Ayuda

357 26 7
                                    

Juan Carlos había reunido valor para acercarse aquel hombre tirado en las lilas silvestres, no entendía porque lo miraba con tanta desconfianza, sin embargo, no podía parar de apreciar esos peculiares ojos dorados, le parecían tan hipnotizantes y hermosos... Sin tan solo no lo miraran con tanto miedo.

El pelirrojo suspiro- Te prometo que no te haré nada, se que no parezco de confianza pero solo quiero ayudarte-de su bolso sacó unas pequeñas vendas y curitas para tratar de dar confianza al extraño chico, tal vez así lo tranquilizara.

Bodoque no sabía porque lo hacía, en primera instancia pensó que aquel ropaje le daría algo de dinero pero al ver a aquel chico tan lastimado lo asustó, quería ayudarlo a sanar porque sabía que era estar en un momento tan bajo y para colmo herido por lo que siempre agradeceria que Amapola y Huachimingo estuvieran para él... Tal vez por eso estaba tan insistente con el extraño pues parecia perdido, triste y muy mal herido; simplemente se reflejaba en él.

-¿Acaso no notas nada raro en mi?- Tulio se atrevió a preguntar, lo trataba como si fuera un humano. Así que, como pudo se sentó en aquel pasto para mostrar sus alas que yacían escondidas entre el césped y las flores.

Tulio esperaba un nuevo ataque, el rumor de la inmortalidad era muy grande y el principal peligro para un ángel como él. Lo raro es que pese a la sorpresa de su acompañante este no mostraba algún signo de impacto o agresividad.

-Bueno, si eres un ángel no morirás, supongo que eso es bueno y no tendré que preocuparme- le dijo analizando la situación lo que confundió al pobre Tulio- Pero aun así te ayudare con las heridas, deben doler mucho.

-Eres un humano bastante extraño.- Tulio dijo de manera inconsciente, desconcertado por la actitud de su acompañante inesperado.

-Ja, lo se muy bien, pero no perdamos tiempo, ven vamos a sentarnos en los escalones de la antigua iglesia- dijo con una sonrisa el pelirrojo- claro si puedes moverte sino aquí estará bien ¿De acuerdo? Después te puedo ayudar a volver al lugar donde deberías estar.- El ángel lo miraba aun sin confianza por lo que se empezaba a molestar. 

Ya cansado y pidiendo al Creador paciencia el pelirrojo extendió su mano con delicadeza para ayudar a Tulio a levantarse.

Al ver sinceridad en la mirada del pelirrojo, Tulio tomo su mano, sabía que era una decisión muy estúpida de su parte y que lo mejor era huir hacia el Paraíso para reposar y descansar pero algo dentro de él quería creerle a aquel chico que lo trataba de ayudar. 

Ante el tacto ambos sintieron una sensación extraña pero agradable, ninguno de los dos entendía el porqué de su actuar pero sentían que era lo que debían hacer.

"¿A dónde vas? ¿Te puedo ayudar?"
Sin saber porque su mano acepto.

-Por cierto, me presento- hablo Tulio quien se levantaba con cuidado pues había una herida en su muslo- Soy Tulio Triviño, un ángel mensajero.

-Mucho gusto, Tulio, soy Juan Carlos Bodoque,vizconde de Vodoque y si te soy sincero esperaba que fueras más bajito- se asombro al ver la altura del ángel.

-¿En serio?- respondió algo divertido Tulio- conoces a un ángel y lo primero que ves es que soy más alto.

-Si te soy sincero siempre pensé que los ángeles sería de estatura ¿Promedio?- trato de explicar mientras tomaba como podía la cintura del oji miel para llevarlo a las escalinatas y empezar a curarlo- Sus representaciones siempre son curiosas, cabellos blancos, mejillas rosadas, piel nivea y todo el vestuario como si de una novia en el altar se tratase.

Alluring SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora