Como era mi primer día mi papá me dijo que iría por mi.
Esa tarde recopilé datos del desconocido:
— Su nombre era Ta Nannakun.
— Tenía 19 años.
— Estudiaba en el ala de deportes.
— Le gustaba tocar música de vez en cuando.
— Tenía de padrino a Mile.
— Era alfa.¡Tenía de padrino Mile! Mi papá alfa era el padrino de aquél chico que no conocía pero que me rescato en dos ocaciones.
Y ahora estana ahí, esperando que papá llegará con los nervios de punta porque jamás esperé que las coincidencias de la vida fueran tan horribles.
Vi a Ta caminar por los pasillos con rapidez mientras hablaba por celular, yo tenía el mío en la mano para que cuando papá llegará corriera al auto y evitar que se topara con Mile o Bible.
— ¡Se supone que vendría Bible por mi, no tu! ¡Tengo que armar una presentación para mañana! ¡Esta bien, te espero a la entrada! — Sentí que Ta choco con mi espalda casi tirandome por las pequeñas escaleras.
Sus manos se aferraron a mi cintura para evitar que me cayera, me di vuelta y le di una tierna sonrisa la cual el replico con un sonrojo.
— Siempre estamos chocando el uno contra el otro.— Suspiro con sus mejillas sonrojadas, solte una risita nerviosa.— Ya no es coincidencia que siempre te este salvando de romperte la cabeza.—
Sus ojos cafes me tenían repentinamente hipnotizado y aunque sabía que estabamos en publico no me importaba mucho, él guardo silencio por unos segundos. Su boca se hizo una linea inexpresiva pero sus ojos brillaban con una tierno e inocente brillito.
Pase saliva mientras que Ta miraba el subir y bajar de mi manzana de Adán, estaba nervioso al igual que yo pero ninguno hacía el amague de querer alejarse y yo esperaba que él no quisiera hacerlo porque por mi parte no quería.
Se fue acercando lento hacía mi mientras se mordía el labio inferior con delicadeza, cerré los ojos cuando su aliento rozo mis labios pero un bocinazo hizo separarnos de golpe ambos sonrojados a mas no poder.
Aclaré mi garganta pero vi a mi bajar de su camioneta fingiendo molestia, caminó a mi con los brazos cruzados.
— ¡Barcode! — Grito a pocos pasos míos, me abrazo con fuerza susurrandome que luego en casa tendría que contarle quien era Ta.
Ta miro a mi papá con el ceño fruncido pero con una sonrisa en sus labios luego me miro a mí.
— Buenas tardes.— Susurro inclinándose suavemente a papá, le habló en coreano.
Lo miré con la ceja alzada.
— No es necesario, papá habla tailandes... Ambos somos tailandeses.— Informe Ta parecía aliviado y luego su mirada paso a sorpresa.
¡Sip! Esa era la primera reacción de muchos al saber que Apo era mi papá, papá no era feo y no representaba los treinta y tantos que tenía.
— ¿Tu padre? ¿Eres adoptado? — Abrí la boca ofendido.
¡Adoptado tú! Me cruce de brazos al oír a papá reírse.
— No, Barcode es mi hijo biológico.— Ta se rasco la nunca incómodo susurrando unas disculpas.
¡En tu cara! Ta se solto una risita por mi expresión y es que claro que me incomoda que pensará que soy adoptado, soy muy parecido a papá eso es imposible sin contar que ambos somos omegas.
— Apo, Soy Apo Nattawin para lo necesites.— Ta sonrió asintiendo.
— Soy Ta Nannakun estuadiante de segundo año deporte...— una bocina interrumpió a Ta.
Y todo paso en cámara lenta, aquel auto estacionó al lado de la camioneta roja de papá, era grande y lujoso. El hombre que salió de aquel carro era mas que eso, llevaba un traje a la medida con la corbata algo floja y sin saco, el cabello peinado hacía un lado.
Vi a papá tensarse y supe que estaba en problemas cuando el dulce olor de papá que nunca cambiaba ahora lo hacía por un extraño olor amargo que no paso desapercibido por Ta.
El hombre cuando hizo contacto con mi papá también se tenso, sus ojos casi se salieron y quedo estático en su lugar mirando a papá.
— Estoy algo mareado.— Susurre para mi mismo.
El golpe de olores entra papá y ese hombre era muy fuerte e intenso, no supe porque me sentí de inmediato mal y derrepente Ta estaba sosteniendo mi cintura tratando de evitar que cayera al suelo.
Su instinto de alfa hacía que le gruñera bajito a ese hombre.
— ¡P'Mile tu olor! — Ahora papá se tensó al oír su nombre al igual que yo.
¡Claro! Eran destinados y por eso sus olores me aturdieron porque yo era la mezcla de ambos.
Papá olía a vainilla con un pequeño aroma con canela , era un olor dulce y tierno por lo que papá lograba calmarme en segundo pero ahora su olor me estaba aturdiendo.
Mientras que Mile olía a cafe, un cafe muy cargado con un toque a chocolate que me hacía sentir en casa ya que yo también compartía aquel olor pero ahora su potente olor a cafe me estaba mareando.
Me sentía mal, yo por mi parte olía a cerezas con chocolate amargo. Papá siempre dijo que era un olor extraño y muy peculiar en un omega, sin quererlo mi olor se expandió también mareando un poco a Ta que estaba a mi lado.
Ta me miro con los ojos algo aguados y supe que mi olor lo estaba afectando porque yo sentí un fuerte olor a menta ya que estaba casi pegado a él.
— Papá...— Susurre algo ahogado ya que de la nada sentía mucho calor.
Papá me miro para luego ver a Mile, cabo los clavos con rapidez. Ellos eran mis padres y que al verse sus olores se combinarán hicieron que yo entrara en un repentino trance que solo papá podría sacarme ya que era omega.
Se acercó con rapidez hacia mi tratando de controlar su aroma pero era muy dulce y hostigante tanto que me escondí en el pecho de Ta pudiendo percebir mejor su tierno olor a menta que por ahora era mi refugio.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
ESTÁS LEYENDO
Moral of the story. (MileApo/JeffBarcode) TERMINADA.
FanfictionHabían pasado años desde que Apo Nattawin sintió lo que era volver a la juventud, una tardía ya que la tuvo que dejar para cuidar de su pequeño (no tan pequeño) hijo. Ahora las cosas habían cambiado, Barcode ya no era un niño y él ya no era un omega...