Paciencia

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Al final, Marcos tuvo que pedalear con Romina y Agustín se quedó haciendole la segunda a sus compañeros toda la noche.

Fue divertido, ya que pudo conversar con todos, incluso con los que lo trataron mal.

Pero dejo en descubierto algo obvio: él y Julieta no se llevan bien.

Y Marcos estaba usando a Julieta para cubrir sus sentimientos por él, aunque eso no significaba que la rubia no le pareciera linda.

No lo culpaba. De hecho, él seguía pensando que Coti era la más linda de las chicas.

Igual fue incómodo darse cuenta que Julieta estaba celosa de él y que él mismo estaba celoso de Julieta.

Él era buda. No iba a explotar contra ella por esa estupidez.

En cambio Julieta...

Dependía completamente de lo que le dijeran las chicas.

Lastima, era una chica inteligente pero muy influenciable.

- Toy hecho concha, primo - se quejó Marcos, acomodándose en el sillón.

- Tranquilo primo, yo me encargo -

Agustín agarró uno de los pies de Marcos y empezó a hacerle masajes.

- ¡Esos masajes en los pies eran míos! - gritó Coti indignada.

- Pedile al Conejo que te los haga - respondió Agustín. El salteño suspiró, satisfecho por el masaje.

- ¡Coneeee! -

La va a mandar a cagar un día de estos pensó Agustín, sonriendo cuando sintió que Marcos acariciaba su muslo. También se había tapado la cara con una almohada, asi que era obvio que iba a dormir un rato.

- Te dije que tenias que descansar - lo retó a Marcos - Pero vos vas y pedaleas, vas y pedaleas. Ahora estas destruido y más cansado que antes -

- Perdón primo - se disculpó con la voz ahogada por la almohada.

- No lo retes tanto - se burló Maxi.

- Na, alguien le tiene que decir que hizo mucho. Recuerden que cuando ganemos la prueba, va a ser gracias a Marcos - dijo Agustín en voz alta, sin importarle si lo escuchaban o no.

- Basta primo - Marcos dio manotazos al aire y le dio un par de palmadas en el brazo.

- Ay, le da verguencita - se burló Romina.

Agustín cambio de pie y Marcos volvió a suspirar.

- A mi también haceme masajes - Julieta apoyó su pie el regazo de Agustín.

- Saca de ahí - le dijo Marcos, golpeando su pie con el suyo.

- Ay, no. Yo también quiero - y empezaron a pegarse encima de él.

Agustín bostezo y dejó de masajear el pie de Marcos.

- No pares - se quejó Marcos, golpeando sus manos con su pie.

- Bueno -

Julieta rió y apartó su pie, aunque su sonrisa desapareció rápido cuando Marcos apoyó su otra pierna encima del regazo de Agustín y se acercó más a él.

Agustín siguio masejeando el pie del salteño, ya en piloto automatico, ignorando la mirada de malhumor de Julieta. Ya estaba harto: si tanto lo quería a Marcos, que moviera un poco el orto y se lo dijera de frente. No es como si él fuera a permitir que algo pasara entre ellos pero odiaba a las histericas.

- Primo... vamo a dormir - le pidio Marcos entre bostezos - Ya termino la prueba, vamo a dormir -

Agustín soltó su pie y esperó a que Marcos se levantara. Este lo hizó con lentitud, practicamente arrastrandose hacia el dormitorio.

Para su suerte, estaba vacio. Pero Marcos se veía tan cansado que Agustín decidió que era mejor dejarlo dormir.

- Primo, ¿va a dormir conmigo? - le preguntó, tirandose en su cama.

- Si vos queres - lo  miró con preocupación - Estas muy cansado -

- Sí, sí quiero. Venga primo - le insistio.

Agustín agarro su almohada y apagó la luz, yendo a acostarse con Marcos.

- Primuuuu... - bostezó Marcos, con los parpados caídos.

- Primo - Agustín le acarició el pelo, tarareando en voz baja.

- Te prometí... que en el sauna... - Marcos no paraba de bostezar.

- Después primo. Soy re pajero pero no para tanto - no pudo evitar reírse de él mismo.

- Ya lo voy a agarrar más tarde primo... -

Y se quedó dormido. Agustín dudó en quedarse con él pero al final se acurrucó a su lado y también se durmio.

Porque él es mi amigo [Marcos/Agustín] GH 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora