El nueve es el seis al revés

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- Ni bola le diste a mi charla, Marcos -

Agustín y Marcos tomaban sol, completamente relajados y sin hacerle caso a nadie: los dos seguían pegados apesar de las quejas de Coti.

El platense no pudo evitar pensar que ya era hora de que su amiga se acostumbrara a eso.

- Ahora ya sabe como me siento todos los días, primo - respondió Marcos - También ando atrás de Thiago, que me hace menos caso que uste -

Agustín rió y volteó a verlo. Marcos estaba con los ojos cerrados y no sonreía.

- Estas muy tenso -

- El domingo se puede ir cualquiera de los dos -

- Si pasa, entonces volverá en el repechaje -

Marcos abrió los ojos y se volteó levemente para mirarlo.

El más le sonrió y alzó las cejas. Confía en mí.

El salteño soltó una bocanada de aire y lo miró con con tristeza. ¿Es necesario?

Sí.

Ganar ya no era prioritario para el platense: a los ganadores se los recordaba pero más a quienes llamaron la atención por su juego.

Por eso dos de sus ídolos, Gaston Trezeguet y Nadia Epstein, no eran ganadores.

Él recordaba el contrato y el reglamento casi de memoria, por algo Coti le hacía varias preguntas a escondidas e incluso Alfa se seguía acercando a él por ese motivo, y en el contrato decía que habría un repechaje cuando quedara la mitad de participantes.

Estaría alrededor de una o dos semanas afuera.

Lo suficiente para recaudar información.

Aunque ahora empezaba a dudar: Marcos estaba demasiado angustiado, a pesar de las miles de veces que le dijo que él no se iba a ir.

- Van a ser un par de semanas, primito - le dijo en voz baja - Y voy a volver -

Marcos se limitó a hacer un ruido de asentimiento, sin cambiar su expresión de desánimo.

- Y acordate que hay partido - añadió a último momento.

Eso distrajo al salteño, pero lo conocía bien y sabía que no había olvidado el tema.
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A la noche quedaron solos después de otra charla sobre sexo, cortesía de los dos cordobeses. Agustín no podía evitar reír a carcajadas, aunque su risa fue más sincera  cuando se quedó solo con el primo.

Ya perdió la cuenta de cuantas veces tuvo que exagerar historias o inventar otras para ser incluido en el grupo de varones. Después le confirmaba a Marcos que era verdad y que no, pero era cansador.

Tal vez irse le haría bien, sentía que se estaba volviendo loco.

Segui el plan. Se regaño a sí mismo, suspirando cuando Marcos se movió del sillón individual al grande y movió su cabeza para acomodarla en su regazo. Agustín se acomodó en el muslo, bastante duro, del más alto, que le acarició el pelo mientras ambos miraban fijamente la puerta.

- Me encanta este sillón - comentó Agustín en voz baja. Nunca olvidaría lo que pasó en ese sillón.

Y también sentía un placer malvado cuando alguno de sus enemigos se sentaba ahí. Si supieran...

- A mi también - asintió Marcos - Y a diferencia de otra gente, no pienso en la posición... -

La charla de los cordobeses era básicamente Alexis quejándose de que sólo podía hacer que Coti lo montara todas las noches y que estaba empezando a aburrirse, ya que no era divertido si no podía verla en toda su gloria, debido a la luz apagada y las sábanas.

Porque él es mi amigo [Marcos/Agustín] GH 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora