrevivir a eso.
—Seguro que estás sorprendido, pero no me puedes matar. Por lo menos, no tú.
—¿Y quién sí que te puede matar?
—Seiko, ella es la única.
Desconocía la razón de eso pero probablemente era cierto, cuántas más personas hayan dentro de la barrera más peligro correrán que estar afuera de ella. Tal vez en ese momento Seiko podría romperla, sin matar o herir a nadie en el proceso. Le hizo algunos signos al joven Yuta, le ordenó que sacara a todo el mundo de la barrera y que le dijera a Seiko una vez que salieran que todo estaba listo. Entendió la tarea y se fue rápidamente.
—Creo que ahora solo somos tú y yo.
—Si.
|•••|
—¿Qué hacéis todos aquí?—pregunto al ver a los alumnos de las dos escuelas salir del área.—¿Y los demás?
—Los cuervos nos han dicho que tenemos que salir de ahí por órdenes de Gojo sensei.—contestó Megumi.— También que Yuta Okkotsu tiene un mensaje para ti.
—Bien, veamos qué trama este tonto.
Los profesores que habían entrado junto con el hechicero Yuta no tardaron en salir de ahí, parecían todos ilesos sin un solo rasguño. Se aliviaba pero preocupaba a la vez porque ellos no solían ser así de calmados, pero estaba bien.
—Me han dicho que tienes algo para mí.
—Así es, Gojo ha dicho que "Todo está listo"—dijo replicando las palabras.— No hay nadie dentro excepto ellos dos.
—Se ha vuelto listo el hombre, apartaros todos un poco. No quiero heriros.—se crujió los dedos y el cuélalos antes de empezar a realizar su técnica maldita, no era suya realmente, de su otra hermana Saiko Juzoku.
Cielo: roto que le permitía romper la barrera con el costo de llevarse la vida de quien fuera que estuviera dentro, ahora sí, dependía de que cuánto querías destrozar. Si solo era en un pequeño agujero, no había precio a pagar pero si era todo eran todos. Con la rotura que hizo se sumergió bajo la barrera de su gemelo y rápidamente avistó a los dos hombres peleando, bueno, uno molestando al otro y ese mismo respondiendo a sus insultos.
—Keichi puedes regresar a tu sellado ahora mismo, ya te has divertido bastante.
—¿Un poco más? Él ya me estaba dando buena pelea.
—Vete.—dijo ella sacando un frasco de color negro con algunas cuerdas rojas y un talismán en el frente, como esperaba él regresó a donde era.
La barrera desapareció como ella previó, y suspiró aliviada de que todo este calvario hubiera sido detenido sin necesidades de llegar a más. Ahora es cuando tendría que responder a las miles de preguntas de el porqué, entendía que buscar las respuestas a todo estaba en la naturaleza del ser humano y era algo que no podían controlar en ningún momento. Abrazó al pelo blanco, él también la abrazó.
—Estas bromas son de mal gusto.
—Y por eso sé que te encantan, no lo niegues cariño.—sonrió ampliamente para él.—Hasta mañana en el partido.
—Me debes una eh.
—Si, si, te la daré otro día.
Sonrió para ella irse rápidamente de la escena, lo peor de todo es que ella sí que orquestó todo eso porque por la simple razón de que se aburría sin poder hacer nada además de que no quería que sus alumnos,ni otros se peleasen hasta acabar en el hospital. A veces podía ser un ángel y otros un demonio, lo que nunca podría ser es un humano.
—No se yo, creo que estarán muy enfadados contigo.
—Eso espero.
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𝐈𝐍𝐒𝐀𝐍𝐄 ✅
Fanfiction❝ La joven líder del magnífico clan Juzoku, Seiko Juzoku, quién ha visto todos los horrores de la humanidad y era la que cargaba con ellos estos días.Tenía tan solo 15 años cuando ese incidente que ocurrió acabó con la vida de su familia y casi de l...