Capítulo VII

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Pov Caleb

—Pensé que tú eras el primero que negaba la existencia de las brujas. No sé, ¿no es lo que siempre me has dicho? A ver...

Philip lleva más de un cuarto de hora dando vueltas y murmurando cosas. He intentado interrumpirle para explicarme un par de veces, pero creo que ha dejado de escucharme. No sé cómo voy a decirle lo de Evelyn. Me siento estúpido.

Me levanto de la cama y le agarro del brazo para frenarlo. Sus ojos reflejan una mezcla de confusión y miedo. Trago saliva y decido ser sincero. Mucho más de lo que he sido durante años:

—Siempre he creído en las brujas —Philip niega con la cabeza e intenta soltarse como si quisiera negarse a escuchar el resto— y si siempre que te decía que no existían y que los demás exageraban era porque yo también les tenía miedo, ¿sabes? Mientras te convencía a ti, también me convencía a mí mismo.

Philip consigue librarse por fin de mí.

—Y has descubierto la verdad —deduce. Asiento con la cabeza—. Las brujas existen —susurra después para sí con la voz temblorosa—. Y yo tengo que cazarlas. —Ahora su mirada solo refleja terror.

—Ya, bueno, que existan no significa que deban ser perseguidas o sean seguidores del demonio, ¿no? —pregunto. Philip comienza a apartarse un poco para pensar mejor, yo me apresuro a seguirle—. Puede que esa sea la verdadera mentira. Que son malas personas. Quizás solo son diferentes. Ya sabes cómo la gente es con las personas diferentes.

—Caleb. —Philip se vuelve a mí con seriedad—. ¿Vas en serio o estás intentando autoconvencerte de nuevo?

Mi corazón da un vuelco.

—He conocido a una bruja. Quizás a dos. —La mandíbula de Philip cae—. Parecían personas normales, ¿sabes? Con buenas intenciones.

—¿Se puede saber qué estás diciendo? —Philip está de lo más molesto—. Llevas toda mi vida negándome la existencia de las brujas y hoy por alguna extraña razón decides que en verdad sí existen y que conoces no a una, ¡sino a dos brujas! —Levanta dos dedos para enfatizar—. ¿Se puede saber qué te pasa?

—A ver, no estoy seguro.

—¿De qué?

Me siento dejándome caer en la cama. Quizás haya sido demasiado en tan poco tiempo. Tardo unos segundos en responder bajo la mirada enfadada de Philip que ante mi silencio de reflexión cambia a una comprensiva. Da un suspiro y se sienta junto a mí. Ahora me siento mucho más escuchado.

—Primero que nada, siento haberte mentido sobre las brujas todos estos años —digo con un hilo de voz. Philip se encoge de hombros.

—Supongo que lo hacías para protegerme.

—Sí. —Aparto mi mirada avergonzado. Con buenas intenciones o no, he mentido a Philip y sé que no estuvo bien—. Lo siguiente... hoy en el trabajo he conocido a una bruja, pero una de verdad. —Philip frunce el ceño—. Tienen las orejas puntiagudas, ¿sabías? Por lo demás son exactamente igual a nosotros. En todo. No son herejes.

—¿Cómo lo sabes?

—Esa bruja solo quería proteger a alguien que quería. Igual que yo siempre haré lo posible para protegerte a ti. No son malas personas.

—Caleb, no son malas personas porque no son personas —dice Philip—. Son brujas. ¿No has oído a la gente de este pueblo hablar de ellas?

—No pueden hablar de ellas personas que nunca han hablado con ellas, ¿no?

—No lo sé.

Hay un silencio. Mi cabeza no deja de repetir el nombre de Evelyn. Tengo que cumplir mi promesa. Pero ¿cómo se lo cuento a Philip? No quiero mentirle, pero tampoco agobiarle. Doy un suspiro y clavo directamente mi mirada en la suya.

—¿Confías en mí, Philip? —le pregunto.

Él vacila un momento, pero acaba asintiendo con la cabeza. Inspiro y expiro varias veces y simplemente lo suelto:

—He hecho una promesa con la bruja.

—¿Qué?

—Philip, por favor, no te enfades, pero le prometí a la bruja que he conocido hoy que cuidaría de... —paro unos segundos— ¿amiga? ¿hermana? ¿prima? No sé lo que son, pero que cuidaría de una persona importante para ella.

Philip no responde. Ni siquiera me mira.

—No lo sé. Si yo estuviera en su lugar también le hubiera pedido a alguien que cuidara de ti, ¿sabes? A cualquiera —digo con sinceridad. El rostro severo de Philip cambia por uno más compasivo, pero continúa sin mirarme—. Solo le tengo que pedir que vuelva a su casa y se ponga a salvo. Después de eso, encontraremos una solución para todo esto de los cazadores de brujas y no tendrás que matar a nadie más. No va a ser fácil, pero estoy seguro de que encontraremos otra manera de ganarnos la confianza del pueblo.

Philip solo es capaz de asentir con la cabeza.

—Vamos. —Le doy un pequeño codazo amistoso—. Todo saldrá bien. —Sigue sin responder, así que me pongo un poco más serio—. Oye, ¿estás molesto por mentirte todo este tiempo? Porque si es así, yo...

—Caleb. —Philip por fin me mira a los ojos—. Está bien. Solo es que... estoy confundido. Necesito pensar. Necesito tiempo.

—Claro. —Asiento con la cabeza. Philip se levanta de la cama y se encamina a la suya. Observo como se tumba de lado dándome la espalda. Sé que tengo que dejar que se tome su tiempo, pero no puedo evitar sentirme un poco perdido. Toda esta situación me da mucho miedo y no tener a Philip a mi lado solo lo empeora todo. 

Nota de autora: ¡Hola! ¿Cómo estáis? Sinceramente no quería poner notas de la autora porque siento que interrumpe la lectura, pero también me hace sentir mucho más cercana. Así que he decido que mejor las pongo. Además quería agradeceros vuestras lecturas porque llevo en bloqueo de escritor mucho tiempo y estoy volviendo a arrancar con esta historia y la verdad es que vuestros votos me apoyan mucho. 

A ser sinceros la historia está desencadenando su propia personalidad porque nada de lo que está pasando lo había planeado antes. Para mí está siendo muy divertido escribir sobre la marcha porque acabo sorprendiéndome de mi propio fanfic, espero que a vosotros también os esté gustando.

También espero que el formato no sea confuso, ya que hay saltos temporales siendo los capítulos el presente y el diario el pasado (cuando los hermanos llegaron al pueblo). Creo que está bastante claro, pero como es algo más raro me sentía más segura aclarándolo. De nuevo muchas gracias. Nos vemos en el siguiente capítulo.

Byes! :)

Dime quién cometió traición (La historia de Caleb y Philip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora