Dime quién cometió traición (La historia de Caleb y Philip)

Capítulo XVIII

Pov Philip

No me importa el hecho de que Evelyn cene con nosotros. Lo que me importa es pensar que Caleb y ella han estado todo el día juntos. Entiendo que cada uno ha estado haciendo lo suyo, dudo mucho que Caleb tuviera algo que contarle a esa cretina, pero aún así me hace sentir inseguro.

—Entonces, ¿te ha gustado tu paseo por las islas? —se interesa Evelyn sirviéndose un poco de sangre de manzana (lo que aún no he descubierto si es sangre de verdad).

—No han estado mal —respondo—. He averiguado muchas cosas y muchos demonios. La verdad es que este lugar es peligroso.

—Quizás necesites un guía la próxima vez —dice Evelyn bebiendo de su vaso.

Me incomoda que se haga la amable. Ella me abofeteó ayer mismo y siempre me ignora para hablar con Caleb. No entiendo por qué ahora finge que quiere llevarse bien conmigo. Ella me odia y quiere llevarse a Caleb para ella sola. Lo sé. Ojalá él se dé cuenta.

—¿Y qué habéis hecho vosotros? —pregunto sirviéndome también sangre de manzana bajo la mirada de desaprobación de Caleb.

—Eso tiene mucho alcohol, Philip.

—Ya he bebido cerveza antes —respondo con voz cansina. Caleb frunce el ceño. Evelyn nos mira confundida.

—Solo un vaso —me ordena. Ruedo los ojos y bebo un trago. Se me saltan las lágrimas. Está demasiado fuerte, pero no lo pienso admitir.

—¿Y bien? —insisto—. ¿Qué habéis hecho?

—Hemos estado hablando —responde Evelyn. Frunzo el ceño. Hubiera preferido que respondiera Caleb—. Luego cada uno se ha puesto a hacer sus cosas.

Asiento con la cabeza con la mirada puesta en Caleb. Lo cierto es que espero que el tiempo en proporción de sus actividades haya abundado en las cosas de cada uno sin hablar. No es que no confíe en Caleb, pero sé que Evelyn lo tiene como objetivo.

—¿Y de qué habéis hablado? —pregunto.

Caleb y Evelyn comparten una mirada.

—De varias cosas —contesta él. Le observo con atención bebiendo de la asquerosa sangre de manzana.

—Ah.

—¿Tenéis algún plan para mañana? —cuestiona Evelyn.

—¿Tú tienes alguna idea? —pregunta Caleb. Presto atención muy serio. Evelyn se encoge de hombros.

—Podría llevaros a distintos lugares para que visitéis las islas y si tenéis pensado quedaros más tiempo os puedo ayudar a buscar conseguir dinero —responde—. No tengo lo suficientes caracoles para manteneros mucho tiempo.

—No queremos ser un estorbo, así que creo que será lo mejor —dice Caleb. Yo asiento con la cabeza. Evelyn sonríe.

—La verdad es que no planeamos muy bien esto de que os vinierais a las Islas Hirvientes. Tenemos que buscar algún plan para los próximos días. Por ahora, ¿pensáis volver a casa?

—Sinceramente no creo que nadie nos esté echando de menos —dice Caleb con pesimismo apoyando la cabeza sobre su mano—. Así que por mí volvemos lo más tarde posible.

—Sí, yo también. —Evelyn y Caleb me miran incrédulos. Yo me encojo de hombros—. En serio. Este lugar es... interesante.

Y mucho material para mi diario, mi historia de héroe. No quiero volver a casa hasta rellenar todas las páginas hablando de este infierno y de los trucos de seducción de Evelyn. Algo así como una guía de protección y también una autobiografía. Nos haría tener mucha fama y dinero. Nos amarían. Solo tengo que aguantar vivir aquí unos días más, quizás algunas semanas o un mes.

Nota de la autora: Holaa! Estoy aquí en clase editando con la pantalla al máximo de oscuro para que nadie me vea mientras la profesora suelta cosas raras de historia de las que entiendo la mitad xd

Quitando lo irresponsable que soy, siento mucho que este capítulo sea tan corto. La verdad es que no lo recordaba así. Aunque ya sabéis que cuando vuelva de la universidad publicaré el segundo capítulo de hoy que (no quiero dar altas expectativas) pero creo que os va a gustar mucho. A mí me encantó escribirlo y lo sentí como un evento. 

No digo más. Muchas gracias y hasta mi noche (que supongo que será la tarde para Latinoamérica)