No me atrevía a romper el silencio que se había instalado en el auto.
La postura de Roger era relajada, de vez en cuando me volteaba a mirar y sonreía para si mismo. Juguete con el anillo por unos momentos entonces sentí como su cálida mano sé posó en mi rodilla atrayendo mi atención. A pesar de ponerla encima de la tela vaporosa su tacto me quemaba como vil fuego enviando olas de nerviosismo a todo mi cuerpo.
–¿Dices que vamos a una fiesta?–balbucee.
El asintió en silencio y después miro hacia el frente.
–Es la fiesta del término de la gira. Estarán personas de la industria musical y los representantes de EMI. Así como las casas discográficas de Estados Unidos.
Trague saliva nerviosa.
–¿Y me llevas a mi?–pregunte preocupada.
Roger me regreso a mirar con confusión.
–Si. ¿Tiene algo de malo?.
–Deberías ir con una jodida modelo, no conmigo.
No pude evitar que mi voz reflejara tristeza. –¿Que dirán todos?.
–¿Te importa lo que diga la prensa?.–pregunto suavemente.
–Se me irán encima. Dañarán tu imagen Roger. ¿No te preocupa eso?.
–No dejaré que te hagan daño.–replico mientras tomaba mi mano con fuerza dándome apoyo. –Yo te elegí a ti. Quiero compartir este momento contigo. ¿No te basta eso?.
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
–¿Y porque yo?–susurre.
Roger sonrió con dulzura.
–Porque tú me haces sentir que nada ha cambiado, que soy el mismo chico del que estabas enamorada. Me haces poner de nuevo los pies en la tierra.
Lo observé en silencio mientras sentía ganas de llorar, nunca había pensado que el dijera esas cosas.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una ola de flashes sobre mi cara.
Roger detuvo el auto y salió antes de que pudiera decirle algo. Lance un quejido apesadumbrada observando cómo rodeaba el auto y las cámaras se enfocaban en el al abrir la puerta. Apreté la mandíbula mientras tomaba su mano para salir.
Entrecerre los ojos con molestia al sentir el impacto de los flashes, Roger de inmediato me cubrió con su cuerpo mientras parpadeaba rápidamente para acostumbrarme.
–Camina rápido y no sueltes mi mano, no te apartes de mi e ignora lo que te digan. Hoy serás una estrella.
Tenía los nervios a flor de piel, Roger entrelazó nuestros dedos y comenzó a caminar por la banqueta prácticamente arrastrándome a quién sabe dónde. Alce la cola del vestido con la mano izquierda y obligué a mis piernas a avanzar. Temía en algún momento caerme y hacer el ridículo, así que me concentre mirando al piso. Mientras los flashes seguían apuntado a mi rostro, los reporteros gritaban tratando de atraer la atención del rubio. Su mano siguió sosteniendo con fuerza la mía.
Pegue un salto asustada cuando los micrófonos de los reporteros casi impactaban contra mi cara mientras me gritaban.
–¿Quién eres tú?
–¿Donde esta Bárbara?
–¿Eres su reemplazo?
–¿Eres la nueva conquista de Roger?
–¿Eres su novia?
–¿Que sientes por Roger?
–¿Estás con el solo por su dinero?
–¿Es bueno en la cama?
Y miles y miles de preguntas, algunas fuera de lugar, otras descaradamente acosadoras.
Y a Roger ni se diga, de un momento a otro me arrastro junto a él rodeando mi cintura con su brazo derecho.
–¿Roger cómo se llama?
–¿Roger donde está Bárbara?
–¿Roger es tu novia?
–¿Tu le compraste ese vestido?
–¿De donde la sacaste?
–¿La consideras guapa?El rubio apretó con fuerza mi cintura pegándome más a su costado.
Subimos unos escalones donde un guardia de seguridad de inmediato abrió las puertas de un gran salón y entramos.
Nos quedamos en un pequeño salón que supongo era la recepción tratando de calmar nuestras mentes y después volvió a tomar mi mano.
–¿Estás bien amor?–susurro suavemente.
–Creo que los odio.–refunfuñe
Sonrió mostrando sus dientes y después depósito un suave beso en mi frente. Entramos a un gran salón donde casi la mayoría de la gente estaba sentada. Roger nos guío hasta la mesa donde se encontraba la banda. John con su esposa Verónica, Brian y su novia Chrissie, Mary y Freddie. Las tres se sorprendieron al verme llegar de la mano de Roger. Entonces Mary fue la primera en levantarse y me planto un abrazo.
–¡Dios enserio ¿Eres tú?!–casi grito. –¿Devany Moore?.
Le sonreí tiernamente.
Ella negó con la cabeza.
–Luces preciosa como siempre. ¡Que lindo es volver a verte por aquí!–me sonrió y después saludo a Roger.
Brian quién se encontraba con una copa de champagne me observó enarcando las cejas.
