21SORPRENDIDOS

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ALGÚN ERROR COMUNICARMELO

Miro por encima de mi hombro cuando escucho los pasos de Jungkook en la cocina, encontrándolo con su teléfono en su mano, girando lentamente, 

pensativamente. Eché una cuchara en mi taza de café recién hecho. Se ha puesto los calzoncillos, pero la vista por la que generalmente me he sentido atrapada se ve ensombrecida por la expresión inexpresiva de su expresión.

-¿Estás bien?- Pregunto, disminuyendo mi agitación.

-El padre de Lisa-, dice, sosteniendo su teléfono. -Debería estar en las celebraciones de su cumpleaños junto a mi esposa.- Sonríe, pero está tenso. 

-Porque Dios no lo quiera, nadie se da cuenta de mi ausencia y conjetura lo que eso podría significar.

Colocando mi cuchara en el escurridor, tomo mi café y me giro hacia él.

-Si tienes que ir... -Empiezo, tragando la fuerza que necesito para decir las palabras que realmente no quiero decir,-entonces...-No es bueno. No puedo decirle que 

se vaya.

-No quiero ir-, dice en voz baja.

Mi sonrisa se alivia pero es triste. -De acuerdo-, respondo, sin estar seguro de qué más decir. No siento ninguna sensación de triunfo de que él elija no ir. Esto no es trivial, él me eligió por su situación.

-No quiero hacer suposiciones, pero esperaba poder hacer algo.- Jungkook me da esperanzados ojos.

-¿Como qué?- Pregunto. Apenas tenemos el lujo de la libertad de ir donde queramos y hacer lo que nos gusta.

-Como solo estar juntos.- Se encoge de hombros, casi avergonzado. -Mirar televisión basura, comer basura, haraganear.

Sonrío. No necesito aventurarme en público. No cuando puedo esconderme aquí con Jungkook y retenerlo todo el día. -Me gusta esa idea.

-¿Lo harás?- También sonríe, brillante y hermoso, y el conocimiento de que una cosa tan simple puede hacerlo tan eufórico me calienta el alma.

-Tengo que ir a la tienda-, le digo, dejando mi taza en el fregadero. -Necesito leche.

-Y comida chatarra-, dice, su entusiasmo crece. -Consigue algunos de esos dulces de fresa. Muchos de ellos. _¿Y si yo cocino algo?

-¿Vas a cocinar para mí?- Pregunto, amando como suena eso. Ningún hombre ha cocinado para mí antes. Nunca, y me encanta que Jungkook sea el primero.

-Sí-. Jungkook se dirige a los cajones y comienza a abrirlos uno por uno. -Te escribiré una lista. ¿Dónde guardas tus plumas y papel?

-Aquí.- Llego al estante y abro un bloc, luego reviso mi maletín y busco un bolígrafo. Se los entrego y él toma asiento, empezando a escribir. Miro por encima de su hombro, mirando su lista. Su larga lista. ¿Caldo de carne? ¿Harina de maíz? ¿Crème fraiche? ( crema de leche) Él me está cocinando, ¿y está cocinando desde cero?

-¿sherbet dips?- Pregunto, frunciendo el ceño.

-Sí-. Me mira. -¿Sabes, las bolsitas de sorbete que vienen con una piruleta de fresa adentro? Lames y te sumerges, y cuando el caramelo se ha ido, te lamas el dedo y lo empujas para sacar el sorbete.

Oh Dios, él es adorable. -¿Lamer los dedos y meterlo? ¿Será eso el postre?

Sus ojos intentan estrecharse, pero brillan demasiado. -Tengo algo más en mente para el postre.

Arranca su lista de la libreta y me la entrega.

Tomo el papel y me inclino, ofreciéndole mis labios. -¿Y qué obtengo a cambio de entregar todas estas cosas dulces?

Corazón Prohibido KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora