Indomable // Sadie Sink

17

Narra Katherine

 Tras ponernos la pomada que el profesor nos dio, Chloe y yo fuimos a nuestra tienda y al ver a Olivia le contamos lo ocurrido.

Por la tarde no hicimos nada del otro mundo, Sink desapareció con la cámara de fotos y yo mientras gritaba a Noah con desesperación.

-Punto y aparte. Son una especie... -Le dictaba a Noah, mientras él me hacía caso omiso- ¡Punto y aparte he dicho! -levanté la voz a lo que Noah me miró triste.- Venga, es el último párrafo y terminamos el trabajo.

Terminé de dictar el último párrafo al idiota de Schnapp.  Al terminar el trabajo, fui en busca de mis amigas, ellas aún estaban por la mitad pero me quedé a ayudarlas.

Cuando el profesor Austin llegó a donde estaban Noah y la desaparecida Sink, me acerqué. Estuvimos hablando con él sobre el trabajo y al rato nos mandó a todos a las tiendas.

Chloe se fue con Caleb y nos quedamos solo Olivia y yo.

-¿Cómo llevas las picaduras Kate?

-Las llevo bien, pero ya podemos estar acordándonos de sus alergias -miré a la tienda de la pelirroja- porque se la voy a devolver bien fuerte. -Olivia me miró asustada- ¿Tienes un cigarro?

-Kate, dijiste que no ibas a volver a fumar -Me miró negando y suspiró- los tengo en mi mochila.

Vi como Olivia se alejaba desanimada y fui detrás de ella. Aún quedaba una hora para la cena, así que fuimos a espiar a Caleb y Chloe.

-Son unos sosos -le susurré a Olivia- no hacen nada... solo hablan.

-¿A Caleb le gusta Chloe? -Yo asentí- y... ¿a Chloe le gusta Caleb? -Me encogí de hombros, la verdad que nunca me había dicho nada de esos temas sentimentales.- Pues vamos bien sí.

-Yo veo beso y es más, te apuesto a que será, como muy tarde, mañana por la tarde -La tendí la mano- ¿Apuestas? -Olivia se río y me estrechó la mano.

Volvimos a las tiendas y cogimos nuestra cena. Al terminar, entré a la tienda a coger el paquete de tabaco que tenía Olivia guardado, pero me fijé en que había una nota encima de mi saco. Sin dudarlo la abrí.

"Hola Kate,

Te espero en la orilla del lago a las doce y media, quiero hacer algo que espero que no te moleste. No faltes.

Jenna."

No me lo pensé dos veces y me guardé la nota en el pantalón de chándal que llevaba puesto. No sé para qué quería verme Jenna, pero por curiosidad iba a ir. Llamé a las chicas y en cuanto entraron les dije lo que la notita contenía y que obviamente iba a ir.

-¿Pero te gusta Jenna? -Dijo Chloe, a lo que yo negué.

-Es una chica guapa pero no me gusta, no por ahora. Quiero captarla para que nos haga de topo con el trio.

Continuamos hablando hasta que me di cuenta de que ya era la hora. Miré bien hacia las demás tiendas y vi que ninguna tenía ninguna luz, ni la de los profesores siquiera. Salí despacio y me adentré en el bosque con un par de cigarrillos.

Llegué y me senté en una gran roca, encendí el cigarrillo y me quedé esperando. La luna llena que había esa noche iluminaba todo a su alrededor y me quedé mirando su reflejo en el agua. No habría pasado más de un minuto y medio cuando alguien me quitó el cigarrillo y le dio una calada.

Mire hacia esa persona y vi a Sink. ¿Qué cojones hace aquí?

 -¿Qué coño haces aquí Sink?

- Pensaba que no ibas a venir -se sienta a mi lado y me da el cigarro.

-¿Fuiste tú la de la nota? -La miro cabreada y ella asiente- ¿Por qué cojones hiciste eso?

-No sé -Mira al suelo- no sabía cómo hacerte venir.

Me levanto y empiezo a andar en dirección a nuestro campamento. Sink me coge de la mano y me hace mirarla.

-No te vayas por favor -la miro.

-¿Por qué? -Ella mira al suelo y vuelve a mirarme.- Yo me voy.

Noté un ligero empujón y choqué mi espalda con el árbol más cercano. Cerré los ojos por el susto cuando de la nada noté unos labios sobre los míos. No me puedo creer que la zanahoria me esté besando. Abrí los ojos y me separé, ella me miró fijamente.

La empujé levemente hacia otro de los árboles y empecé a besarla. No sé por qué, pero lo hice. Dejé de tener el control total sobre mí. Ella pasó sus brazos por mi cuello, y yo, al ser más alta que ella, la impulsé para que subiera a horcajadas encima mía. Después de un rato de besos, la bajé y me separé de ella.

-Ni una sola vez más Sink -la advertí señalándola con el dedo.

-Ya veremos Adams -rio y pasó por mi lado desapareciendo entre los árboles.

Me quedé pensando en lo que había pasado. ¿Cómo puedo ser tan tonta? Me había besado con Sink, había dejado de tener control sobre mi cuerpo. Fui pensando en lo sucedido hasta que llegué a mi tienda y me metí en el saco.

Este beso no cambiaría nada, seguiré odiando a la zanahoria y seguiré puteándola hasta el día que muera.