14: Memory

1.3K 192 21
                                    


Cuando Taemin creyó haber terminado con aquel hombre, simplemente resultó que él y el destino no estuvieron sincronizados.

Lamentablemente, no consiguió ver a Baekhyun para entregarle el teléfono y tenerlo en su casa era un gran riesgo. Se sentía perseguido a cada instante y con el ritmo cardíaco en un tormentoso baile que jugaba hasta con sus nervios.

Esa mañana de domingo, justo después de haberse encontrado con Minho en casa de Baekhyun, recibió un mensaje muy peculiar en el teléfono. No su teléfono, el de su ex prometido.

<<Abre la puerta, pequeño ladrón>>, era lo que decía el primero. Taemin dio un salto y su pánico aumentó.

<<Si eres un buen chico, y sé que lo eres, no me harás enfadar>>

Un suave golpeteo en la puerta casi lo tumba en el piso de un infarto.

Tomando hondas respiraciones se dijo que, si era Minho, no le haría daño, pero bien podía traer a Seung consigo. La idea le dio escalofríos.

—Lee Taemin no juegues con mi paciencia —rugió desde afuera el ex militar.

—Maldito seas —masculló y a prisas fue a abrir la puerta.

Minho pasó casi sin saludar y de un empujón cerró la puerta. No estaba de buen humor.

—Dámelo.

—¿Qué-, hum, qué cosa?

—Mi celular. Sé que tú lo tienes.

—No sé de qué hablas —se atrevió a decir.

—Entonces tendré que buscar en todo tu departamento hasta dar con él.

—¡No te atrevas a siquiera pensarlo! —rugió—. Esta es mi casa, Choi, y a menos de que tengas una orden y seas policía no puedes registrarla.

—Bien, pues dame el jodido teléfono.

—No lo tengo, ya te lo dije.

Por fortuna, apagó y escondió el teléfono en un frasco de galletas en su alacena antes de ir a abrir la puerta. Así al menos estaba seguro de que no lo encontraría a menos de que realmente destroce todo.

—Estás jugando con fuego. La información que hay en ese teléfono es muy delicada.

—Me imagino que ha de ser muy peligroso que caiga en manos equivocadas —dijo y sonrió de medio lado—. Alguien podría descubrir los tratos sucios que tiene Seunghyun con la mafia.

—No digas eso o te meterás en problemas.

—Lo que me pregunto, Choi —continuó sin escucharlo, caminando un para de pasos hacia la derecha para apoyarse en el sofá blanco—, es qué tienes que ver tú con la mafia. Dime, ¿es esa la razón por la que ya no eres militar o por la que dejaste de ser un hombre respetable?

Una vena saltó en el cuello del hombre.

Choi Minho no era alguien que se tomara a bien las afrentas, mucho menos la palabrería sutil con mucho sarcasmo de añadidura.

—Taemin, tú no sabes-

—Exacto. Yo no sé nada. No tengo ese teléfono tuyo y tampoco sé lo que hay en él. Ahora vete.

—Sabes muy bien que no te creo.

Taemin se encogió de hombros, y añadió con desinterés:

—No es mi problema.

—Resulta, cariño, que mi teléfono puedo rastrearlo. ¿Cómo si no crees que llegué hasta aquí? Es más, sé que está en tu bonita cocina.

"Te odio, te odio mucho", refunfuñó Taemin en su cabeza, sin poder creer que realmente sus planes se estuviesen viniendo abajo como una torre de naipes.

SIN SALIDA (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora