7: Memory

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Había empezado recién a vivir su vida como casado y fue complicado. Baekhyun se dio cuenta en poco tiempo que Seunghyun atesoraba más su trabajo y el dinero que a su esposo, o cualquier otra cosa. No pasaba mucho tiempo en la casa y había perdido, aparentemente, el interés en el jovencito. No era sencillo para él admitir que no era deseado por el hombre que creía amar.

No obstante, suplir esa falta de atención de su marido fue sencillo. Chanyeol estaba muy interesado en él. Iba a verlo, llamaba a la casa y en cada reunión familiar no perdía la oportunidad para estar cerca de él.

Baekhyun no podía mentir, aunque pecara de descarado, pero le encantaba saber que Chanyeol, ese hombre rudo y maduro, estaba interesado en él.

Ese día, después de bañarse y calzarse una larga camiseta blanca que le cubriera el culo, se calzó unas bragas, y se dispuso a conseguir algo para comer. Había sido una semana extenuante en compañía de su nuevo jefe, un hombre severo y con un genio peor que el del Diablo. Necesitaba un descanso.

Fue a la cocina por un panecillo de arándanos que bañó con crema batida, y hubiese tomado un par más de no haber escuchado el timbre de la casa. No había una sirvienta cerca, ni el mayordomo, así que dejó que el timbre sonara.

-Ya se cansará -murmuró, pero se equivocó. La insistencia del invitado no deseado le derrumbó los nervios. A grandes zancadas, que sacudieron las borlas de sus pantuflas blancas, llegó hasta la puerta y abrió-. ¿Qué?

-¿Por qué este lindo pastelito está enojado?

Y como si su voz o sus palabras, o tal vez su mera presencia, le quitó todo ese disgusto. Se sintió avergonzado por completo por presentarse casi desnudo frente a su cuñado.

-Chanyeol -suspiró.

-¿Está mi hermano, Baekhyun? -preguntó suavemente. Baekhyun negó con la cabeza, fue cuando Chanyeol replicó-: Entonces, ¿puedo hacerte compañía por un rato?

No hubiese podido negarse, ni aunque así lo hubiese querido, pues Chanyeol no esperó respuesta y se adentró en la sala. Baekhyun se apresuró a cerrar la puerta antes de que algún indiscreto vecino lo viera.

-La casa es..., más funesta de lo que hubiese creído viniendo de ti, Baekhyun. Con ese bonito cabello rosa, ¿acaso se te agotaron las ideas luego de la boda?

El joven se quedó sin palabras. ¿Cómo le explicaría que Seunghyun adquirió la casa con una, aparentemente, decoración firmemente pegada al piso? Cuando se lo sugirió, el hombre solo lo miró con burla y contestó: "No te esfuerces en algo así, Baekhyun. La decoradora de interiores ya hizo su trabajo".

Por supuesto, Baekhyun no poseía el exquisito gusto de los ricos, pero sí sabía cómo podía decorar la casa y hacerla más acogedora. Una verdadera lástima que solo pudo acomodar su recámara.

-No me respondas, lo adivinaré -tarareó llevándose la mano al mentón-. ¿Seunghyun dijo que tienes un gusto terrible?

-¿Por qué me dices esto? -se quejó-. No me casé hace mucho con tu hermano y-

-Estoy siendo franco, querido. La verdad es que él no te permitió tocar nada más allá de tu recámara, ¿cierto?

Baekhyun frunció los labios con molestia, pero en el fondo sintiéndose muy desdichado. ¿Por qué su marido era así? Fue tan distinto cuando fueron novios.

-No te sientas mal, Baekhyun. Seunghyun no es un hombre cariñoso. En realidad, me pregunto cómo demonios te enamoró.

-Él era muy dulce conmigo.

SIN SALIDA (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora