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CAPITULO 25

—Ya llegan pronto.
La chica asintió con una sonrisa y siguió apurada poniendo los platillos en la mesa ante la mirada molesta de su padre.
—¿Vendrá ese muchacho?. –preguntó enfurruñado
Devany lo volteo a ver y frunció el ceño divertida.
De un día a otro le decía muchacho porque no le había gustado que Roger había jugado con sus sentimientos estando en la universidad. Pero se escuchaba gracioso a pesar de que Devany ya le había explicado una y otra vez que habían ya hecho las pases y ahora eran muy buenos amigos.
—Papá es Roger. –replicó con una sonrisa.
Siempre sentía ilusión al pronunciar su nombre pero decirle Meddows era especial para ella. Aunque algún día soñaba con decile mi amor.
—¿Cenaremos con Roger Taylor?–preguntó su hermano mientras bajaba las escaleras poniéndose su chaqueta.
Ella asintió.
—Si, vendrá su hermana y su madre también.
—¡Uy!, ¿Estás nerviosa?.
—En efecto muchísimo.–Lanzó un pequeño suspiro.
Su hermano sonrió mientras escuchaba el timbre.
—Bueno iré a recibir al cuñadito.
—¡Oye no somos nada!–le grito desde el comedor mientras se dirigía al recibidor.
Su hermano sonría divertido, algo decía que esos dos terminarían juntos, pues ella estaba loca por el.
Abrió la puerta encontrándose con Roger con un gesto despreocupado y un cigarro en la boca, traía gafas y un traje azul claro con una camisa de manga larga negra y una corbata azul del mismo color de su traje.

—Hola, ¿Eres el hermano de Devany?.
El chico asintió.
Roger giro su rostro a su madre.
—Si es aquí.
—Bueno, menos mal que no nos perdimos. –comentó su madre.
—Pasen por favor–replicó el mientras se hacía a un lado.
—¿Y Devany?
El chico sonrió al escuchar el nombre de su hermana con deliberada urgencia. 
—Esta ayudando a mi mamá a preparar la cena, en un momento la llamó. Replicó mientras los dirigía a la sala en dónde se encontraba el padre de Erick quien al verlos se levantó de inmediato.
—Hola buenas noches, bienvenidos.
Roger Taylor se acercó de inmediato a el estrechandole la mano en un saludo amistoso.
—Roger Taylor.
—Buenas noches Roger ¿Cómo te encuentras?.
El chico sonrió un poco. –Muy bien gracias.
Procedió a presentar a su madre y a su hermana.
—Es un placer volvernos a encontrar.
El padre de Devany sonrió y la madre de la chica se acercó a ellos.
—Soy Sarah
—Winifred madre de Roger.
—Un placer.
Las dos mujeres comenzaron a platicar y Clare se acercó a su hermano.
—Creo que es hora de buscar a tu chica hermanito. –replico guiñándole un ojo. El rubio de ojos azules miro por la ventana que daba a su patio trasero.
—No es mi chica. –agrego.
—La quisieras, ¿Porque no le dices ya?. Te tiene loco, te estás enamorando.
—Nunca pensé que fuese a suceder tan rápido.–susurro.
—¿Enamorarte?.
Roger suspiro.
—Y de ella. Cuando le dije que ni en mil soles me fijaría en ella.
—El Karma te regreso todo de una patada. ¿Tan cabron fuiste?.
—Jamás se me va a olvidar su rostro ese día Clare. Jamás.
—¿Eso es lo que te impide estar con ella?.
El rubio asintió en silencio.
—La amo, pero es imposible olvidar lo que le hice que solo hace que me sienta más culpable y me detenga de tener algo con ella. Sé que puedo darle lo mejor, pero lo que sucedió en en pasado. Es...–el chico suspiro negando con la cabeza.—Me voy a volver loco.
—Buenas noches–la voz tan dulce de la chica le hizo girar la cabeza y cuando la vio todo a su alrededor había desaparecido.
—Estas hermosa–replico en voz alta. Todos lo observaron sorprendidos, pero a él no le importo, solo tenía ojos para ella.
Sus mejillas adquirieron un tono rosado y observó sus zapatillas.
—Hola Roger.
—Hola Devany.
—Pensé que no vendrías.
—¿Porque?
La chica sonrió.
—Ummm recuerdos.
En seguida lo captó. Se acordó cuando la había dejado plantada .
—Oh. Lo siento, pero  estoy aquí.
Ella asintió y dirigió la mirada a su hermana.
—Hola Clare. –se acercó a saludarla mientras los padres de ambos seguían en su conversación.
—Hola Devy ¿Cómo estás?
—Bien gracias.
—Parece que vinieron a juego.
La rubia soltó una risita en el momento en que Devany dió un pequeño traspie cuando Roger la tomo de la cintura acercándola a su pecho.
Ambos se regresaron a mirar a los ojos y sonrieron al darse cuenta que sus vestimentas eran casi del mismo tono.
Roger alzó las cejas al momento en que Devany lo observó.
Y ella por su parte tenía tantas ganas de decirle lo hermoso que se veía.
—Estas hermoso como siempre.–susurro en su oído.
Roger sintió su cuerpo vibrar al escuchar su voz y se preguntó cómo sería tenerla susurrando su nombre debajo de su cuerpo.
Instensifico el agarre en su cadera y le sonrió.
—No más que tú preciosa.
Devany noto que el iris de sus ojos se había oscurecido.
Sus labios rojos y mullidos esperaban a ser besados, unas ganas locas de hacerlo surgieron pero agachó la cabeza y la enterró en su pecho tratando de ignorar la tensión que el le lograba provocar.
Lo amaba tanto en silencio. Que pasar una navidad juntos era lo más tierno que podía pasar. Mordió sus labios nerviosa cuando observó a Roger mirar el reloj de su muñeca y luego intercambiar unas cuantas palabras con su hermana. El rubio sonrió pícaramente y posó sus orbes azules en ella.
—¿Ya llega Trevor?.
—Fue por mi prima a su casa–se apresuro a explicar la chica mientras sentía los dedos de Roger acariciar su espalda baja. –¿Porque?.
—Es que tengo hambre–agrego el rubio.
Ella lanzó una risita.
—No tardan en llegar.
Cuando el timbre sonó por última vez todos se congregaron alrededor de la mesa, que era lo suficientemente grande para albergar a todos los que ahí se encontraban.

