Alluring Secret

Presentación

Juan Carlos estaba feliz, estar cerca de Tulio le traía una paz y tranquilidad que no sentía desde hace mucho, sin embargo, también bastante nervioso pues estarían solo en su casa y con salidas ocasionales con sus amigos ¿Les agradaría Tulio? ¿El ángel estaría cómodo? 

-Espero que te agraden mis amigos, son muy raros pero cuando los conoces te das cuenta que son excelentes personas.- trataba de tranquilizarse.

Tulio sonrió con algo de nerviosismo- Si son igual de comprensivos como tú no creo que tengamos algún problema.

-Si estás nervioso o incomodo solo dímelo, lo que más deseo es que tu estes bien.

Sin pensarlo mucho y por los nervios de conocer a los amigos del pelirrojo Tulio no prestaba atención a su entorno y la mirada curiosa de Juanín que lo seguía con cautela terminó en sorpresa cuando Tulio tomó la mano de Juan Carlos para tranquilizarse.

-Solo necesito un poco de té y estaré bien. Al final de cuenta soy yo quien desea estar aquí- sonrió sin darse cuenta que el tomar de la mano a su acompañante hizo que el rostro del pelirrojo se sonrojara.

Con la voz entrecortada el Juan Carlos le explico- Aunque, Tulio, el tomar a las personas de la mano para los humanos es algo ¿Extraño?

-¿Por qué?

-Si son niños es normal porque se puede perder , es algo relativamente inocente y  esas cosas... Pero cambia al crecer y convertirte en adulto, se supone que eso lo haces con la personas que quieres.

El ángel seguía sin comprender y curioso preguntó- Pero, yo te aprecio y quiero mucho Juan Carlos ¿Por qué sería malo? Cuando era pequeño ,Cindy o el Señor Manguera solían tomarme de la mano para tranquilizarme.

Aquel comentario causó sentimiento contradictorios en el pelirrojo, por un lado se sentía bien que fuera especial para el ángel mensajero pero, por el otro lado, le disgustaba la idea de que estuviera nuevamente el Señor Manguera en la discusión.

-Ellos pueden ser importantes para ti pero se puede mal interpretar aquí, es un gesto que hacen las parejas de enamorados.

Tulio tardó unos segundo en comprender hasta que rápidamente soltó la mano de su acompañante completamente sonrojado.

-Lo siento mucho- tartamudeaba mientras desviaba su mirada color ámbar.

 La acción de Tulio sacó una pequeña carcajada del noble.

-¡Ey, no te burles de mi! Es muy vergonzoso.- Tulio hacia un pequeño berrinche.

-Vamos, angelito, está bien. Vayamos rápido a casa, pronto empezará la función de magia que no recomiendo para nada pero que estoy obligado a ir.

-¿Un show de magia?- el rubio olvido su berrinche y emocionado comenzó a imaginarse a un gran mago- Yo quiero ir a ver ese show, de seguro será lo mejor del mundo.

-Lo dudo.

-Vamos, Juan Carlos, no seas pesimista.

-No soy pesimista Tulio, soy un optimista bien informado.

Entre más platicaban llegaron a la mansión del pelirrojo, Tulio estaba sorprendido pues, a parte de los establecimientos e iglesia, jamás había entrado en una vivienda. Las personas que los atendieron al llegar agradaron por su amabilidad, las pinturas de varios hermanos de Bodoque en toda la casa eran lindas y el estilo rococó le fascinó. El anfitrión lo llevó a su habitación que se encontraba en el segundo piso.

-Muy bien, angelito, aquí te hospedaras- decía Juan Carlos viendo con orgullo como el ángel apreciaba cada detalle de la habitación.

Los tonos azules pastel con blanco de la habitación daban la sensación de que se trataba de estar en el cielo, la cama de caoba, el  suave colchón  y sábanas tan blancas como los atuendos de Tulio le daban la sensación de ser nubes mientras que los demás muebles estaban pintados de un toque perla con dorado en cada borde.