Under temptation - Kookmin

Capitulo 11

   "Hazlo, no lo pienses. Solo hazlo"

— ¿Cuántos años estás cumpliendo?

— x...

— Yo a los "x" me follé a mi prima. Creo que es hora de que tú folles también.

— No quiero hacerlo aún.

— No te preocupes, lo haremos rápido. Pasa — una pequeña chica, entró a la habitación cubriendo su cuerpo con una toalla — ella es Michelle. Es una putita que pagué como regalo de cumpleaños para ti. Me gustaría mucho ver cómo te la follas.

  La chica temblaba sin mirarlos a ninguno. Su vista permanecía en el piso y sus manos se aferraban a la tela.

— No lo haré — se negó mirando el reloj de la pared ansioso porque su madre volviera.

— Oh, sí, lo harás — tomó a la joven por el pelo y la lanzó en la cama — ponte en cuatro — ordenó haciendo lo mismo con Jimin; sosteniéndolo por el cabello obligándolo a colocarse detrás de ella — chupa su vagina... Mira lo pequeñita que es y está perfectamente depilada — empujaba la cabeza del rubio tratando de que hiciera lo pedido pero Jimin se resistía.

— No quiero — comenzó a llorar — no quiero hacerlo, por favor.

  El hombre furioso le propinó una bofetada lanzándolo hacia una esquina — Lo haré por tí entonces — sacó su miembro y lo incrustó de un solo golpe en la cavidad de la chica, haciéndola gritar de dolor — así es como se hace — decía mientras la embestía.

  Jimin solo lloraba cubriéndose los ojos — ¡Por favor! Detente ¡La estás lastimando!

— ¿Quieres tomar su lugar? — se burló sacando su polla para ayacular en la espalda de la chica. Tomó la toalla y la sacó de la casa por un brazo sin importarle que estuviese desnuda y adolorida — Para qué te compres un dulce o algo — le lanzó unas monedas y luego cerró la puerta.

  El pequeño estaba en un rincón abrazando sus rodillas mientras sollozaba.

— Lo mismo le pasará a tu madre cuando venga.

— ¡No! Por favor.

— Entonces saca tu pene y tócalo para que yo vea.

   Se miraba al espejo sin poder reconocer a quien veía... Su cabello estaba mas corto y arreglado a la perfección. Una camisa negra manga larga en tela de algodón vestía su torso y unos jeans ajustados forraban sus piernas; debajo llevaba unos tenis Converse que le había regalado Taehyung.

— Te ves increíble — dijo Nayeon sorprendida al ver el cambio tan radical que el rubio había tenido — ahora creo que sí quiero follar.

   Jimin se rió peinando su cabello hacia atrás mientras lamía sus labios. Le encantaba como se veía — ¿Qué sigue?

— Vamos — le tendió la mano para salir juntos del salón de belleza y dirigirse a dónde celebrarían el cumpleaños número 21 del menor de todos.

  Llegaron a un salón de eventos en donde entraron y estaba todo oscuro — No veo — dijo asustado.

— ¡Sorpresa! — gritaron todos mientras se prendían las luces y se dejaba ver la decoración.

  Sus ojitos se llenaron de lágrimas y solo se dejó abrazar por la chica a su lado mientras sus amigos y compañeros de la academia se acercaban a felicitarlo.

— ¡Maldición! ¡Te ves caliente! — dijo Jin mirándolo de pies a cabeza.

— No puedo creer que seas el mismo Jimin. A ver una vuelta — lo hizo girar levantando su brazo — ¿¡Qué!? ¿Cómo que tenías ese culo y yo no lo sabía?

   El rubio se rió tan avergonzado.

— Este es mi regalo para ti — habló el pelimorado entregándole un sobre. El menor lo abrió viendo que eran pasajes de avión — dos días y dos noches con todo incluído en la isla Jeju. Para ti y alguien más que quieras llevar. La fecha la elijes tú a tu gusto.

— ¡Muchas gracias! Me encanta — le dió un abrazo.

— Yo también tengo algo — dijo Tae.

— ¿Más? Ya me has dado mucho. Incluso estos zapatos me los regalaste ayer.

— No me importa... Lo mereces. Primero: quiero que sepas que esto es solo si tú quieres — Jimin lo miraba expectante — estoy por abrir mi propio restaurante y quiero que lo manejes conmigo y dirijas la cocina.

  El rubio se llevó las manos a la boca evitando gritar — Tae...

— ¡Ese no es el regalo! — también le dió un sobre y se acercó a hablarle en el oido — son seis meses pagos con un psicólogo, creo que tu salud mental es mas importante que todo y quiero que estés bien, aparte hay dentro un cheque... Que es para el pago de tus muebles.

— ¿Mis muebles? — preguntó sin entender.

— Oh — se alejó — es cierto.

— ¿Qué?

  La puerta se abrió y entró Jungkook muy agitado, al parecer llegó corriendo — Perdón por la demora — dijo colocando las manos en sus rodillas regulando su respiración. Pero eso solo fue hasta que vió a Jimin.

  Sus ojos se abrieron en sobremanera y detalló desde la planta de los pies del menor hasta su último cabello — Wow — dijo sin poder creerlo.

— Apúrate porque ya la cagué y eso de llegar tarde es mi don, no intentes quitarme mi papel — intervino Tae.

   Jungkook puso los ojos en blanco y se acercó para tomar la mano del rubio y llevarlo a un lugar aparte — Lamento la demora.

— No te preocupes, yo llegué hace poco.

— Te ves muy bien.

— Gracias... Tú también.

— No, no. Yo siempre estoy igual, en cambio tú... — negó con la cabeza para ordenar sus pensamientos — Lo siento. Quiero darte mi regalo.

— No tienes que darme nada. Ya me has dado tanto...

— Sí, igual ya lo compré — ambos se rieron.

— Tu amigo Taehyung abrirá un restaurante en el cual quiere que trabajen juntos... Pero es muy lejos de nuestra casa. Por eso compré un pequeño departamento para ti en esa zona... No es muy grande pero es lindo y cómodo... S-solo le faltan los muebles lo demás lo conseguí hoy.

— Jungkook... — el rostro del rubio era un poema.

— No creas por favor que no quiero vivir más contigo, al contrario me harás mucha falta es solo que... Quiero que tengas tus cosas y no dependas de mi ¡No es que no quiero que lo hagas! Es solo que...

— ¡Muchas gracias! — lo abrazó con tanto cariño y gratitud. No sabía cómo pagarle todo lo que había hecho por él — ahora entiendo lo de los muebles — ambos se rieron separándose.

— Bailemos — Nayeon se acercó para llevarse a Jimin. Mientras este miraba hacia atrás regalándole una hermosa sonrisa a Jungkook.

   Todos bailaban entre ellos en medio del salón con la música muy alta. El rubio nunca se había sentido tan querido y tan feliz.

  Después de un rato vió a lo lejos al pelinegro junto a Jennie y por alguna razón se sintió mal ¿Esperaba que ella no viniese?

  ¿Ó quería toda la atención de Jungkook ese día para él?

— Quiero darte mi regalo — dijo ella de forma muy sensual en su oído.

— ¿Qué es? — preguntó dejando de mirar a la pareja para ver a la chica.

— Te lo daré al terminar la fiesta, pero tendrás un adelanto — lo sostuvo por la cara estampándose contra sus labios. Dándole lo que sería su primer beso.

  En el que todos los presentes aplaudieron y alabaron; menos una persona.

  Jungkook...

Debido a las normas de Wattpad puse una x en las edades.