EPILOGO

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LLEGAMOS A LA META FINAL😪

ESTE CAPITULO SE LOS DEDICÓ A TODAS LAS LECTORAS QUE SE TOMARON UN POCO DE SU TIEMPO PARA LEER. CORAZÓN PROHIBIDO

Y SE LA DEDICO A QUIEN EMPEZÓ CON ESTÁ ASAPTACION A NUESTRA BELLA ESCRITORA CHERRY

Y me dice que, aunque las personas equivocadas piensan que mis elecciones han sido, o fueron las mejores para mí. Y para Jungkook.

-Solo dame tiempo-, le susurro.

-Tanto cuanto necesites.- Se retira, con una pequeña sonrisa en su rostro, una que no puedo evitar reflejar. -Puedo usar condones. Solo necesito que sepas que estoy listo cuando tú lo estés.

-Está bien-, estoy de acuerdo fácilmente, tan simple como eso. Porque también sé que si tengo que tener un hijo, debería ser con Jungkook.

Miro los ojos azabaches de un hombre que estaba prohibido.

Un hombre que nunca debí haber tocado.

Un hombre que no era mío -Señalo la línea a cuatro bebés-, murmuro.

Su sonrisa. Dios, su sonrisa. Es brillante, casi deslumbrante, y está llena de esperanza y amor.

La parte más grande de mi corazón roto se desliza en su lugar.

La sonrisa de Jungkook simboliza nuestra vida.

Y la vida de nuestros hijos. Simboliza la felicidad. Y libertad.

-Quiero seis.

Ignoro el dolor abrasador que me bombardea cuando me arrojo sobre él. -Te amo-, lloro como un tonto por él. -Te quiero mucho.

-Gracias.- Me sostiene como si fuera a colapsar si él me libera. Lo haría, pero no con dolor o agotamiento.

Me colapsaría con una felicidad que es casi demasiado intenso para comprender. Como la mayoría de las cosas que tengo con Jungkook.

-Ven entonces. Te llevaré afuera.

-¿A dónde vamos?

-Es una sorpresa.- Deja caer un beso en mi nariz y me suelta con cautela.

-¿Quieres ayuda para vestirte?

-¿Qué estoy vistiendo?

Él toma mi mano y me lleva a mi guardarropa, luego procede a hojear mis rieles de ropa.

-Esto.- Saca una camisa de gran tamaño de Ralph Lauren. -Con estos.- Y algunos jeans ajustados.

-Entonces nada lujoso, entonces.

Lento y cuidadosamente, me ayuda a vestir y me supervisa aplicando algo de maquillaje ya que estoy demaciado palido. -¿Mi cabello?-, Le pregunto, frunciendo el ceño a mi melena. Podría hacer con un corte y color.

Me mira mi cabello. Todo alborotado y recoge una tijera y me corta mi pelo algo largo lo tenia.

-Perfecto.

No diría eso, pero es una mejora en el lío irregular que he tenido desde que me encontré en el hospital. -¿Y mis pies?

-Algo cómodo.- Descansa sus grandes y fuertes palmas sobre mis hombros y masajes ligeramente durante unos momentos agradables.

Cierro los ojos y me suavice bajo su toque.

-Eso se siente bien-, suspiro.

-Vamos, antes de que te duermas.- Dejándome en el espejo, se pone unos jeans y una camiseta sobre su cabeza. -¿Listo?

Asiento con la cabeza, deslizo mis pies en mis zapatillas y frunzo el ceño ante mis cordones desatados. Jungkook está arrodillado frente a mí, atándolos, incluso antes de que pueda intentar inclinarme.

Corazón Prohibido KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora