Porque él es mi amigo [Marcos/Agustín] GH 2022

Soñé un sueño

- ¿Vamos a bañarnos, Marquitos? -

Marcos se volteó cuando Agustín salio del sum completamente sudado, de nuevo sin remera y con una sonrisa de oreja a oreja.

- Como la movió hoy primou - le comentó, levantándose de la reposera.

- Mi gente pide que haga los prohibidos - respondió bailando.

Las fiestas siempre le hacían bien a su querido primo: sonreía más, se relajaba y no le hacía caso a nadie.

Ojala pudiera ser así todos los días.

Cuando llegaron al baño, Agustín empezó a desnudarse sin vergüenza alguna y Marcos fue rápidamente hacia la ducha para darle privacidad y que el vapor cubriera un poco el cuerpo del más bajo.

- Marquitos - lo llamó Agustín.

- Para que entro a la ducha y ahí entras vos primo... - le dijo sin mirarlo.

Pero una caricia lo hizo estrecerse: era fría y rasposa, como un envoltorio de plástico. Primero pensó que debía ser un jabón sin abrir hasta que fue bajando por su brazo hasta llegar a su mano.

Lo agarró por instinto y miró: era un paquete de lubricante.

- También traje un preservativo - le dijo el de ojos claros en voz baja.

- Agu - dijo nervioso, tragando saliva.

- No voy a hacer ruido - se apresuró a decirle el otro y lo abrazó por la espalda - Y si somos lentos, no se va a escuchar nada -

Marcos volteó a verlo: los ojos de Agustín estaban muy abiertos, más azules que nunca (o esa fue su impresión), al punto que podía ver su cara reflejada en ellos.

Hace mucho que querían eso, ya se contuvieron mucho y sus circunstancias no podían empeorar en una casa donde, obviamente, nadie la estaba pasando bien.

Se volteó y Agustín apartó sus brazos. Sin dejar de mirar esos ojos claros que tanto le gustaban, se quito el traje de baño, quedando desnudo enfrente del otro, de la producción, de Gran Hermano y toda la Argentina y Uruguay.

Se tomaron de las manos. Marcos caminó de espaldas a la ducha, estremeciendose por el agua. Agustín lucia más relajado e incluso cerró los ojos, alzando su cara hacia arriba.

Su cuello quedó completamente descubierto y Marcos aprovechó para agacharse, dándole besos suaves; lo acercó con sus brazos, envolviendolo completamente.

Fue bajando por el cuerpo del más bajo, suspirando cuando llegó a sus pezones, mordiendolos y succionandolos con fuerza.

Fiel a su palabra, Agustín no hizo ningún ruido.