Alluring Secret

Reencuentro

-Toptoptoptop sabes que si se entera el Señor Manguera estaremos castigados por un mínimo de un milenio- Policarpo se dirigía al pequeño Juanin después de que aceptara una loca propuesta de Tulio.

-Lo sé muy bien, lo que dice Tulio no tiene nada de sentido pero debemos comprobarlo- contestó tranquilo, tratando de procesar toda la información.

-¡Nada de lo que dice ese cabeza hueca tiene sentido!- dramatizo Policarpo casi gritando ante la mirada cansada de su acompañante- Primero se quejaba de nuestra existencia, que tenemos que tener un sentido y no se cuanta cosa más ¡Y después sale de que quiere convivir con un humano! ¡¿Acaso no recuerda que las interacciones físicas y emocionales con los humanos están prohibidos!?

-Creeme que soy el primero en oponerme a que se relacione con un humano, pero... Nunca había visto ese brillo en su mirada...

-Eso no justifica que nos estemos jugando el pellejo por él.- El enojo de Policarpo era más que evidente.

-Lo que quiero decir- suspiro cansado el albino- Es que es un caso único, jamás había escuchado una historia así ¿Un humano viendo a un ángel pese a no haber hecho un trato? Es muy extraño, ese humano ¿Solo puede ver a Tulio o nos puede ver a los demás? ¿Planea algo malo? ¿Qué siente por Tulio?

-¿A qué quieres llegar, Juannin?

-Cuando se entere el Señor Manguera estoy seguro que la poca libertad que tiene Tulio será nula.- explicaba- Si vamos en este mismo instante a informar solo estaríamos acelerando ese escenario, no por nada Tulio no pidió ayuda de Cindy,  pero si investigamos tendríamos la oportunidad de darle argumentos a Tulio y la capacidad de defenderse si hay un juicio. -Juanin sospechaba algo sobre el ángel supremo pero se negaba a aceptar sus pensamientos.

-Un juicio divino sería el peor escenario.

-No, el peor escenario vendría de la consecuencia si se lleva a cabo un juicio.

-Todo esto es un caos y peor aun ¡Yo estoy en medio de ese caos!

Tulio había llegado con ellos para pedirles el favor de cubrirlos, era una locura. Juanin y Policarpo escucharon atentamente a su amigo pero no lo podían creer, sin embargo, fue Juanin quién aceptó y no dejo hablar a Policarpo solo hasta que el ángel mensajero se fuera con una gran sonrisa en su rostro.

-No entiendo porque lo proteges tanto.- refunfuño el pelinegro cruzándose de brazos.

-En primera porque es un caso único y realmente quiero conocer qué está pasando... Siento que es algo familiares este caso y antes de que enfrentemos las consecuencias debemos estar preparados- La mirada incrédula de su acompañante lo hizo seguir- Cuando mencioné la mirada de Tulio es precisamente porque tengo la certeza que no importa lo que digamos o incluso si el Señor Manguera lo castiga severamente... El continuará tratando de reunirse con ese humano.

-¿Crees que él está...?

-Si , todavía no se da cuenta y nada es peor que interferir con ese sentimiento- contestó bajando la mirada el albino, preocupado por el futuro de su amigo.

-Le rezaré al Creador que no se entere Cindy o mucho menos el Señor Manguera.

Juanin solo asintió abrazándose a sí mismo ¿Desde cuando Tulio daba tantos problemas?

Al pasar unos pocos días, el ángel mensajero se sentía dichoso, ya solo esperaba con ansias la llamada de su jefe para volver a ver al pelirrojo. Todos notaban que algo raro sucedía, ya no era tan arrogante, sonreía de la nada al ver el cielo, se ponía nervioso cuando alguien le preguntaba cómo se sentía y parecía sonrojarse al apreciar las hermosas rosas y claveles rojos presentes en el jardín. Cada noche, Tulio deseaba con todas su fuerzas volver a ver a Juan Carlos.