Alluring Secret

Cindy

La hermosa arcangel llegaba al Paraíso, no era algo común  de ella estar en su hogar pero deseaba ver a Tulio y platicar con él porque no había recibido más que a su paloma mensajera y los rumores de que volvió tan rápido al trabajo ¿Cómo diablos su amigo más miedoso había vuelto a sus actividades normales pese al ataque? Se sentía algo culpable y quería recomendar un poco de descanso... Al final de cuentas su vida eterna no se iria a  ningun lado.

Los saludos iban y venían al verla pasar por los jardines, un arcángel de alto nivel como Cindy solía ser una especie de celebridad y los más atrevidos decían que pronto sería el ángel supremo cuando el Señor Manguera se retirara.  Pasaba lentamente apreciando el Paraíso cuando llegó a los campos de entrenamiento donde habían ángeles jóvenes hablando animadamente; aquello hizo a CIndy recordar una plática.

-No te preocupes por mi Cindy, ya verás cómo seré un arcángel y protegeré a todos aquí- Con el cabello inusualmente despeinado hablaba un joven Tulio.

-No te emociones mucho, las habilidades se asignan según tus características físicas o de resistencia y tendrás que especializarte en lo que se te asigne.- Contestó Cindy tratando de ser más lógica- Y viendo tu personalidad de seguro serás un ángel que da bendiciones como Juanín.

-Pero me voy a esforzar para ser un arcangel ¿Debo dejar eso solo porque se me asigne otra cosa?

-Así es, el ángel supremo tiene la capacidad de ver cada característica y asignar un rol que debemos seguir al pie de la letra.

-¿Y si el ángel supremo se equivoca? No creo que una sola divinidad pueda saber todo eso.

Cindy se alarmó en ese momento- Tulio, nosotros no escogemos nada de eso, solo nacemos para servir además de que cada ángel es indispensable para el equilibrio, dime ¿Qué sería lo peor que te podrían asignar?

Tulio pareció pensarlo un poco- Un ángel mensajero, no le veo el sentido a su existencia pues estamos en épocas de paz y todos se reportan con el ángel supremo... Supongo que por eso son tan escasos.

-Vamos, Tulio, el Señor Manguera ve algo en ti y has llamado su atención así que estoy segura que te asigna algo que con el tiempo te hará feliz.

Cuando le asignaron su rol a Tulio no lo vio triste pese a ser al único que se dio ese trabajo, trato de ser el mismo ángel arrogante que conocía porque el Señor Manguera le aseguro que era un rol fundamental, pero con el pasar del tiempo solo parecía tener misiones sin importancia o encargarse de los jardines sin salir del Paraíso mientras que todos iban y venían. Cindy no entendía el porqué de las acciones de Eusebio.

-Tal vez, mi forma de dar ánimos es de las peores que hay- se susurro a si misma, saliendo de sus recuerdos y encaminado  a los jardines para ver a su amigo.

No había nadie en los jardines, ni en el palacio de los lirios o el de las rosas. Nada de señales de vida de Tulio, Juanin y Policarpo ¿Dónde diablos se habían metido? Entró a la biblioteca por si acaso, aunque ninguno de los tres solían frecuentar, llevándose la sorpresa de ver a Policarpo peleando con Cossimo Gianni, el bibliotecario y archivista del Paraíso.

-¿Me estas diciendo que estos últimos días he estado investigando en la sección equivocada?- Policarpo estaba tratando de tener paciencia.

-Pensé que querías información para algún loquito que vas a bendecir porque tu idea es tonta así que te mande a la mejor sección para tu caso ¿Dónde más estaría sino en literatura?- hablaba el pelirrojo como si fuera lo más lógico.

-Dije claramente que quería acceder al archivo en la sección histórica.- El pobre pelinegro hablaba desde su frustración

-Tu idea loca de que un humano pueda vernos sin hacer un trato es absurda, si bien hay libros explorando esa posibilidad solo son teorías de locos conspirativos que desean nuestras alas.- Cossimo se defendía algo divertido por la situación.- Además ¿Un humano y un ángel en una situación romántica? Policarpo si quieres que alguien escriba una historia de romance no necesitas ver archivos que son de suma importancia.