–¿Que rayos hizo el rubio contigo?–replico mientras miraba mi vestido. –Cuando dijo que pensaba traerte no esperaba tanto. Chrissie le dio un golpe en la espalda.
–Es obvio querido. Tenía que deslumbrar. –agrego Freddie mientras pasaba mi mano por mi cintura apartando bruscamente la de Roger. El lo observó enojado.
–¡No empieces, será tuya toda la noche!–y dicho esto le saco la lengua.
–Imbecil–murmuro.
–¿Bailaras conmigo esta noche cariño?–Freddie me sostuvo por los hombros.
–Si. Por supuesto–agregue sonriendo.
Después de eso se sentó junto a Mary.
–Es bueno saber de ti.–dirigí mi vista a Verónica y de inmediato le plante un abrazo.
–Felicidades por tu matrimonio.–agregue con una sonrisa.
–Gracias Deby. Aunque no se cumplió que fueras mi madrina de anillos.–agrego con un puchero triste. Pero es bueno tenerte por aquí de nuevo. –Me abrazo y después nos sentamos.
Roger de inmediato paso su brazo por mis hombros. Se les entregaron varios premios por sus altas ventas.
Después comenzó la fiesta, los chicos brindaron por su éxito y Freddie bailo con nosotras una por una.
Mientras los chicos se acercaban a platicar con otras personas nos quedamos las cuatro poniéndonos al corriente sobre nuestras vidas.
La fiesta poco a poco fue tornándose turbia, veddetes vestidas con largas plumas, tira fuegos, personas teníendo orgías, las drogas se hicieron presentes y a los chicos no parecía importarles.
Poco a poco todos se hundían en ese mar de perversión y libertinaje desesperado. Una Sodoma y Gomorra, alce la vista recorriendo todo el lugar, la atmósfera se volvía cada vez más y más pesada al punto del éxtasis.
Hace media hora que Roger se había levantado de la mesa llendose con Freddie a saludar a todo el mundo.
Me temía que regresará borracho y tuviera que regresar con el en ese estado.
–Devy te habla Roger
Me gire hacía dónde Mary me señalaba, Roger alzó la mano atrayendo mi atención, me indico con el dedo índice que me acercara. Tenía una sonrisa traviesa surcando su rostro, tome la cartera disculpándome con las chicas por dejarlas y de inmediato fui con el.
–¿Y bien?–pregunto con su voz rasposa.
–Un poco extraño, pero bien–replique mientras apretaba mis labios en una mueca que lo hizo reír.
El de inmediato tomo mi cintura con sus manos y me acerco a su cuerpo. Su calor corporal de inmediato me hizo sentir en calma, protegida.
Sus pulgares comenzaron a trazar pequeños círculos sobre mi espalda descubierta.
Sonreí para mis adentros escondiendo mi rostro en su pecho olisqueando su aroma tan familiar: menta, colonia y cigarro. ¡Perfecto!.
Rodee su cintura con mis brazos en un acto de valentía, temiendo que me separara de el, pero no hizo nada.
Sus mano derecha se enredo en las hebras de mi cabello con fuerza. Por un instante pensé que iba a tratar de besarme, pero el momento no llegó y la decepción no tardó en llenar mis pensamientos. Sin embargo decidí seguir ahí bajo el cobijo de sus brazos, tal parece que ahí no había nadie, el tiempo parecía ralentizarse y solo estábamos el y yo.
Escuché como suspiró profundamente y alce la cabeza con interés.
Su expresión era tranquila, relajada pero con algo de incomodidad.
–¿Ya nos vamos?–agrego mientras sus cejas se curvaban hacia abajo.
Me encogí de hombros.
De inmediato volteamos hacía el dato derecho con curiosidad por los gemidos provocados por la pareja de al lado.
Abrí los ojos y de inmediato agaché la mirada. Roger tomo mi mano murmurando algo y de inmediato salimos del lugar con los reporteros pisandonos los talones al llegar al auto.
Dejando atrás todo el ambiente exótico.***
Cerré la puerta tras mis espaldas.
Devany se encontraba arrodillada en la alcoba mirando a traves de la ventana abierta con expresión pensativa, relamio sus labios y alzó la vista al cielo. Mi vista se enfocó en el camisón que ahora traía puesto y tragué saliva nervioso. No iba a intentar tocarla, no al menos está noche. Pero el anhelo de sentir su cuerpo entre mis brazos de nuevo se hacía cada vez más intenso, sus suspiros entrecortados, las sonrisas tímidas que me dedicaba, cada vez que hacía algo con cautela esperando mi reacción, la forma en la que me miraba. No pasaba por alto que me amaba. Pero temia no ser lo suficientemente bueno para ella. Pero al verla, al dejarla fuera de mi vista por unos instantes mi cuerpo reaccionaba negativamente, la sensación de vacío y soledad me llenaba el pecho como una tortura.Sin pensarlo más me acerqué a ella por detrás y la abrace con fuerza poniendo mi mentón en su hombro desnudo.
