Me dijeron qué...

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- Guachin, no sabes lo que acabo de escuchar -

Fue lo que le dijo Thiago a Agustín apenas se dio cuenta de que estaba despierto.

- ¿Qué pasó? - le preguntó, sentándose con esfuerzo. Se había adormecido un poco por las pastilla pero lo había aprovechado para hacer que todos se fueran y lo dejaran tranquilo.

- Parece que las minas andan diciendo que Juli te empujó a propósito - le contó el morocho en voz baja.

- Naaaa - Agustín abrió mucho los ojos, sin poder disimular su sorpresa - No creo, los golpes están prohibidos en el reglamento.

- Yo solo te cuento lo que andan diciendo las minas - repitió Thiago - Si la producción piensa lo mismo, de seguro la van a sancionar  -

- O echar -

Agustín tomó aire: definitivamente no tenía tiempo para descansar. El juego era permanente y todo lo que pasaba se utilizaba para una estrategia.

Pero ya se lo dijo el primo: no tenían que hacer lo mismo que ellos.

- ¿Qué haces boludo? - le preguntó Thiago cuando lo vio levantarse - Para, para, si querés ir al baño o querés algo, dejame llamar a alguno de los grandes... -

- Quiero ir al confesionario - le explicó Agustín - Y puedo caminar lo más bien -

- No quiero que me bardeen si te pasa algo más - se quejó Thiago, puso una mano en su espalda y caminó atrás de él.

Los dos iban muy lento pero Agustín era un hombre con una misión: lesionado o no, esto seguía siendo un juego y él era un estratega.

- ¿A donde vas? - le gritó Alfa cuando lo vio llegar a la cocina - ¿Qué haces levantado? -

El grito llamó la atención de los que estaban afuera: Juan y Lucila miraron con curiosidad desde el ventanal, mientras que Marcos y Julieta entraron corriendo a la casa.

- Voy un toque al confesionario - le aclaró Agustín. Al verse en las ventanas espejadas se dio cuenta que caminaba más jorobado que antes.

- Si querés algo, decilo y lo pedimos alguno de nosotros - insistió Alfa, caminando con los dos chicos.

- Gracias pero te juro que es un toque - insistió Agustín a su vez.

Marcos y Julieta se pusieron al lado de Thiago. Los cinco formaron una extraña línea que ocupó todo el pasillo hasta el confesionario. Julieta se adelantó para tocar el timbre y abrirle la puerta.

- Ya vengo - les dijo Agustín, alejándose del agarre de Thiago, entró al confesionario, cerrando la puerta enfrente de la expresión preocupada de Julieta.

- Agustín - lo saludó el suplente de Gran Hermano - ¿Qué necesitas? -

- Quiero aclarar que lo que pasó con Juli fue un accidente - le explicó - Porque ya están diciendo cosas y no me gusta. Estábamos jugando, me lastime, son cosas que pasan. No quiero que se digan cosas raras ni que se la acuse a ella de algo, porque no lo hizo a propósito -

- Quédate tranquilo, vamos a hablar con Julieta teniendo en cuenta tus palabras - lo tranquilizó el suplente.

- Gracias - asintió Agustín y se levantó - Hasta luego -

- Descansa, Agus -

Cuando abrió la puerta y se encontró de frente con Alfa, Romina y Marcos, Agustín sintió que estaba metido en un enorme problema y sus papás estaban a punto de retarlo.

- A la cama. Ya - le ordenó Romina, señalandole el camino a los dormitorios.

Decidió ser mansito y obedecer sin quejarse, especialmente cuando vio que la foto de las hijas de la ex diputada se asomaba desde el bolsillo del delantal de cocina que tenía puesto.

- Vamos primo - Marcos lo agarró del brazo y lo presionó contra su costado, prácticamente arrastrandolo todo el camino.

Alfa y Romina supervisaron como Marcos lo ayudaba a meterse a la cama y le acomodaba las almohadas para que quedara sentado.

- Hay que traer una silla para que tenga donde apoyar la comida - le comentó Alfa a Romina - Por hoy y mañana, que coma acá en la habitación -

- A lo mejor les molesta a los chicos pero bueno, solo va a ser por un día - comentó Romina.

- Yo voy a mantener todo limpio - dijo Marcos y se sentó con cuidado al lado de Agustín.

- No quiero ser una molestia - se quejó Agustín pero Romina lo calló con una mirada.

- Dijeron que tenías que hacer reposo, así que vas a hacer reposo - lo retó la mujer y salió del dormitorio con el mayor.

Cuando se quedaron solos, Agustín le sonrió con complicidad a Marcos.

- Que mala suerte tengo primo - le comentó. Marcos solo suspiró y le acarició el pelo - Tenía que ir rápido al confesionario antes de que le pasara algo a Juli -

- ¿Qué le puede pasar a Juli, primo? - le preguntó Marcos, manteniendo una cara de enojo.

- Que uno de estos forros diga que me empujó a propósito y la haga echar - le explicó y el salteño miró hacia la puerta - ¿Qué? -

- Ella me contó parecido - le explicó - La Tora le estuvo diciendo algunas cosas raras -

- ¿Qué cosas? -

- Cuando te sientas mejor te cuento -

Agustín tomó aire y se contuvo para no quejarse, de seguro Coti le iba a contar más tarde.

Marcos le acarició el pelo un largo rato, mirando a la nada mientras Agustín le hacía muecas a una cámara. Estaba aburrido y, en condiciones normales, ya se hubiera tirado encima del salteño para chapar por un largo rato pero estaba adolorido y el otro no parecía estar en la labor.

- Uhhh, dame tu amor a mi - canturreo Agustín en voz baja.

- No hables - lo retó Marcos - O vas a tardar más en curar -

- Me aburro - se quejó Agustín. Marcos se inclinó y le dio un beso suave en la coronilla de la cabeza.

- Tiene que cuidarse primo, usted siempre me hace preocupar -

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¡Hola a todos! Dejo este capitulo ahora, de seguro actualizo a la noche durante la gala.

Estoy en las nubes por lo que pasó anoche entre los primos... no nos merecemos a Marcos, es un ángel entre los hombres.

La realidad siempre supera a la ficción.

Gracias por su apoyo ❤️❤️

Porque él es mi amigo [Marcos/Agustín] GH 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora