CAPITULO 15

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Con las dos manos sosteniendo un grueso fólder color amarillo camine entre las calles cubiertas de nieve.

Admire el paisaje mientras cuidaba que ninguna hoja se me cayera al suelo, eran poco más de las nueve de la noche. Cruce la calle por el paso peatonal sin saber que en realidad estaba en color verde.

Iba a la mitad del camino cuando un automóvil color rojo se detuvo bruscamente delante de mi tocando el claxon, me quedé paralizada y mi corazón comenzó a latir deprisa. Había estado apunto de ser atropellada cinco centímetros me separaban del auto.

Contemple la distancia y parecieron pasar los segundos lentamente, me sobresalté cuando el conductor salió dando un portazo acercandose rápidamente hacia mi.
–¿Estás bien?– su voz hizo estragos en mi corazón. A pesar de no ver su silueta sabía quién estaba parado ahí mismo.
–¡Si!–mi voz sonó tan aguda debido a las emociones que ni yo la reconocí. –Si, estoy bien Roger.
Inclinó su cabeza hacia mi visiblemente preocupado. Y tomo un mechón de mi cabello para ponerlo detrás de mí oreja.
–Ven te llevo a casa.–agrego sin decir nada más para después arrastrarme hasta el asiento de copiloto.
El entro igual y puso la calefacción para después encender el motor.
–¿Cuanto tiempo Moore?–pregunto divertido.
–Solo un mes. No seas exagerado–replique intentado sonar lo más natural posible.
–¿Porque no has ido con Trevor al estudio?.

Trague saliva nerviosa.

No quería decirle pero no quería verlo, moría de vergüenza, impotencia y tristeza si lo veía ahí.

–Tengo mucho trabajo Roger–replique inventando una gran mentira. Tenía miedo de que reaccionará mal, la tonadita de Liar sonó en mi cabeza.

–Oh ya veo.– Observé como de reojo el rubio me dedicaba una pequeña mirada.–espero que puedas ir pronto. Estamos ensayando para unas presentaciones. Queremos que vayas.
–¿Cuando se irán de gira?–replique con un tono de tristeza plasmado en mi voz.
–La gira ya empezó pequeña–replico el sonriendo. Sentí como tomo mi mano.
–Me voy por diciembre. Miami dice que no regresaremos hasta Abril.
Lance un suspiro pesado. ¿¡Tanto tiempo se lo llevarían!?.
–¡Devy! ¿¡Estas llorando cielo!?.–su voz sonó aguda debido a la preocupación.
Agache mi cabeza y trate de limpiar mis lágrimas. Sin embargo el fue más rápido y se acercó a mí aprisionandome entre la puerta y su cuerpo.
–Volvere pronto.–susurro mientras que con sus pulgares enjuagaba mis lágrimas.
Mordí mi labio inferior con fuerza.
–¡Te voy a extrañar mucho!–susurre.
–Y yo a ti. Pero podemos aún disfrutar un poco de lo que nos queda. ¿Vendrías al estudio mañana?.
–Esta bien. Iré.
Sonrió en la obscuridad y depósito un suave beso en mi frente. Luego se alejó y se acomodó de nuevo en el asiento de conductor.
Al llegar abrí la puerta de auto, y desabroché el cinturón de seguridad.
–Gracias por traerme Rog.–agradeci.
–No hay de que. Que pases buenas noches.
–Gracias Roger. Descansa. –le sonreí para después bajar del auto y abrir la reja.

Cuando lo había extrañado.

