13: Memory

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Haberme negado varias veces dio como resultado unos labios enrojecidos y húmedos en Taemin luego de tantos besos. Minho cumplió su promesa.

Y luego de haberlo hecho, llevó a Taemin entre las flores del jardín junto a la piscina, bajo tragaluz que los guardaba del sol ardiente. El joven terminó sobre el pasto y fue inmediatamente privado de sus pantalones; entonces todo su cuerpo desnudo y mojado quedó a la vista del ardiente militar.

—Estás duro —le dijo y hubo un deje de burla en su voz.

Taemin cubrió su ingle y cerró las piernas, pero, y en opinión de Minho, era ya demasiado tarde para ser tímido. El militar lo abrió rudamente sujetándolo por los tobillos.

—¡Ah! —chilló el muchacho en plena vergüenza—. Detente.

—Debiste pensar en eso antes, cuando estabas enseñándome tu culo.

—No era a ti a quien se lo enseñaba —renegó—, esperaba que fuera cualquier otro guardia de la casa.

—¿Y crees que hay sobre la tierra algún hombre que te haga sentir lo que yo?

Taemin esbozó una sonrisa torcida, arrogante y con la que saboreaba una pequeña victoria.

—Ya lo han hecho, muchas veces y de formas mucho mejores.

Minho gruñó enseñando los dientes como un animal amenazante, pero ello no intimidó a Taemin, si acaso lo prendió más.

—Veremos si después de hoy eres capaz de decir eso.

Se quitó la camisa y la aventó contra el rosal, ahí donde quedó atorada contra las espinas.

Taemin contuvo un fuerte gemido descarado al ver el cuerpo de su ex pareja que con el tiempo solo había conseguido verse mejor. Con un par de tatuajes más sobre su pecho y costillas, y los músculos más marcados.

—¿Qué pasará si no quiero esto? —se atrevió a preguntar, agraviado por el miedo que le tenía a la situación y a sus hormonas que estaban dispuestas a ceder ante el hombre.

—Te dejaría marchar, pero sé que lo deseas tanto como yo.

De haberle dicho que no, Taemin hubiese sido liberado, mas fue incapaz. Solo le permitió tocarlo y recorrer su piel con esa misma hambre que él tenía.

—Todavía te odio —murmuró el joven, como si ello fuera una disculpa para su conciencia.

¿Por qué tenía que seguir sintiendo deseo por un hombre que lo utilizó vilmente?

—Lo sé, pero pretendo cambiar eso.

La polla de Minho lució más hinchada de lo que Taemin recordaba. Gorda y con marcadas venas a lo largo. Y estaba así por él, o al menos quería creer eso.

Taemin se cubrió la boca cuando un desvergonzado gemido salió de su interior. Mortificado, cerró los ojos por un par de segundos en los que sintió solo las caricias de esas manos toscas y grandes sobre sus muslos lechosos; simplemente acompañado por la pesada respiración ajena. Fue erótico, y se puso más duro con esos actos nada más.

¿Qué clase de pervertido desvergonzado era?

Seguramente su pequeña polla estaba temblando sonrosada y Minho la veía, bueno, él lo suponía.

Y cuando abrió los ojos casi se desmaya.

Su ex prometido lo veía con fijeza, sus orbes oscurecidos, pero con un tono brillante que lo sonrojó; sin decir palabra alguna, solo respirando agitadamente. Sin embargo, al bajar la mirada encontró algo todavía más arrollador. Minho se estaba masturbando, viéndolo. Su polla estaba ya mojada y preparada para enterrarse en el tierno culo de Taemin.

SIN SALIDA (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora