CAPITULO 26

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La navidad había sido perfecta desde que la chica no quitaba la boba sonrisa que tenía en el rostro.
Ser besada por Roger Taylor era el mejor regalo del mundo, que le hubiese pedido que fuese su novia en ese instante minutos antes de la media noche era mágico.

Suspiró mientras observaba por la ventana del auto y luego se colocó sus guantes. El frió helaba pero era soportable. ¿A quien se le ocurriría pasear por la playa en pleno invierno?. Por supuesto a Roger Taylor.

-Supongo que tus padres se molestaron porque saldrías conmigo. ¿Ya les comentaste que tienes novio?
Lo observé sonriendo.
-No aún no.
Mis piernas temblaron, era imposible no evitar ponerme nerviosa ante el y sus palabras. Tenia tantas ganas de besarlo pero no quería parecer una intensa.
-Pienso que lo mejor es esperarme un poco.
-Devany no quiero asustarte, ni mucho menos presionarte a qué les digas tan pronto si tú no estás segura. Pero tampoco quiero que se enteren por un tabloide amarillista. ¿Que pasaría si te beso enfrente de mi casa y nos capta una cámara?.
Mi sonrisa se borró y mordí mi labio con preocupación.
¡Diablos!. Tenía razón, me había olvidado de eso. La prensa nos estaría acechando todo el tiempo. Comence a sentir el peso sobre mis hombros de ser la novia de una estrella de Rock. ¿Habrá un manual para ello?.
Roger parecio notarlo y sonrió.
-Cuanto más pronto lo hagas, mejor será para ambos. Sus ojos azules me robaron el aliento y suspiré mientras sentia como mis mejillas se calentaban. Roger se acercó poco a poco hasta aprisionarme contra el vidrio de la puerta y su cuerpo. A pesar de las gruesas chamarras que traíamos el calor que irradiabamos era intenso en aquel reducido espacio.
Coloqué mis manos sobre sus hombros y acaricie sus dorados cabellos, el cerro los ojos sonriendo mientras acariciaba su cabello.
La sensación de sus labios contra los míos me hacía querer desmayarme entre sus brazos y quedarme ahí para siempre.
Mis ojos se anegaron de lágrimas, porque el no sabía cuántas veces había llorado en mi habitación pensando en el de esta manera y ahora tenerlo así de cerca compartiendo esto era tan irreal. Y lo estába disfrutando tanto y al parecer el también porque sus sonrisas contra mis labios lo decían, la forma en que su cuerpo se amoldaba al mío lo decía.
-¡Te amo tanto Roger. De verdad no sabes cuánto.!-exclame con la voz ahogada.
Me aparte de el con el rostro bañado en lágrimas y salí del auto corriendo como loca.
Me quedé sentada en la arena mientras mis lágrimas seguían bajando. Mis labios ardían producto de sus besos, el frío quemaba en mis mejillas, escuché sus pasos y cerré mis ojos, el se sentó a mi lado en silencio y recargue mi cabeza en su hombro sin decir nada.
-¿Recuerdas aquella vez en que fuiste a una fiesta en la facultad de Química?.-comenzó a decir el. -Llevabas un vestido azul, nunca te lo dije pero te veías hermosa. Estabas sola y un chico de Matemáticas te saco a bailar. Te intento besar y le metiste una cachetada.-Roger se rió. -Lo disfrute tanto.
-¿Te dieron celos?
-Hasta ahora supongo que sí. No puedo negar que mi ego aumentaba por la forma en la que siempre me mirabas. Y que tú atención se posará en alguien más era horrible.
-Esa noche te quedaste con Tiffany.
-Y fue una mala noche. Debíste haber estado tu en su lugar.
Tragué saliva nerviosa.
-Ese día Bárbara planeaba emborracharte para que me pudiera acostar contigo. Pero sabía que no era justo. No te merecías estar con un mujeriego como yo.
Alce la vista y el me sonrió.
-Creo que fue lo mejor. -susurré
-Estoy de acuerdo. No sé que nos tiene preparado el destino, pero estoy ansioso por descubrirlo-tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.
Sus labios volvieron a capturar los míos. Y sonrió.
-Te quiero lo suficiente, como para decirte ahora que estoy seguro de que en realidad Te amo.
Se que es muy pronto, pero llevo semanas queriendotelo decir. Te amo Devany. Estoy enamorado de ti.
