Después de que tus padres, Capitán América y Ironman renunciaran de ser super héroes, dejan a tus hermanos y a ti como los nuevos encargados de la iniciativa Vengadores para nuevos super héroes que andan por ahí escondidos.
Pero tú no tienes mucho i...
Steven: Buenos días – se encontraba sentado en la cama con su ropa de trabajo puesta y su maletín – ya me voy a trabajar, te dejé el desayuno en la mesa.
– No, espera – me senté rápido en la cama para verlo mejor – voy contigo.
Seven: ¿Segura? Dijiste que no querías salir a ningún lado.
– Pero lo estuve pensando y decidí que si quiero salir – me quité la cobija de mis piernas, me levanté para buscar mi ropa, osea el traje de Moon Devil, Steven solo me seguía con la mirada – quiero acompañarte a trabajar.
Steven: ¿No te vas a aburrir? – quiso desvíar sus ojos cuando la chica se estaba poniendo el pantalón pero su cabeza y sus ojos no reaccionaban, esa acción tiene que ver con dos personas.
– No, puedo ayudarte con los dulces y el inventario – terminó por ponerse las botas – a demás, necesito que me acompañes a una de mis tiendas de ropa, está algo cerca de museo, necesito ropa limpia, ya después me doy un baño, ¿Es de Marc, verdad? – se refirió a una gorra color negro que estaba en un perchero – no le importa si me la pongo – se la puso – vámonos – ya estaba en la puerta.
Marc: Está usando algo mío – dijo con ilusión.
Steven: ¿Estás bien? – me miraba preocupado, solo negué con la cabeza.
– lo siento, hablé muy rápido, ni siquiera te pregunté si querías acompañarme, te voy a retrasar para llegar a tu trabajo – me senté en una de las sillas que tenía – solo que no me quiero sentir sola y no se a que hora regresarás – Steven se puso enfrente de mi, sus manos las puso en mis mejillas y las acarició con sus pulgares.
Steven: No te preocupes por eso, yo soy feliz con que estés aquí conmigo de nuevo, claro que quiero acompañarte, contigo a donde sea – besó su nariz – andando – me tomó de la mano, me sacó de la casa.
Después de caminar por un rato, llegaron a una de las tiendas.
Entraron los dos, haciendo que el sonido de una pequeña campana se escuchara, les dieron la bienvenida.
Le pidieron autógrafos y fotos los empleados junto con los clientes, con mucho gusto lo hizo, después de eso fue a escoger su ropa.
– No quiero algo muy extravagante, no quiero llamar tanto la atención – buscaba en el área de playeras.
Steven: Pero yo que recuerde, así siempre te vistes, tienes un buen gusto y me gusta como te vez – el también veía la ropa.
– Gracias Steven – escogió un pantalón de mezclilla – solo falta la playera o blusa.
Steven: ¿Qué tal esta? – le mostró una blusa gris.
– Tienes un buen gusto también – la tomó y se metió al vestidor – gracias.
Jake: Métete con ella, de seguro va a necesitar ayuda.
Steven: Ni de broma, no quiero meterme en problemas – fue a sentarse a uno de los pequeños sillones, era una pequeña sala de espera.
Jake: Bien que quieres Steven.
No lo iba a negar, pero el es respetuoso, no dejaría que sus instintos lo controlaran.
Marc: Puedo ver sus piecitos por debajo de la cortina – así era, los pies descalzos se podían ver – son pequeños.
Jake: Pero de tamaño perfecto para un collar nuevo para nosotros – Marc y Steven le iban a contestar pero en ese momento salió la chica.
– Listo, siguiente parada, el museo.
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