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Narra Sadie

-Pues esto ya está -dijo la enfermera Lane quitándose los guantes- Hay que revisar el dolor de tripa, si se hace más agudo tendremos que llevarte a urgencias, puede ser apendicitis.

-Y... señora Lane, ¿le puedo preguntar algo? -ella asintió con una sonrisa- ¿me podría recetar algo para dormir? Es que me cuesta mucho.

-¿Qué es lo que ocurre señorita Sink? eso no la ocurría desde que se corrió el rumor de su relación con Jade -La miré y encogí los hombros-  ¿Hay alguna afortunada? -Yo negué rápidamente- Venga pequeña Elizabeth, cuéntame

Empecé a contarle el tema de Katherine, el que me había dejado sin poder dormir y estuvimos un rato hablando de ello. Cuando terminamos, me dio las pastillas para dormir y fui a mi cuarto para dejarlo.

Iba por las escaleras, pensando en todo un poco, cuando noto como un cuerpo choca conmigo, levanto la cabeza y la veo. Tenía una expresión seria pero cuando me miró se volvió un poco burlona. Resaltaban un poco sus ojeras junto a sus mejillas un poco rosadas.

-Vaya Sink -empezó a hablar- ¡se está saltando usted clase?

-Katherine, no tengo el día -intenté seguir subiendo las escaleras pero su voz me paró.

-Tú tampoco has podido dormir, ¿verdad? -Yo negué- No volverá a ocurrir tranquila, ni un solo acercamiento más. -Yo reí.

-Eso se dijo la primera vez también y mira -Miré al suelo, odiaba a Katherine pero sus besos me gustaban, y, en el fondo, quería saber más de ella.- ¿Dónde ibas?

-Pues ahora mismo iba a enfermería a por un paracetamol, ¿me quieres acompañar?- dijo burlona y yo negué.- Tú te lo pierdes... oye sube a la azotea a las 5, quiero hablar algo.

-Dímelo aquí -dije sin importancia.

-Las paredes tienen ojos y oídos, es mejor que aquí no.

Katherine se fue y yo me fui a mi cuarto. eran las 9:10 así que me tomé una de las pastillas y me metí en la cama, rápidamente me quedé dormida.




Me desperté y vi a Millie sentada en su cama mirándome, me incorporé y miré mi reloj, 4:30

-¿Me explicas que es lo que ha pasado para que no puedas dormir?

-Nada Mills, un pensamiento tonto y ya está -me levanté de la cama y cogí ropa y el neceser- No me va a volver a pasar, tranquila.

Me fui a las duchas, cuando mi cuerpo notó el agua caliente se empezó a relajar, estuve diez minutos bajo el agua, me duché y salí. Noté el frío suelo de baldosas bajo mis pies, cosa que me despertó. No sé qué narices estaba haciendo, ni por qué iba a hacer caso a Katherine, pero allí iba.

Me vestí con un pantalón de chándal beige, una sudadera marrón y unas air force. Me alegraba que, tras terminar el horario lectivo, podíamos quitarnos el horroroso uniforme.

Salí de aquel baño y vi como Olivia y Chloe cruzaban mi pasillo corriendo, no le di importancia y subí a la azotea. Me apoyé en el borde y miré hacia el bosque que nos rodeaba, echaba de menos mi casa, ir de vacaciones a la playa, echaba de menos caminar por las repletas calles de Nueva York, echaba de menos  salir de esta cárcel. Sentí un nudo en la garganta y no pude contenerme, empecé a llorar.

Cuando logré calmar el llanto, miré el reloj, eran las 7 de la tarde y ya empezaba a hacer frío. Entré al internado dándome cuenta de lo idiota que he sido. Al entrar a mi cuarto vi a Sabrina y a Millie, que me miraron preocupadas.

-Hola Sadie -dijo Sabrina- ¿Dónde estabas?, te hemos estado buscando.

-He ido a dar un paseo -Millie me miró seria, estaba claro que lo tenía que contar- Me he sentido muy gilipollas esta tarde.

-¿Qué ha pasado? Millie me ha contado que no has dormido mucho.

-Cuando subía de estar con la enfermera Lane, me choqué con Katherine. Me dijo que teníamos que hablar de una cosa, que subiese a la azotea a las 5. -Ellas dos asintieron- Subí, y esperé como una gilipollas, y allí no apareció nadie. -Las miré con una sonrisa- Preparaos, porque la guerra va a ser el triple de cruel.

Me senté a los pies de mi cama y saqué de debajo de ella una caja precintada, la dejé en una esquina y saqué una libreta en la que apunté algunas cosas que me harían falta.

El resto de la tarde pasó tranquilo, estuve jugando con Jacey y con Mitchell a juegos de mesa, hasta que fue la hora de cenar, fuimos los tres al comedor y cenamos juntos. Echaba de menos estos ratos de hermanos.

Acompañamos a Jacey a su cuarto y Mitchell la empezó a leer un cuento mientras que yo la acariciaba su rizado pelo. Poco a poco se quedó dormida y la arropé bien. Tras eso, Mitchell y yo nos despedimos y nos fuimos cada uno a su cuarto. 

Estuve hablando con Millie sobre una idea que había tenido para el concurso de talentos que se organiza todos los años para el baile de invierno, a lo que Millie aceptó.

Me tomé la pastilla, me metí en la cama y me puse a pensar, entre pensamientos apareció de nuevo la cara de Katherine. Dios, la odio, odio su cara, odio su forma de ser, odio sus actitudes y una persona que odias no te puede gustar, ¿verdad?


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Y este capítulo de compensación por la larga espera. Espero que os guste :)

Buenas noches <3

Indomable // Sadie SinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora