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Narra Katherine

Después de que Sadie saliera de mi cuarto, entró Millie enfadada, la miré y me senté en mi cama.

-¿Que le has hecho a Sadie? -me encogí de brazos- ¿no sabes? -yo negué- Espero que sea la última vez que sale de tu cuarto.

-Oye mira, bonita, -La miré de arriba a abajo- lo mismo tienes que controlar a tu amiga y que deje de meterse en habitaciones ajenas, ah y lo mismo te digo -señalé la puerta y Millie se fue.

Joder, yo no sé qué he hecho mal para que me tenga que pasar esto, de verdad.

Tocó el timbre que daba por comenzada la cena, pero yo no tenía absolutamente nada de hambre, por lo que me quedé mirando mis redes sociales. Estaba pensando en subir alguna foto que me hizo Olivia en el bosque, y eso hice.

 Estaba pensando en subir alguna foto que me hizo Olivia en el bosque, y eso hice

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@kate_adams: "I'm the wild girl"

Pronto empezaron a llegar notificaciones, pero una de ellas me llamó la atención. "@sadiesink_ ha comenzado a seguirte"

Vaya pelirroja, ¿me quieres tener controlada? Me reí en alto y menos mal que estaba sola en el cuarto, si no, Olivia, me hubiera sacado a dormir al pasillo.

Estaba realmente cansada, así que me metí en la cama y me dormí al instante.

No sé cuánto había dormido, lo que sí sé es que algo me había despertado, me incorporé en la cama y encendí la lamparita de noche, haciendo que Olivia despertase.

-Dios Kate -dijo adormilada- apaga la luz, no son horas. -yo solamente me quedé en silencio mirando la habitación, ella se incorporó- ¿Qué cojones?

-Olivia -ella me miró- dime qué por favor, no tenemos eso en el cuerpo -a lo que ella asintió- Venga no me jodas.

Así es, me fijé y estábamos las dos llenas de purpurina de diversos colores. Aunque parezca una niñatería, es un coñazo quitar cada mota brillante. Milagros, la Bruja y la zanahoria, lo habían vuelto a hacer.

Me levanté de la cama y pisé los desagradables montones de purpurina. Mañana tendríamos que meter las sábanas a lavar y barrer toda la habitación, sin contar como cojones nos quitaríamos esto del cuerpo.

Cambiamos rápidamente las sábanas y nos quitamos el pijama para ponernos uno limpio. Cogí un rollo de celo de mi cajón y llamé a Olivia. Ella se sentó en mi cama y empecé a pegarle y despegarle el celo, ya que así se quitaba más o menos.

Tardé aproximadamente una hora en quitarle todo, en cuanto terminé, ella hizo lo mismo conmigo. Estuvimos desperdiciando un buen rato nuestro querido tiempo de sueño, para quitarnos todo lo brillante de nuestro cuerpo. Esto no se iba a quedar así.

Olivia miró el reloj, quedaban dos horas para que sonase el despertador, así que, ella pensó un plan.
Nos calzamos y bajamos lentamente a la cocina. Era un espacio gigante con una cantidad increíble de armarios, hornos y fogones. Fuimos a la despensa y cogimos dos kilos de harina y un bol. Subimos hasta la quinta planta y entramos en los baños.

-Vale, a ver -dijo Olivia abriendo el paquete de harina- echa esto en el bol y ahora mézclalo con agua, pero que queden grumos.

Y así hice, empecé a mezclarlo hasta que se me quedó una especie de masa con grumos de harina. Cuando lo tuvimos entramos en la habitación de Sabrina y se lo pusimos en el pelo. A ella la pusimos medio bol.

Corriendo fuimos a la habitación de Millie y Sadie, abrimos sin problema y entramos en silencio, Olivia se acercó a Millie y le echó el resto del bol en el pelo.

-Falta la zanahoria -me susurró Olivia- voy a hacer la mezcla otra vez, quédate aquí y vigila que no despierten.

Yo asentí y Olivia se fue a los baños, mientras venía me acerqué a la cama de Sadie con cuidado y, gracias a la luz de la luna, pude ver lo que tenía en su pared.
En ella había fotos con Noah, Finn, Millie y Sabrina. También había dibujos de Jacey y fotografías con Mitchell y dos chicos más, que también eran pelirrojos. De pronto entró Olivia, quien ya traía el bol preparado. Miré a Sadie y también la miré el pelo, espero que no se le quede muy mal, ¡por dios katherine! no pienses eso.

Empecé a echarle toda la masa en el pelo. me extrañó que no se despertase cuando le cayó un trozo de harina empapada en la cara, pero mejor la verdad. Volvimos a nuestro cuarto y , mientras yo llevaba nuestras sábanas a lavandería, así no sabrían quienes habían sido, ella barría el estropicio.

Pronto tocaron el timbre de despertador y nos preparamos tranquilamente para ir a clase. A primera hora, nos tocaba educación física. Ya empezaba a hacer frío y el entrenador Corey nos mandaba a correr 10 vueltas al campo de rugby para entrar en calor. El trío no se presentó a la primera clase.

A segunda hora tocaba biología, Olivia y yo nos sentamos en nuestros sitios y 10 minutos después de haber comenzado la clase, entró el trío. Se sentaron en su sitio y el profesor Austin siguió su clase.

-Eres demasiado impredecible Adams -me dijo Sadie

-La próxima vez -la miré- intenta que no entre purpurina por la nariz.

Tras terminar la clase, fuimos al recreo, Olivia nos estuvo contando cómo fue su cita con Noah y Chloe nos contó que el mismo día que teníamos planeado hacer la broma de las ranas en aquel bosque, Caleb y ella se besaron. Olivia y yo chocamos las manos y Chloe nos miró extrañada.

Sonó el timbre y entramos al edificio, me tocaba fotografía, así que fui a por mis cosas al cuarto y me dirigí a las escaleras, allí me encontré a Sabrina, quien me cogió del brazo y me subió a la azotea.

-Quiero hablar contigo, creo que es importante -a lo que yo asentí dándole una señal para continuar.

Indomable // Sadie SinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora