SIN SALIDA (Chanbaek)

27

En la sala para visitas, Taemin me esperaba. Su rostro pareció oscurecerse al verme, no supe bien si por el golpe que aún era muy notorio o si por el espectro de tristeza que cruzaba mis ojos. Me senté y tomé el teléfono para hablar con él.

—¿Te encuentras bien?

—Un poco adolorido.

—¿Quién te golpeó?

—Seunghyun envió a alguien para matarme. Estoy bien —se apresuró a decir antes de alarmar a su amigo—. Pero... ocurrió algo más. He peleado con Chanyeol.

—¿Es por él que tu rostro luce tan triste?

Asentí con pesar. Aunque no tenía mucho tiempo para esa visita, necesitaba desahogarme con alguien.

—Hizo algo tonto.

—Todos los hombres lo hacen. ¿Qué fue esta vez?

—Se acostó con alguien más —murmuré, como si sintiera pena de esas palabras—. Hay un muchacho, Luhan, que conoce a Seunghyun y amenazó a Chanyeol con entregarle mi cabeza si él no... regresaba a su lado y se olvidaba de mí. Él creyó que estaba protegiéndome. Pero esa misma noche, el hombre de Seunghyun me atacó.

—¿Estás... muy dolido? Cariño, lamento decir esto y vas a odiarme, pero sabes que Chanyeol no te ha jurado nada. Él te protege y te quiere, solo que eso no...

Aparté la mirada. Sí, era cierto.

—Él... creí que él era especial conmigo por algo más. Supongo que no hay nada entre nosotros que valga realmente la pena.

—¿Y él se disculpó?

—Sí, y me lo explicó todo. Dijo que quiso cuidarme para que Luhan no me lastimara. Solo que siento algo horrible en el pecho. Pienso que sus intenciones fueron buenas, mas no llego a sentirme bien con eso... Hay algo en todo esto que me molesto y no me deja pensar bien.

—Cariño, es tu vanidad y orgullo lo que está herido. Tus sentimientos por él siguen ahí y es la parte que quiere perdonarlo, sin embargo, es más difícil reparar el orgullo que el dolor. Pasará con el tiempo.

—¿Y si no?

—Baek, Chanyeol te ha demostrado que puede cuidarte y que le importas mucho, y estás asustado de que él no comparta tus sentimientos y que pueda irse. Te diré algo, es lo que yo sentí con Minho, pero, aunque él hizo cosas que me lastimaron, nunca dejó de cuidarme ni de quererme. Durante mucho tiempo, aún cuando nos habíamos separado, me cuidó.

—¿Cuidarte?

—Cuando salía por las noches, enviaba un hombre a cuidarme; cuando tenía que viajar, envió dos guardaespaldas para que me siguieran..., y cuando tuve el accidente de coche, fueron esos hombres quienes me llevaron al hospital. Así que sí, él se equivocó, pero también me ha demostrado que me quiere y que lo siente mucho.

Pensé que Taemin tenía razón. Chanyeol había hecho una tontería por querer cuidarme, quizás porque en esa situación no sabía cómo más hacerlo. Aunque fuera el jefe dentro de la cárcel, Seunghyun seguía siendo la Serpiente de Seúl y era todavía más poderoso. Sí, me dolía la vanidad y el orgullo, pero nada había cambiado con respecto a mis sentimientos.

—Haré mi mejor intento —le prometí—. Tae, quiero que me ayudes a traer la prueba.

Miré de soslayo por si alguien estaba escuchando nuestra conversación. El guardia de la zona estaba interesado en su celular, y cada uno de los otros reos al teléfono parecían muy ensimismados en sus asuntos. De todas formas, tomé precauciones. Bajé el volumen de mi voz y cubrí el auricular inferior con mi mano.