Ella no dijo nada, se dedicó a seguir observando el cielo.
–¿Mañana me puedes dejar en mi departamento temprano?–pregunto.
–Si.
Suspiré profundamente olvidaba que tenía una vida, ambos vivíamos de manera diferente.
Se enderezó cerrando la ventana, y después corrió la cortina.
–Creo que no había visto una noche tan estrellada como la de ahora–observo y después se levantó rompiendo mi abrazo.
–Bien. ¿Donde dormiré?–agrego sacudiendo su cabello.
No pude evitar observar de nuevo su figura enfundada en ese maldito camisón traído directamente de Paris. Se amoldaba tan bien a su figura.
–Conmigo obviamente–replique mientras alzaba la vista al cielo y corría a destender la cama.
–¿Roger que van a pensar tus empleados?
–No importa, hay que recordar la noche en Ridge Farm.–replique mirándola a los ojos.
–Bien.¡Quiero el lado derecho!–exigio.
–Tus deseos son órdenes bella dama.
Ella se echó a reír y se acostó a mi lado. Cerrando los ojos.
Nos quedamos en silencio por unos momentos. De pronto enfocó su vista en mi y luego estiró su brazo izquierdo tocando la punta de mi nariz con su dedo índice.
–Ven aquí pequeña–susurre abriendo mis brazos.
El brillo de sus ojos se intensificó y de inmediato se acercó recostando su cabeza contra mi pecho.
Entrelace nuestros dedos mientras sostenía su cintura con la mano izquierda.
–Creo que podría estar así todos los días de mi vida.–susurro mientras sus ojos se cerraban.
–¿Hay algo que no desees?–replique medio en broma.
–No quiero que esto termine Meddows. No quiero que me vuelvas a romper el corazón, no quiero que me vuelvas a destruir mis ilusiones.
Trague saliva mientras la sonrisa se borraba de mi rostro. Sus palabras me habían golpeado con fuerza.
–Perdon. –susurro.
Se llevó la mano al rostro.
–Maldita sea, ¿Estas llorando?–pregunte estúpidamente.
Lleve mis manos a su mentón obligándola a mirarme.
–Devany te juro que lo siento. –susurre desesperado.
–Ya no importa. Es solo que aún duele.–agrego agachando la cabeza, después se volvió a desplomar sobre mi pecho.
–Y apesar de todo, aún sigues aquí.
–Lo se.–suspiro. –Por más que quiera, no puedo alejarme de ti. Crei que te había superado. Pero ya me di cuenta que no es asi. No tengo el valor para alejarme.
–No lo hagas.–respondi inmediatamente.
–¿Porque no he de hacerlo?. ¿Prácticamente no somos nada o si?. Que yo recuerde ni siquiera me has pedido ser tu amiga–refunfuño.
–Eres buena compañía. Tu no estás todo el tiempo encima de mi. –admiti.
–Gracias Roger aprecio tu observación pero eso no responde a mi pregunta.
–Tampoco se lo que somos, pero se siente bien.–agregue mientras pasaba mis manos por mi nuca.
–¿Me quedaré con la duda entonces?
–Tal vez te lo diga pronto.
–Pues apúrate que yo no espero sentada–replico con sarcasmo.
Rei divertido. Aunque lo sentí como un ultimátum.
–Te lo diré pronto.
–¿Pronto cuando?–pregunto curiosa.
Puse los ojos en blanco.
–Pronto.
–¡Roger!–se quejo.
Suspire cansado y de inmediato la puse debajo de mi cuerpo sosteniendo sus muñecas con mis manos aprisionandola entre mi cuerpo y el colchón.
–¡Será pronto! ¡Solo dame tiempo por favor!–suplique desesperado.
Espere por su respuesta pero solo asintió levemente.
Ella no era como las demás, acosandome a preguntas, se mantenía al margen. Era diferente. Deposite un suave beso en su frente. Y de nuevo la acomode sobre mi pecho.
–Lo sabrás pronto. Solo ten paciencia.–susurre mientras acariciaba su cabello.
–Pronto es mucho–se quejo.
Reí con dulzura.
–Sera más pronto de lo que te imaginas.
–Confio en ti. No me decepciones.
–No está vez–prometi.
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𝑴𝑰 𝑰𝑴𝑷𝑶𝑺𝑰𝑩𝑳𝑬//𝑹𝑶𝑮𝑬𝑹 𝑻𝑨𝒀𝑳𝑶𝑹
Romance''Se había robado mi corazón por completo, soñaba el momento en que yo fuera aunque sea una de sus conquistas. Pero yo no tenía lo que Roger buscaba, por lo tanto era imposible. Mi imposible.''