–¿Estás seguro que nos dejaran pasar?–pregunte de nuevo. Trevor me regreso a mirar exasperado.
–Tu gaffette en tu cuello dice Staff. ¿Quieres que traiga a Roger o Freddie para que te lo vuelvan a repetir? –me regaño.
Negué con un puchero.
Rodeo la puerta principal del Hammersmith y se detuvo en la parte trasera, enseñando el gaffette le abrieron la compuerta y se estacionó en un lugar al aire libre.
Eran las nueve de la mañana.
Un policía se acercó a Trevor y de inmediato nos guío a través de una puerta por un largo pasillo. El eco en mis zapatos resonaba por todos lados. Abrió una puerta que decía Backstage y todos se giraron a vernos llegar.
–¡Llegan tarde idiotas!–nos grito Freddie mientras permanecía sentado en una mesa tomando el desayuno.
–Pero al menos llegamos. Devany no dejo de preguntar si nos dejarían pasar. Temía por la validez del Gaffette.
Lance una sonrisa apesadumbrada.
–Lo siento–replique.
–Bueno eres libre de moverte por donde quieras–Roger se acercó a mí con un una taza de té. Me tomo de la cintura pegándome contra su pecho.
–Me alegra que hayas venido bebe–replico contra mi oído.
Un suspiro entrecortado salió de mis labios y me aparte de el con las mejillas rojas. Me había quedado sin habla. Observé cómo la mujer que había visto en su cada vestida formal se acercaba a nosotros con una sonrisa. Roger tomo mi mano.
–¿Te importa si te haces cargo de ella?–pregunto.
–No hay problema Roger. Yo te la cuido.
–Vale. –enfoco su vista en mi–Helen te ayudará a acoplarte cuando yo no esté. Cualquier cosa no dudes en pedírsela.
Asentí con la cabeza sintiéndome especial gracias a él. Miami se acercó a saludarme y Roger me dio otro beso en la frente para irse al shoundcheck.
Dejándome con Helen.
–¡Es muy atento contigo!–observo ella mientras nos acercábamos a una mesa donde nos servimos té.
–¡Es bien raro!–agregue.
Ella río.
–Es la primera vez que lo veo enamorado.
Me sobresalté. Y luego me eche a reír.
–Creo que estás confundiendo las cosas, solo soy una especie de amiga. Nada anormal. 
Ella se llevó su taza de té a los labios en silencio.
–Al menos tu eres diferente a Bárbara.
–¿Vendrá?–preunte con cierto temor.
Ella negó con la cabeza.
–Oh no, no. Roger está muy molestó con ella. Le prohibió el paso. Hubieras visto el show que le armó en su propia casa. Comenzó a aventar las cosas. Seguridad tuvo que intervenir para evitar que Roger saliera lastimado. Esa chica está loca.
Trague saliva nerviosa.
–¿Tanto así?.
–Lo controlaba demasiado. Roger ya estaba harto. ¡Que bueno que se fue!. Se creía su dueña y señora de milagro la madre de Roger una vez le dijo que ella jamás sería una Taylor. También ya la tenía harta. Su hermana llegó a correrla de la casa de Roger. La navidad del año pasado fue un total desastre. Si estuviera aquí ya nos hubiera estado gritando y dando órdenes. Aunque Miami le hubiera llamado la atención. En un momento más te presento a todo el Staff. –Palmeo mi rodilla y salió corriendo por las compuertas grandes.
Me quedé ahí con la taza de té entre las manos pensando en sus palabras. Dediqué sonrisas incómodas a todo el mundo que pasaba. Se extrañaban de verme ahí sentada sola.
Poco a poco Helen me fue presentado a todo el mundo.
Vi a Roger un par de veces y me saludó animado.
Al caer la noche me llevaron hasta la parte trasera del escenario para ver el concierto con mis propios ojos.
Claro, solo me concentre en Roger. Freddie miraba hasta mi lugar de vez en cuando y me hacía asentimientos de cabeza.
John era el más cercano a mi y solo me lanzaba sonrisas. Brian me dedico un solo. Y Roger no dejaba de echarme miradas y sonreírme para luego sacarme la lengua.
Puse mi total atención en el solo de Keep Yourself Alive.
Un solo de diez minutos, dos veces conecto su mirada con la mía. Abrí la boca asombrada. ¡Era increíble!. ¡Quien fuera esa batería!.
Cerraron el concierto con éxito. Otra vez estuvimos tras bastidores. Se sentía la adrenalina, Roger se acercó a mí pegando su frente con la mía.
–¿Te gustó?–pregunto mientras jadeaba.
Su piel brillaba debido al sudor, los mechones de su cabello se pegaron a su frente mientras cerraba los ojos de vez en cuando concentradose para recuperar el aire poco a poco.
–¡Meddows eres increíble!–mi voz salió una octava más alta debido a la emoción
El sonrió mostrando sus dientes. Y tomo mi rostro entre sus manos.
–¡Eres mi amuleto de la buena suerte!–replico mientras acariciaba mis mejillas.
Asentí con la cabeza sin decir palabra alguna.
–¡Lo seré siempre para ti cariño!–replique cerca de su rostro.
El sonrió y beso mi frente.
–¡Me iré a cambiar, te veo pronto! ¡Te quiero!–agrego mientras se iba corriendo.
Suspiré.

𝑴𝑰 𝑰𝑴𝑷𝑶𝑺𝑰𝑩𝑳𝑬//𝑹𝑶𝑮𝑬𝑹 𝑻𝑨𝒀𝑳𝑶𝑹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora