Capítulo XIX

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Pov Caleb

—Aquí es donde está la acción y se mueve la ciudad: Huesiburgo. —Evelyn extiende los brazos para añadir dramatismo—. Como puedes ver los alrededores son las costillas del titán así que puedes entender el porqué de su nombre. Además... —Evelyn interrumpe su explicación—. Caleb, ¿estás bien? ¿Te está decepcionando la isla? ¿Esperabas algo mejor?

Despierto de mis pensamientos. No puedo negar que todas las Islas Hirvientes es un lugar fascinante, pero no puedo evitar arruinarlo. Mi cabeza solo piensa en aquella mentira. Yo nunca había mentido a Philip, al menos no con algo tan grande. Siento que le he fallado.

—Las islas son hermosas, Evelyn —respondo—. Me encanta este lugar.

—¿Pero? —Evelyn alza una ceja.

—No, no hay ningún pero. Solo es eso.

Evelyn deja de caminar y se cruza de brazos. Le imito confuso. No deja de mirarme. El contacto físico me está matando. Cedo.

—Es Philip —confieso. Evelyn asiente con la cabeza, pero continúa sin decir nada, así que me veo obligado a continuar—. Ayer estuvimos hablando. Me preguntó por qué llegué tan tarde. —Noto como Evelyn se pone tensa—. Le dije que estuve con una chica. —Ella asiente—. Le dije que se llamaba Daisy. —Ahora levanta las cejas—. No me siento nada bien por haberle mentido.

—Bueno, todos hemos mentido alguna vez, ¿no? —Evelyn se encoge de hombros.

—Bueno... —Me rasco la nuca nervioso—. Philip y yo no. Al menos no entre nosotros. Seguro que ya no querrá volver a confiar en mí nunca.

—Qué intenso todo —murmura Evelyn.

—Voy en serio.

—Lo sé. El problema es que entre vosotros todo es muy... serio. —No respondo—. Yo no tengo hermanos, pero conozco a mucha gente que sí. Creo que lo vuestro no es normal. Está bien que os tengáis esa confianza, pero ¿hasta el punto de creer que no va a volver a confiar en ti por una mentira? O tú eres un dramático o en la relación algo anda mal.

—Philip y yo no somos unos hermanos cualquiera —cuento retomando el paso, Evelyn me sigue a la par—. Perdimos a nuestros padres muy pequeños y nos quedamos solos. Él no se acuerda mucho, pero para mí fue muy traumático. Lo último que quiero hacer es perderlo a él también. —Evelyn abre la boca para hablar, pero continúo antes de que pueda hacerlo—. Además la situación política no ayudaba demasiado. Tuvimos que huir de nuestro hogar hasta América y apoyarnos mucho el uno en el otro. El resto de gente a penas nos escuchaba. ¿Quién quiere ayudar a dos niños huérfanos cualquiera?

—Caleb... —Evelyn apoya su mano en mi hombro.

Me abrazo con fuerza, apartando la mirada. Fue hace mucho tiempo, pero recordarlo aún hace daño. Reprimo las ganas de llorar.

—A veces no teníamos qué comer. No podía evitar sentirme culpable por eso. Yo era el mayor, tenía que hacer algo.

—Eras un niño —dice Evelyn—. No te culpes por eso, ¿vale? —Me regala una sonrisa sincera. No soy capaz de responderle de la misma manera.

—Pero ya no lo soy. —Doy un suspiro—. Y aún así mentí a Philip.

—¡Enhorabuena! ¡Has descubierto que eres humano! —Me fijo en Evelyn—. Perdón, no quería sonar tan grosera. A lo que quiero llegar es que puedes equivocarte. Puedes mentir. No pasa nada. Vale, le has dicho a Philip que hablaste con una tal Daisy. Vamos a pensar por qué le dijiste eso.

—No quería que supiera la verdad.

—¿Por qué?

—Porque...

Me lo pienso un rato antes de responder. Cuando Philip me preguntó el porqué de mi tardanza solo pensé que no podía decirle la verdad, no me planteé el porqué. Ahora que me paro a pensarlo no estoy seguro de si es porque es cazador de brujas. Parece lo más lógico, pero ¿cómo puedo dudar en que mi propio hermano haría algo malo a alguien que es importante para mí? Philip no es así, ¿no?

También hay otra posibilidad. Si medito bien es más probable. Philip estaba en contra de nuestro viaje a las Islas Hirvientes. Le prometí que sería llevar a las brujas a casa y seguir con nuestras vidas. No podía decirle que para mí no había sido así.

—Él estaba en contra de las Islas Hirvientes —me decido. Evelyn asiente con la cabeza—. Supongo que eso me dio un poco de miedo.

—Vale —acepta Evelyn—. ¿Y tú por qué viniste?

—Porque siento que puedo estar bien aquí. Me hace sentir más seguro que mi mundo. Siento que estoy creado para vivir aquí con justicia. No en el mundo que todos llaman real y donde me obligan a aceptar cosas inaceptables.

—Vaya. —Evelyn empieza a juguetear con uno de sus mechones—. ¿Crees que puedes ser capaz de explicárselo a Philip? —me pregunta después.

—Tengo que hacerlo.

Evelyn sonríe.

—Así me gusta. Quizás no te perdona a la primera, pero si eres sincero le ayudarás a comprenderlo.

Asiento con la cabeza.

—Gracias, Evelyn.

—No es nada. —Le quita importancia con un gesto de mano—. Para eso estamos los herejes.

Rio un poco ante su broma.

El resto de la visita estoy mucho más activo y puedo disfrutar más de cada rincón. Este lugar es fascinante, creo que hasta las piedras me resultan misteriosas y hermosas. Cuánto desearía vivir aquí.

Vuelvo a casa más temprano que la vez anterior. Para mi sorpresa Philip ya ha vuelto. Mi corazón se encoge. Es el momento. No sé si estoy preparado para ello.

—¿Has vuelto a quedar con Daisy? —me pregunta. Siento una gota de sudor frío caer por mi frente.

En realidad no, Philip. Daisy no existe. La inventé porque no estaba preparado para decirte la verdad. Lo siento muchísimo. En realidad me encontré a Evelyn y fui a las Islas Hirvientes. Sé que no te convencía el tema y por eso no tuve el valor de serte sincero la primera vez. De verdad lo siento. No quería desobedecerte, pero las Islas Hirvientes son un refugio para mí. Me hacen sentir seguro y bien. Sé que para ti no significan lo mismo, pero a pesar de eso espero que puedas comprenderme.

—Esto... sí. He quedado con Daisy. 

Nota de la autora: Buenas, gente aquí está el capítulo de hoy. Voy a aprovechar un rato y si me va da tiempo también a escribir publicaré hoy un segundo capítulo. Ya veré porque esta semana parece bastante trabajosa. Por cierto, esto no tiene nada que ver con las historia, pero estoy felz y quiero compartirlo. He convencido a mi hermana de ver toh y va a empezar este finde. Si lo hace voy a ser la persona más feliz del mundo :')

Dime quién cometió traición (La historia de Caleb y Philip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora