-Entonces... ¿te parece bien si apostamos?- miré a Millie, quien me tendía la mano y luego miré a Sabrina- Venga Sadie, es solo una pequeña apuesta
-Acepto la apuesta- estreché nuestras manos- enamoraré a la indomable Katherine Adams
-¡Que lo estoy haciendo bien! -respondía Chloe- ¡Tienes que sujetarlo desde dentro!
-A ver pavas, lleváis 15 minutos intentando montarla -me miraron las dos- dejadme a mí -cogí los alambres que faltaban por poner y empecé a montarla.- ¿Veis? no era tan difícil coño.
Me senté fuera de la tienda observando a los demás, ninguna otra tienda estaba en pie, excepto una. Me quedé mirando la tienda de enfrente a la nuestra y vi salir una cabeza naranja de ella. Vaya Sink, cuántas sorpresas me das. El profesor Austin nos había dado el día libre para instalarnos y observar a nuestro alrededor.
Me acerqué a la tienda de al lado ya que vi que tenían problemas y, a este paso, no iban a terminar de montarla.
-Hola -dije al acercarme- ¿necesitáis ayuda?
-Si eres tan amable de ayudarnos, lo agradeceríamos un montón -me dijo una chica castaña- Por cierto, me llamo Jenna.
-Katherine -estrechamos las manos y me puse a ayudarlas.
Empecé quitando algunas varillas que habían colocado mal y en 15 minutos tenían la tienda en pie.
-Wow -dijo Jenna- Muchísimas gracias Kate, sin ti no lo hubiéramos conseguido -sonríe mirándome.
-No hay de qué -la sonrío de vuelta- por cierto, mi tienda es justo la de enfrente, cualquier cosa que necesitéis estoy allí.
Me giré para ir en dirección a mi tienda cuando alguien me coge de la mano, me giro y veo que es Jenna.
-Em... Perdón - dijo tímida- me preguntaba si te gustaría ir hoy al atardecer a ver qué hay por aquí y... eso, ir las dos solas.
-Claro, me encantaría. Te vengo a buscar a tu tienda en cuanto empiece a bajar el sol.
Me fui a mi tienda, donde estaban Olivia y Chloe mirándome expectantes. Abrí la mochila que había llevado y cogí una chocolatina que ofrecí a mis amigas.
-Bueno qué -dijo Chloe- ¿nuevo ligue?
-Que va -respondí- solo estaba siendo maja.
Tras el interrogatorio que se marcaron mis amigas hacia lo de Jenna, llegó la hora de comer. Austin nos dijo que la comida que nos había mandado el internado era todo a base de bocadillos y sándwiches. Formamos una fila para recoger el bocadillo y la botella de agua. Cuando llegó mi turno me preguntaron que qué bocadillo me gustaba más, que había de sobra.
-Perdona -le dijo al profesor- ¿hay alguno vegano?
- Katherine Adams vegana -me dio un sándwich vegetal- entonces sois dos alumnas veganas -dijo para si mismo- Ya que estás aquí, ¿te importaría darle este sándwich a Sadie Sink?
Cogí los dos y fui directa hacia Millie con mi buena voluntad.
-Hola -dije al acercarme a ella- Me lo ha dado Austin para Sink -le tendí el sándwich y la botella de agua. -Ella me miró de arriba a abajo-
-Muchas gracias Katherine -me dijo finalmente- ¿no le habrás hecho nada no? -soltó una risa a lo que yo negué.
Me despedí y me fui con Caleb y Gaten a esperar a los demás. Cuando todos los alumnos ya teníamos nuestra comida, el profesor nos dio permiso para comer y luego hacer cualquier actividad que se nos ocurriese. Nosotros estábamos comiendo cuando Olivia sacó tema de conversación.
-Katherine, ¿vas a ir esta tarde con Jenna entonces? - me miraba con una sonrisita-
-¿Jenna Ortega? -dijo Gaten a lo que Olivia y Chloe asintieron.
-A ver -dije bebiendo un trago de agua- Solamente acepté su invitación. Tampoco hay que ser maleducado.
Ellos empezaron a reírse de mí y fui el tema principal durante un buen rato. No veo nada de raro en aceptar su invitación ¿no?
Cuando todos terminamos de comer, decidimos ir a ver qué había por los alrededores de donde estábamos asentados. Nos metimos al interior del bosque, el cual me recordaba bastante a los bosques de The Walking Dead.
Íbamos en grupo hasta que Noah y Olivia se quedaron atrás, Chloe se puso a hablar con Gaten, Finn iba en busca de no sé qué setas venenosas y Caleb y yo íbamos hablando.
-Kate, me gustaría hacerte una pregunta -dijo Caleb tímido- ¿sabes si a Chloe le gusta alguien?
-Pues la verdad que no tengo ni idea... se lo tendría que preguntar -Miré a Caleb- ¿Te gusta?
-¿Qué? ¡No! -dijo con rapidez- ¿Cómo me va a gustar ella? No.
Me reí y empecé a picarle mientras seguíamos hablando hasta que llegamos a una cascada preciosa.
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Nos paramos a observar a nuestro alrededor y a escuchar a los pájaros. Era un sitio super tranquilo así que decidimos sentarnos a la orilla del río.
Tras estar allí un rato, decidí levantarme y andar por la orilla. De un segundo a otro noté algo caer por encima mío.
