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La noche se sentía rara.

Para empezar, Nacho lo estaba mirando mucho y Marcos le pidió que lo ignore cuando se lo dijo; aunque notó que miraba al rubio cuando creía que no estaba prestando atención.

Después Alfa se fue a dormir más temprano que de costumbre, al mismo tiempo que Maxi y Alexis.

Agustín se quedó afuera con Marcos y las chicas, hasta que Romina las mandó a dormir.

Pensar que él antes también le hacía caso como un idiota, creyendo que Romina se preocupaba por él. Fue un idiota.

Thiago lo sacó de su reflexión cuando dijo que también se iba a dormir y, apenas se alejó, Marcos puso una mano en su rodilla.

Miró a su alrededor, notando que estaban completamente solos.

Marcos agarró una manta y cubrió sus regazos, acercandolo con un abrazo.

- Hace frío - comentó el salteño, en un tono extraño. Su voz sonaba grave y baja. Lo hizo estremecerse.

- Bastante - solo pudo responder, apoyando sus manos en el pecho del otro.

- Es mejor que nos acerquemos más, para darnos calor - sugirió Marcos, bajando su mano hasta su cadera.

- Tenes razón -

Fue lo último que pudo decir antes de acomodarse en el regazo de Marcos como siempre hacía, aunque esta vez era distinta a las otras.

Marcos se recostó en el sillón, movió la manta para que lo cubriera de pies a cabeza, dejando sus piernas descubiertas, ya que eran muy largas y se volteó para ver que caían en el apoya brazos.

- ¿Estas listo primo? - le preguntó Marcos en voz baja.

Volvió a voltearse, quedando su cara pegada a la de él pero sin que sus labios se tocaran.

¿Cómo hace para ser tan respetuoso en un momento como aquel? Ya le iba a preguntar más tarde.

Vio una cámara apuntando hacia ellos y se apresuró a hacer la seña de consentimiento. Marcos lo imitó, sin dejar de mirarlo.

Finalmente, Marcos volvió a estirar la manta para tapar sus cabezas y cubrirlos de las cámaras.

Eso encendió algo en ambos.

Se besaron como si nunca lo hubieran hecho, mordiéndose los labios y succionando sus lenguas como dos adolescentes hormonales.

Cuando Marcos bajó las manos a sus pantalones, no dudo un segundo en moverse para que pudiera sacárselos.

Fue difícil debido a la pose en la que estaban y Marcos no parecía dispuesto a dejar que la cámara viera siquiera un poco de más de sus cuerpos, lo que lo hizo tardar más.

En vez de desesperarlos los hizo reír bastante.

Finalmente, Agustín se sacó su short y su boxer, dejándolos entre los almohadones del sillón. Antes de volver a sentarse, bajó los pantalones de Marcos y este hizo lo propio con su boxer.

Cuando volvió a acomodarse sobre el regazo del más alto, fue plenamente consciente de que esa cosa grande iba a estar adentro suyo.

Era un mal momento para cohibirse acerca de su propio tamaño y de lo que podía llegar a pasar pero no pudo evitarlo.

- Tranquilo primo - lo tranquilizó Marcos - Yo estoy acá -

Agustín sonrió y se inclinó para darle un beso.

Desaceleraron un poco. Marcos le agarró la cara y paso una mano por su pelo, como siempre hacía cuando quería tranquilizarlo o mimarlo en público.

Y funcionó. Se relajó, dejando que su cuerpo cayera completamente sobre el de Marcos, que agarró su cadera con una mano y con la otra busco algo a su costado.

Porque él es mi amigo [Marcos/Agustín] GH 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora