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CAPITULO 22

La fiesta de Freddie se llevaba a cabo en su mansión llamada Garden Lodge.

Para la ocasión habían llegado unas cuantas celebridades a festejarle a parte de sus muy impuntuales amigos y compañeros de banda, quienes habían llegado exactamente una hora después de que el cumpleañero había hecho su entrada triunfal al lugar, acompañado de malabaristas y tragafuegos.

Le dio un golpe a Brian, seguido John y Roger en la nuca debido a su retraso.
—Son unos malditos desgraciados—lloriqueo al borde de las lágrimas.
—Lo siento. Mi auto se averió en medio de la carretera.
—Menuda carcacha vieja—murmuro el vocalista quejandose.
Roger abrió los labios  y junto sus cejas ofendido.
—Carcacha vieja la cosa que traes colgando entre las piernas.–se defendió el rubio.
—Lo dudo querido–replico Freddie dándole un guiño.
Roger rodo los ojos al cielo y procedió a tomar de la cintura a su acompañante.
Los muchachos se dispersaron por el salón dejando a Roger y Devany con Freddie.
—Feliz cumpleaños Freddie.
La voz nerviosa y tímida de la chica hizo que Mercury sonriera de buena gana olvidando el problema y la abrazo por los hombros, provocando un gruñido en la garganta del rubio.
—Gracias por venir. Te la debo por todos los cumpleaños y reuniones a los que no fuiste por culpa de unos imbéciles que conozco.
—Nunca me enteraba. –murmuro un poco incómoda.
—La roja se encargaba de que no te enteraras. –replico Freddie con debida molestia en su tono de voz.—Siempre tratábamos de incluirte pero, gracias a ella solo se ocasionó que te alejaras. De verdad hasta ahora nos arrepentimos.
Devany le dedicó una sonrisa apesadumbrada.
—Ustedes jamás fueron malos conmigo. Excepto por lo de esa vez.–susurro bajito.

Freddie asintió con arrepentimiento.
—Lo siento de verdad, nunca debimos hacer eso. Prometo que está vez será diferente. –La tomo de las manos dándole un suave apreton. –Al menos Roger está poniendo de su parte para que todo funcione. Que supongo, es lo importante hasta ahora. –Observo al rubio sonriendo.
Roger inspiro fuertemente por la nariz, y luego frunció los labios. –Callate Freddie.
Devany lo observó sonriendo. Le encantaba como se enojaba.
–Se está portando bien. Te lo aseguro. –Le dedicó una sonrisa amable.
—Bueno, tengo que atender a mis demás invitados, en un rato nos vemos. —Cuidala Taylor. –replico Mercury mientras lo señalaba con el dedo índice amenazante.
—¿Quieres champagne, o wishky?. –pregunto el rubio tomando con delicadeza su cintura y acercándola a el.
—Wishky–susurro ella mientras apoyaba su cabeza en su pecho y cerraba los ojos.

La verdad es que solamente quería estar ahí sintiendo sus manos acariciar su cintura. Si Roger de por sí era perfecto, está vez se había llevado a la misma ruina a Zeus.

Estaba divino. Su traje azul resaltaba sus ojos y su piel blanca. Moría de ganas de comerse lo a besos. De lo hermoso que se veía.
Roger fue por la champaña mientras ella lo esperaba sentada en la mesa que Freddie les había asignado.

Roger dejo las copas en la mesa, y le dió un trago a la suya, volteo hacia Devany y la observó delineando con el dedo índice el borde de la copa.
–¿Sucede algo?
Ella sonrió.
—No, nada. –replico para después darle un pequeño sorbo a la bebida. —Esta buenisima–replico mientras tomaba otro sorbo.
El rubio rio.
—En verdad que sí. –agrego mientras observaba como Devany relamia sus labios.
Otra vez las ganas de besarla recorrieron su sistema.
—Estas preociosa hoy–susurro el rubio.–mientras se acercaba a ella.
Acaricio su mejilla mientras se tornaba roja de vergüenza. Inspiro con fuerza el olor de su perfume y pegó su frente a la de el.
—Rog, aquí no–susurro ella cerrando los ojos.
—Por favor, déjame besarte. –inquirio con la voz ronca por las emociones.
Sus palabras irrumpieron como lluvia helada, martillando su cerebro. Sintió como Roger tomaba su rostro entre sus fuertes y grandes manos. El contacto con su piel le produjo escalofríos.
Sus labios se entreabrieron de la impresión.
Roger acaricio sus mejillas con sus pulgares.
—Nunca me imaginé, que esto fuera a pasar. –parpadeo deslumbrada.
Roger sonrió. Y bajo sus manos, rompiendo el encanto.
—¿Algún día me dejaras besarte? –pregunto.
Ella sonrió encogiéndose de hombros.
—Tal vez. Recuerda que no soy tan fácil, probablemente me tienes loca e irrevocablemente enamorada de ti. Pero...no sé si confiar. –replico riendo.
—Okey lo entiendo. –agrego el sonriendo.
Ella tomó su mano.
—Eres bueno. –replico sonriendo.
Roger sonrio feliz.
—Prometo dejar de ser ese cabrón que conociste en la universidad. Te voy a demostrar que puedo ser otra persona. –replico el besando sus manos.
—Lo estás logrando Roger. Lo estás logrando.
Se abalanzó a sus brazos y Roger la sujeto con fuerza besando su cabello.
—Te quiero Roger. —Escucho como suspiraba. Y cerró sus ojos con fuerza.
—Y yo a ti. –replico. —Yo también te quiero a ti.
Su corazón comenzó a latir desbocado al escuchar esas palabras salir de sus labios. Era posible lo imposible. Al parecer si.
—Me pone feliz escuchar eso.
—A mi también. –susurro–¿Pero sabes que es lo que me pone más feliz?.
—¿Qué?–agrego curiosa
—Que estás aquí conmigo, me siento tranquilo. Ni siquiera me he enojado. Vaya, no lo sé. Me haces sentirme en paz. Una paz que no había sentido hace tiempo.
Devany se quedó en silencio escuchando sus palabras. Probablemente estaba que el corazón se le saldría de la garganta de un momento a otro.
—Eres una caja de sorpresas Meddows.
—Nunca me he desahogado tanto, hasta que apareciste tu. –añadio acariciando su rodilla con su mano derecha.
Sintió su piel erizarse, al contacto con su piel.
—Me alegra escuchar eso.–ella sonrió.
Roger beso su frente con dulzura.
—No me cansaré de decirte lo bonita que estás hoy.
—Tu no te quedas atrás Roger. Definitivamente ese traje es lo más icónico que he visto. ¿Nunca se te ha pasado por la cabeza ser modelo?
El rubio negó con la cabeza.
—Mi pasión es la batería... Y conquistarte es ya mi otra prioridad.—Agrego observandola con una mirada profunda.