•┈┈┈••✦Amores Cruzados✦••┈┈┈•

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Jimin llegó a su hogar después de un largo día de trabajo en la cocina; desde que el restaurante de Seokjin tomó popularidad por los famosos que iban a degustar su deliciosa comida, sus turnos se volvieron cada vez más pesados y aunque su ganancia era buena, a veces se sentía frustrado por la envidia de sus empleados, sobre todo de los ayudantes de cocina que a sus espaldas no dejaban de criticarlo por su relación con otro hombre. Sin embargo estaba tan agradecido desde el primer momento con su jefe por haberlo contratado una vez que terminó la Universidad y en el transcurso ganando su confianza, terminando por ser un amigo incondicional. Juntos y con ayuda del esposo de Seokjin fue que el restaurante dió frutos; así que no estaba del todo mal el éxito que tenían siendo el dúo incondicional.
Se quitó los zapatos en la entrada, guardándolos en el estante y colocándose sus cómodas pantuflas antes de dejar su bolso en el perchero, confundido al ver un libro de fondo azul marino dentro. Lo tomó al sentirse intrigado, viendo la nota pegada en la tapa y supo que era de Seokjin por su caligrafía.

— Tal vez lo olvidó... —creyó que lo había dejado allí al no tener otro lugar y haberse olvidado de pedírselo, pero que grave equivocación cuando comenzó a leer la nota.

"Aproveché y le pedí una copia exclusiva a mi esposo cuando fuí a entregarle su comida. Espero que te guste el libro y su contenido.
Me lo agradecerás cuando las palabras del escritor te den el mejor orgasmo de tu vida. <3
Atte: El más guapo.."

Arrugó la nota en su mano mientras el calor golpeó su rostro y dejó el pedazo de papel dentro de su bolso, abrazando el libro contra su pecho antes de avanzar por el pasillo hacia la sala, dándose cuenta que Taehyung aún no llegaba. Observó una vez más el libro que le regalaron; el título decía "completamente tuyo" por Min Suga. El nombre del autor le pareció adorable, puesto que su contenido no era para nada tierno según Seokjin, pero allí estaba ese dulce apodo que lo llenó de curiosidad. Notó que algunas páginas tenían separadores; supuso que su amigo se lo había dejado, así que fue directo al punto para leerlo, sentándose sobre su blanco sofá donde sus dos gatitos dormían plácidamente y acarició la pancita de MinMin mientras comenzaba su lectura. Se puso completamente rojo a los pocos segundos, dejando de tocar a sus gatos cuando el ambiente se sintió diferente. Soltó un profundo suspiro al imaginar a esos personajes en un momento tan íntimo como el sexo y no comprendía el por qué uno de ellos tenía las mismas características que él; imaginaba su cuerpo, y la forma en la que actuaba y no podía evitar sentirse identificado.

— Yoan posó sus manos sobre las rodillas de Jimmy, separando sus piernas mientras disfrutaba la timidez de su chico; no había nada mejor que apreciar el rubor en aquel rostro y esos rosados labios abiertos que veía cada vez que se la chupaba. Jimmy solía ser tímido, pero a la hora del sexo... Era totalmente diferente.. —presionó su pierna al sentir un estremecimiento en todo su cuerpo; cada vez que se profundizaba en la lectura sentía excitación— Yoan le besó el cuello cuando su chico jadeó por el apretón en sus glúteos; dejó marcas en él que podrían perjudicarlo, porque esto era prohibido, pero... No había nada mejor que probarlo. —se removió sobre su lugar, bajando rozando inconscientemente su mano hacia su erección, cerrando los ojos solo por un segundo y seguir leyendo— La lengua de Yoan se deslizaba por el pecho de Jimmy, rozando su sensible pezón y quedándose allí cuando él le gimió; lo lamió, mordió y saboreó, escuchando la dulce voz de su chico que le pedía dejar de jugar, porque sabía lo mucho que le gustaba desesperarlo... —apretó su erección por sobre la tela de su jean, dando un jadeo suave por lo excitado que se estaba sintiendo, incluso cuando era solo el inicio.

— ¿Qué haces? —se sobresaltó cuando escuchó la voz de su pareja demasiado cerca; no había notado en qué momento había llegado, ni siquiera cuando lo llamó para saber si estaba ahí y ahora se sentía algo avergonzado por haberlo encontrado con las manos en su parte íntima. Taehyung le quitó el libro con suavidad, dándose cuenta tarde de arrebatarselo cuando lo vió leer la tapa— ¿De dónde lo sacaste? —su tono fue severo, como si estuviera algo molesto por eso y no comprendió el por qué.