•┈┈┈••✦Amores Cruzados✦••┈┈┈•

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Después de una larga jornada de trabajo Jimin se fue en el autobús que lo dejaba a unas cuadras de su casa luego de una pequeña pelea con Seokjin porque no lo dejó llevarlo. En el transcurso se ponía a pensar sobre la manera en la que su amigo respondía cuando le hablaba de su pareja; y a decir verdad a Jin nunca le gustó la manera en la que iba la relación, decía que Taehyung nunca le prestaba atención, que siempre decía estar trabajando y que el estar cansado era la excusa más absurda para no estar con él íntimamente. A veces se sentía algo mal que su mejor amigo le dijera esas palabras, pero al mismo tiempo no quería creer que lo decía por ser cruel. No quería desconfiar de ninguna manera de su Tae-Tae, sin embargo todo lo que Seokjin le hizo pensar lo dejaba dudando y tenía planeado al menos esta noche hablar con su novio sobre su relación, sintiéndose un tonto por no haberlo hecho antes, por dejar pasar las cosas que lo molestaban y herían su corazón... solo por creer que estaba siendo exagerado.
Cuando el autobús llegó a su destino se bajo justo donde el local de comida estantanea brillaba en su esplendor y entró por algún aperitivo antes de saludar a la dueña. Tomó dos paquetes de ramen y un par de cosas más al no tener ganas de cocinar. Una vez que pagó emprendió camino hacia el edificio donde vivía; un vecindario bastante seguro donde podrias andar tranquilo sin miedo a que te roben gracias a las constantes cámaras.. Solo familias con dinero vivían ahí.
Se quitó los zapatos en la entrada una vez cerró su puerta, guardándolos en el estante después de ponerse sus cómodas pantuflas y dejar su bolso en el perchero, notando el libro en el cierre más pequeño. Lo agarró con demasiada curiosidad viendo la nota pegada en la tapa y sabiendo que era de Seokjin solo por su caligrafía. 
"Tal vez lo olvidó". Pensó que lo había dejado allí al no tener otro lugar y que no se percató de pedírselo, pero que grave equivocación cuando comenzó a leer la nota..

"Espero que te guste el libro...

Me lo agradecerás cuando las palabras del escritor te den el mejor orgasmo de tu vida. <3
Atte: El más guapo.."

Arrugó la nota en su mano mientras el calor golpeó su rostro y dejó el pedazo de papel al fondo de su bolso, abrazando el libro contra su pecho mientras caminaba por el pasillo hacia la sala, notando así que Taehyung aún no llegaba. Observó una vez más el libro que le regalaron, el título decía "completamente tuyo" por Agust. Notó que algunas páginas tenían separadores, supuso que su amigo se lo había dejado así que fue directo al punto para leerlo, sentándose sobre el sofá donde sus dos gatitos dormían plácidamente y acarició la pancita de MinMin al comenzar su lectura.
Se puso completamente rojo a los pocos segundos, dejando de tocar a sus gatos cuando el ambiente se sintió diferente. Soltó un profundo suspiro al imaginar a esos personajes en un momento tan íntimo como el sexo y no comprendía el por qué uno de ellos tenía las mismas características que él. Imaginaba su cuerpo, y la forma en la que actuaba y no podía evitar sentirse identificado.

— Yoan posó sus manos sobre las rodillas de Jimmy separándole las piernas mientras disfrutaba de su timidez. No había nada mejor que apreciar el rubor en ese rostro y esos rosados labios abiertos que veía cada vez que se la chupaba. Jimmy solía ser tímido, pero a la hora del sexo era... totalmente diferente. —presionó su pierna al sentir un estremecimiento en todo su cuerpo. Cada vez que se profundizaba en la lectura una sentía excitación inexplicable— Yoan le besó el cuello cuando su chico jadeó por el apretón en sus glúteos y dejó marcas en el que podrían perjudicarlo, porque esto era prohibido, pero no había nada mejor... que probarlo. —se removió sobre su lugar, rozando inconscientemente su mano hacia su erección, cerrando los ojos solo por un segundo y seguir leyendo— La lengua de Yoan se deslizaba por el pecho de Jimmy, rozando su sensible pezón, quedándose ahí cuando él le gimió; lo lamió, mordió y saboreó, escuchando la dulce voz de su chico que le pedía dejar de jugar, porque sabía lo mucho que le gustaba desesperarlo... —apretó su erección por sobre la tela de su jean, dando un jadeo suave por lo excitado que se estaba sintiendo, incluso cuando era solo el inicio.