Entre el volumen de la radio y las voces de todos hablando se respiraba un ambiente cálido y agradable. Un ambiente tan familiar y especial.

—No puedo creer que estés aquí festejando Navidad conmigo. Roger regreso a mirar a Devany mientras dejaba de sacudir el salero.
—¿Porque?
—En mi vida lo hubiese imaginado. ¡Ni siquiera me dirijas la palabra!
El rubio rio.
—Me arrepiento de no haberte invitado antes, el ambiente está muy agradable.
Ella sonrió.
—¿Y con Bárbara?
El rubio hizo un mohín.
—La última navidad que la pasamos junto con ella, me agarre a golpes con Brian por su culpa. Ella le gritó a mi madre y le pegó a Clare. Tuve que llamar a la policía.
Todo porque no quise salir con una modelo de Playboy, ella ya tenía todo listo. Pero en ese tiempo yo salía con Dominique, no duramos mucho.

Devany abrió los ojos asombrada.
—Nunca pensé que fuese tan problemática.
Roger tomo un sorbo de su vodka y después paso un brazo atrás de su espalda acercándola a su pecho.
—Ni yo. Pero bueno ese fue el fin de todo.
—¿Crees que la tengamos rondando por aquí?.
—No tengo idea, pero si te vuelve a hacer algo. No sé la acaba.
Devany tomo su mano debajo de la mesa.
—Calma. Ojalá y no se acerque.

Después de la cena todos se quedaron haciendo sobremesa y jugando cartas.
Devany entro en la cocina un momento para servirse un vaso de agua y Roger entro detrás de ella en silencio.
—Feliz navidad pequeña.
Devany escupió lo que quedaba del agua y dió un brinco dandose la vuelta asustada.
—¡Caray!, ¡No me espantes Meddows!.
—Perdón–anunció con una sonrisa. —¿Que harás mañana?–preguntó mientras se acercaba lentamente a ella.
—Nada–balbuceo al notar la cercanía del rubio.
—¿Te gustaría dar un paseo conmigo?–preguntó mientras encajaba sus dedos con fuerza en sus caderas.
Ella dió un respingo.
—Cla...claro–replico nerviosa al sentir su cercanía. Sus ojos revolotearon por todos lados para evitar que se pusiera nerviosa y cuando vio a Roger sonreír su rostro se tiño de un delicado color carmesí.
—¿Sabes.?, Me encanta ver el efecto que te provocó. 
Ella trato de cubrir su rostro avergonzada.
—Lo siento. –se disculpó.
—No hay nada que disculpar, la verdad es que eres muy tierna.
Ella lo observó con adoración.
—Te quiero Roger.
El rubio se agachó a su altura mirándola a los ojos, preso de la curiosidad acaricio su mejilla con delicadeza. Su suave piel mando escalofríos por su cuerpo. Moría de ganas por besarla en ese instante.
—Y yo a ti. –susurro.
Depósito un suave beso en su frente, escucho como la chica lanzo un respingo y sintió como su cuerpo comenzaba a temblar de los nervios. Acaricio con sus labios su nariz y bajo lentamente hacia sus labios depositando un suave beso en ellos.
Otro suspiro fue arrancado de sus labios y Roger sonrió al despegarlos por un instante. Volvió a unir lentamente sus bocas y se pegó con urgencia al cuerpo de Devany.
Su mano derecha se dirigió al cabello de la chica tomándola de la nuca y profundizando mucho más su beso.
Ahora sí no tenía escapatoria, se saciaria de sus labios en ese preciso momento.
Su lengua delineó con delicadeza su labio inferior y pidió permiso para explorar su cavidad bucal.
La chica lanzo un pequeño gemido al sentir la dulce sensación que le provocaba el rubio.
Subió sus manos poniendolas detrás de su nuca y se entregó a el.
El encanto se rompió cuando  se separaron, ambos respirando agitadamente.
—¿Serías mi novia?
Devany lo regreso a mirar asombrada.
—¿¡Que!?–su voz salió más chillona debido a la impresión.
—¿Quieres ser mi novia?
—Para que me preguntas si sabes la respuesta.
—Necesito saberlo.
—Pero claro que sí Meddows.
Roger sonrió y volvió a unir sus labios.
—Feliz navidad por cierto, Roger.
—Feliz navidad preciosa.

Ambos sonrieron y salieron de la cocina con sus manos entrelazadas.