Me lleve las manos al boca y las lágrimas no tardaron en brotar de mis ojos de nuevo.
Esto en realidad no estaba pasando ¿Verdad?. Roger Taylor no se me estaba declarando. Dios mío, era mejor de lo que había imaginado tantas noches en mi habitación.
-¡Oh Roger!-mencione con la voz ahogada.
Su sonrisa se ensanchó y me tomo entre sus brazos, sonreí feliz mientras sentía el calor de su cuerpo, era el momento más maravilloso del mundo y lo estába compartiendo con el. Era perfecto.
-¿Entonces....tu y yo somos....novios?.
Mi cuerpo se estremeció y mi corazón comenzó a latir con tanta fuerza que tenía que se me saliera del pecho. Una ola de emoción recorrió cada fibra de mi ser al pronunciar esa palabra.
-Si. Somos novios.
Recargue mi cabeza en su hombro y sonreí de felicidad.
-Crei que jamás lo harías.-susurre.
-Jamás lo crei posible. Hasta ahora que te conozco un poco más, perdí parte de mi tiempo al estar con otras personas, buscaba algo que no encontré en nadie solo en ti.
-¿Y que es lo que buscabas?
Roger me observó y sonrió con los labios sellados.
-Amor. Buscaba una persona capaz de amarme sin importar que fuese famoso o no. Alguien que sus ojos lo gritaran, alguien con esa capacidad de poder tranquilizarme en mis momentos de ira. No he dormido maravillosamente bien desde que te quedaste conmigo.
Se levantó he hizo que me levantará con el y llevo mi mano derecha directo a su corazon metiendola entre su camisa y su chamarra para que pudiese sentir su piel caliente, su corazón latía con tanta fuerza.
-¿Lo sientes verdad?, ¿Sientes como late?. Es por ti.
Me quedé en silencio y una sonrisa asomo de mis labios.
Me sentía tan especial a su lado.
-Roger...-pronunciar su nombre hacia que mi estomago diera un giro de noventa grados. Quería decirle tantas cosas. Pero solo podría ponunciarle que lo amaba.
¿Que más le podía decir?. Sí mis sentimientos ya los había dejado al desnudo plasmados en mi diario y el lo había leído casi todo.
El sonrió y sus arrugas en sus ojos se notaron.
-¿Porque mejor no me besas?-replico retandome.
-Es lo que más deseo.-replique suspirando.
-Entonces hazlo.-suplico
Cubrí mi rostro con las manos y luego me puse de puntitas, tome su rostro entre mis manos y uni nuestros labios. Está vez yo llevaba el control.
-"Te amo preciosa".-susurró sobre mis labios.
Sus manos me atrajeron hacia el y me apretó con fuerza contra su pecho. Me sentía tan feliz, plena y pretegida ahora.
Nuestros cuerpos se amoldaban perfectamente ahora.
Nos separamos y ambos sonreímos en silencio, felices.
-No entiendo porque hasta ahora, cuando pude haberlo hecho desde que te conocí en la universidad. -replicó el mientras caminábamos tomados de la mano.
-Te caía mal.
-No me caías mal.
-No me soportabas.
-Lo fingía muy bien, pero siempre me senti cómodo con tu presencia.
-¿Y porque siempre te ponías tensó cuando estaba cerca?.
Roger se rió.
-¿Que pasa?-pregunte frunciendo el ceño.
-Todos lo notaban, Freddie bromeaba al respecto. Que había tensión sexual entre ambos.
-¿La hubo?.
-Algunas veces si fantasee contigo de esa forma. -confeso pícaro.
Me reí nerviosa.
-¿Estabas borracho de seguro?.
-No, te juro que no. Siempre fue en mis cinco sentidos. Siempre hubo algo ahí, ahora lo entiendo.
Me detuve y pase mis brazos por su cintura abrazándolo con fuerza y enterrando mi rostro en su pecho.
-Con cada cosa que dices, haces que te ame mucho más de lo que ya estoy.-susurré.-¿Sabes cuántas noches desee estar así a tu lado?.-susurre al observar sus ojos.
-Me estoy dando una idea.-susurro mientras colocaba un mechón detrás de mi oreja.
Beso mi mejilla y me sonrió mientras sus ojos adoptaban un tono azul cálido, sus ojos adoptaron un brillo especial. Que seguramente vería siempre mientras estuviera a su lado.
O al menos así lo esperaba.

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⏰ Última actualización: Nov 03, 2022 ⏰

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