•┈┈┈••✦Amores Cruzados✦••┈┈┈•

16

No quiso irse sin despedirse de él, pero no quería despertarlo de aquel sueño profundo en el que estaba, así que simplemente hizo todo con absoluto silencio. Se dió una ducha rápida, maravillado por el aroma a coco del shampoo y cuando terminó se secó, y cambió lo más rápido y silencioso posible, mientras observaba aquella espalda tatuada del hombre que lo hizo suyo. En ese momento creyó que lo que iba a hacer al irse sin decir nada sería un acto insensible hacia Min YoonGi, quien le demostró sus sentimientos la noche anterior. Así que fue a sentarse al borde de la cama, observando nuevamente la espalda de éste y alzando la vista hacia el cabello negro, acercando su mano para dejarle una caricia que provocó el movimiento corporal del otro. Sintió demasiados nervios en ese instante, ruborizándose cuando aquellos ojos pequeños lo observaron con adoración, a pesar de casi dormirse de nuevo. Quiso decirle que estaba por irse, pero YoonGi lo jaló del brazo para recostarlo sobre su torso y abrazarlo por la cintura con fuerza, sintiéndose a gusto al olerlo.

— Sabía que no era un sueño.. —su voz sonó tan grave que Jimin casi se quedaba sin aire; no podía creer que solo con su voz lo tensaba tanto— Hueles bien...

— YoonGi, yo..

— ¿Quieres desayunar algo? —no dejaba de abrazarlo, sintiéndose a gusto cuando Jimin apretó sus brazos, queriendo besarlo aunque sea unos largos segundos— Podemos comprar tus donas favoritas o pastelitos de chocolate.. —el menor sintió su corazón latiendo más rápido de lo normal; le gustaba la atención que recibía, demasiado.

— Me gustaría... —susurró apenado, posando sus labios sobre la clavícula del azabache, poniéndolo nervioso al sentir ese beso que dejó— Pero debo volver a casa y luego irme al trabajo. —YoonGi cayó en la realidad otra vez cuando dejó de abrazarlo, dando un pequeño suspiro mientras frotaba las manos sobre su rostro. Tenía un extraño pensar de que no saldría como esperaba, que tal vez Jimin volvería a su hogar con Taehyung y fingiera que no había sucedido nada; de todos modos se prometió no ser pesado con el tema y dejar que el menor tomara su decisión— Te llamaré en la tarde.

— Cuando te sientas listo. —afirmó, dándole una dulce sonrisa que alivió al menor. Cuando alejó la sábana de su cuerpo logró que Jimin volteara rápidamente hacia otro lado, totalmente avergonzado al verlo desnudo y fingió no saberlo— ¿Qué sucede? —sonreía con diversión total sin ser visto.

— E-Es que, es que estás desnudo...—había olvidado que él no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas.

— ¿Y qué? Ya me has visto todo, y lo seguirás viendo... —escuchó la risa del menor que le hizo latir fuerte el corazón— Ven aquí y dame un beso.

— Si te vistes y lavas tus dientes...—habló por sobre su hombro, volviendo a mirar hacia el frente— Tal vez así te bese.

— Bien...—refunfuñó mientras se levantaba de la cama y dirigía a su armario para tomar algunas prendas, sintiendo la intensa mirada de Jimin sobre su cuerpo desnudo, algo que le hizo sonreír con confianza— Me daré una ducha rápida. —Y mientras lo hacía, Jimin pensaba en cómo haría para dar la cara después de lo que había sucedido.

Nunca había terminado una relación; Taehyung fue su primer novio, por lo que no sabía qué es lo que debía hacer, pero trataría de llevarlo todo con calma. Ya no podía seguir en una relación donde hubo infidelidad por ambos lados, donde el amor había cambiado y cuando sus sentimientos cambiaban su rumbo, que sus pensamientos cada vez se convertían en otros; y deseaba tanto poder corresponder los sentimientos de YoonGi que mostró su cariño después de tanto tiempo reprimirlos, pero debía tomarse un momento para estar solo, para pensar qué es lo que realmente necesitaba en su vida y hacer cosas que nunca había hecho solo porque a su novio no le gustaban.
Durante seis años adoró a alguien que en un simple momento de calentura fue capaz de arruinarlo todo y le hizo sufrir en el transcurso hasta el punto de hacerlo inseguro de si mismo sin siquiera darse cuenta. Si bien pensó que la venganza sería una buena decisión, ahora pensaba claramente que esa era una gran e inmadura idiotez. YoonGi no merecía eso; después de las cosas tan lindas que le dijo la noche anterior, pensó demasiado en que usarlo no era bueno y que merecía al menos que le dejara mostrarle su amor, sin embargo, prefería tomarse un corto tiempo para que no todo sea muy rápido. No quería pensar que estaba confundido y mucho menos, arrepentirse más tarde.