Under temptation - Kookmin

Capitulo 43

   "Si queda un poco de amor en ti de ese que juraste que sentías, por favor, déjame cuidarlo"

             Narrado por Jungkook

   Dormía tarde por la madrugada del día viernes, Jennie estaba a mi lado rendida y mi teléfono comenzó a vibrar debajo de mí.

  Me removí pensando que quizá era mi alarma pero me percaté de que era un número desconocido.

  Salí del cuarto para no despertarla y contesté — ¿Quién es? — y escuché su voz... Era él.

— Yo...

— ¿Jimin?

— ¿De verdad te vas a casar? — lo conozco, está ebrio.

— ¿Estás borracho?

— ¿Y tú estás idiota? ¿Cómo te vas a casar con ella si me quieres a mi?

— ¿Dónde estás? — me preocupé de que estuviese bebiendo por ahí solo.

— No es tu jodido problema, juro por la memoria de mi madre quien nunca realmente me quiso que te voy a olvidar... Voy a enamorarme de Gong Yoo y seré feliz a su lado.

— ¿Gong Yoo? — ese nombre se me hacía familiar ¿Pero de dónde?

— Adoptaremos niños y tendré una casa grande en dónde cocinaré para ellos y envejeceremos juntos, y tú no me harás falta.

— Jimin... — ¿Quería todo eso conmigo a caso?

— Estoy acostumbrado al dolor, siempre he sufrido maltratos, abusos y siempre me han dejado solo. Que tú lo hagas no es novedad, cuida bien de tu hijo y no permitas que nadie lo toque sin su consentimiento... Siempre... — joder, estaba llorando ¿Él pasó por todo eso, solo? — siempre créele lo que te diga, confía en él y escúchalo.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué me dices esto? ¿Alguien te lo hizo a ti?

— Mucha gente — se escuchó una risa triste — mi padrastro me abusó hasta el cansancio, sus amigos e incluso mi madre... Ella lo permitió todo. Pero no estamos hablando de mi si no de tu hijo que viene al mundo... A un mundo cruel que no le importa que tengas diez años...

— Lo siento mucho... No me lo contaste — me sentía tan impotente.

— Lo que menos me gusta es dar lastima, por eso nunca lo hablo con nadie, de todos modos dejaré el departamento que me diste pronto. Gracias por darme ese regalo pero es doloroso vivir ahí pensando en todo lo que pudimos ser y no fuimos.

— ¿Puedes decirme dónde estás? — debía ir por él, sabía que no se encontraba bien.

— En el restaurante, pero pronto ire a casa — bingo.

— Debo colgar — dije yendo a buscar ropa para ir por él.

— Perdón por molestar, solo me quería despedir y decirte por primera y última vez que realmente fuiste mi primer amor — quedé paralizado frente a la puerta y terminó la llamada. Mi corazón se volvió loco al oír eso.

  Me puse un saco enorme y me dejé los pantalones de pijama junto a mis chanclas de estar en casa. Me percaté de que Jennie siguiera durmiendo y bajé directo a mi carro para ir hacia el norte de la ciudad donde él vivía.

  En el cielo se empezaban a ver rayos y los truenos hacían vibrar las ventanas de mi coche.

  Cuando las gotas comenzaron a caer prendí el limpia parabrisas y aceleré aprovechando que la calle estaba sola.

  Llegué al restaurante y no había nadie, así que ya no estaba ahí.

  Corrí hasta mi carro nuevamente y manejé hasta su casa.