26

736 75 29
                                    

Podía sentir las miradas de sus compañeros de trabajo mientras le enseñaba al nuevo ayudante a condimentar bien la salsa blanca para los canelones, haciéndole sentir incómodo en un lugar tan tranquilo y la verdad no estaba preparado para tener la atención de esa manera; estos chismosos solo lo observaban por el escándalo de la firma de libros y no por querer aprender bien sobre cocina. Los miró con tanta seriedad que se pusieron a trabajar rápidamente después de darles la señal con solo fruncir las cejas y salió de la cocina sumamente enojado con sus ayudantes, desabrochando los primeros botones del cuello de su uniforme antes de dar un suspiro totalmente cansador que llegó a los oídos de su mejor amigo, y jefe. Éste se acercó lentamente para solo observarlo con los brazos cruzados; en definitiva sabía el por qué se encontraba así, pero molestarlo o invadirlo con preguntas sobre lo que pasó después de haberlo dejado el día de ayer, no era algo que planeaba hacer. Le indicó que se sentarán un segundo sobre el mostrador, observando a algunos clientes que almorzaban a gusto en el restaurante y por un momento Jimin quiso ser uno de ellos, para comer algo delicioso con Min YoonGi, en lugar de estar dentro de esa cocina mientras sus dongsaeng estuvieran mirándolo con tanta intensidad.

— Puedes tomarte un descanso si no te sientes bien; los ayudantes se encargarán del resto.

— Está bien; solo necesito un poco de aire. —murmuró, manteniendo la mano sobre su frente y los ojos cerrados por un segundo.

— ¿Quieres dar un paseo? —negó; algunos reporteros estaban merodeando el lugar desde que YoonGi lo llevó al trabajo y no tenía ganas de lidiar con esa gente— Solo debes ignorar estas cosas, Jimin.

— ¿Alguna vez te pasó algo así? —lo observó unos segundos, manteniendo la mirada baja e intrigado cuando lo vió asentir con la cabeza.

— Namjoon es una persona muy conocida y adinerada; cuando comenzamos a salir, aún no tenía este restaurante, entonces, todos decían que estaba con él por su dinero. —recordar aquello solo le hacía sentirse molesto y al mismo tiempo, triste— Cuando se hizo socio, los rumores eran cada vez más hirientes; solían decir que yo era una perra interesada, que en cualquier momento me dejaría en la calle y me quitaría todo lo que me dió, cuando nadie sabe que trabajé muy duro para tener esto y que Namjoon participó sin mi consentimiento; por ello casi nos separamos, pero lo amaba demasiado como para dejarlo ir...—sonrió al recordar la manera tan linda en la que su esposo lo buscaba nuevamente para no terminar, enamorándolo más y más con el tiempo— Después de casarnos ya dejaron de molestarnos, aunque nunca faltaban esos comentarios de odio por ser dos hombres...

De solo pensar que podría pasarle lo mismo al estar con alguien tan famoso como YoonGi le causaba terror; no quería tener que pasar por esa presión, pero tampoco quería dejarse llevar por esas cosas y romperle el corazón solo por no luchar a su lado, además, estaba seguro de que él lo iba a defender de cualquier cosa; solo debía luchar con eso o resistirse a algunas cosas.
Decidió dejar de pensar en eso antes de llamar la atención de su amigo y volvió a la cocina para darle una reprimenda a los chismosos de sus ayudantes, siendo más serio que llegó a dar un poco de terror a sus menores. A medida que pasaba el tiempo trabajando, no podía dejar de pensar en YoonGi y la situación de ayer, el como lo pudo haber metido en problemas solo por sentirse celoso de la presencia de Jeon Jungkook y que probablemente el escritor ahora mismo podría ser regañado u obligado a dejarlo por todo este tema; eso lo puso un poco triste y era inevitable llamar la atención al ser el chef principal.

— Sabes que si no te sientes bien puedes volver a casa. —Seokjin se apareció de nuevo, posando su mano sobre el hombro de su chef mientras los demás ayudantes salían de la cocina para tomarse un breve descanso— ¿Pasó algo con YoonGi?

— Todo está bien entre nosotros... —o eso suponía— ¿Crees que estará bien si me voy ahora? No me siento muy bien.. —su espalda baja estuvo doliéndole toda la mañana y las marcas que el escritor dejo en su cuerpo dolían, y no era necesario explicar que tenía una breve dificultad para sentarse por el dolor allí abajo.

•┈┈┈••✦Amores Cruzados✦••┈┈┈•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora