Desde que lo pensó supo que sería una tontería el hecho de que Min YoonGi cuidara de sus gatos en lo que buscaba un departamento para vivir, pero no perdió la esperanza a que el mayor le hiciera el favor y por ese motivo decidió tomar el taxi con todas sus maletas, y las jaulas donde sus bebés estaban durmiendo tranquilamente. En el transcurso en dirección a la casa del escritor no dejaba de pensar en qué podría decirle para que aceptara el favor y mientras eso pasaba, el conductor no hacía más que hablar de sus gatos después de verlo con ellos; fue bueno que así sea, porque si le hubiera tocado un taxista amargado no podría llevar a sus bebés tranquilamente como ahora. Cuando se bajó le pidió que esperara a por él y fue así como ahora estaba de pie frente a la puerta de YoonGi, mientras éste lo veía como si fuera un ser irreal, cosa que le hizo sentir muy nervioso que suspiró inconscientemente, logrando que el mayor reaccionara.
— Hace frío... Pasa.
— El taxi está esperándome; solo vine a pedir un favor que-... —YoonGi había pasado por su lado para salir e ir hacia el taxista que estaba escribiendo en su móvil hasta que lo vió llegar.
— ¿Cuánto es el viaje?
— YoonGi, no es necesario... —lo tomó del brazo queriendo que no pagara por él, sin embargo, los billetes fueron entregados al hombre que se bajó para sacar las maletas restantes en donde la ropa de Jimin estaba— Señor...
— Yo te llevo después... —le susurró el azabache, tomando las maletas para llevarlas dentro de su hogar y dejando a Jimin con las palabras en la boca.
Jimin metió sus cosas dentro de la casa del escritor, sintiéndose tan avergonzado por eso y porque solo vino a pedirle que cuidara a sus bebés, también trajo los juguetes de ellos y sus camitas en las maletas que había bajado antes de las otras. Decidió dejarlo todo en el pasillo y quitarse su abrigo con total nerviosismo mientras el dueño de la casa le pedía que se sentara en el sofá. Se sintió preocupado al verlo con el cabello húmedo y ropa corta cuando salió a buscar sus maletas en el frío, pero al ver esa reacción YoonGi le sonrió para que no se preocupara demasiado por eso.
— Así que era verdad lo de la mudanza. —al verlo a sentir algo en su interior se sintió felíz, porque tal vez eso decía, que la separación era definitiva— ¿Hay algo que quieras decir? —se refería a todas las maletas y sobre todo el que haya aparecido en su casa a esta hora de la noche.
— Yo...—apretó sus muslos por nerviosismo, algo que el mayor notó de inmediato, dándole una mirada interrogatoria cuando el menor mantenía la vista sobre el suelo— Quería pedirte un favor... —se animó a verlo, dándose cuenta del rubor que el azabache tenía y es que éste pensaba que Jimin quería quedarse en su casa— ¡¿Puedes cuidar a mis gatos en lo que yo busco un departamento?!
— ¿Qué...? —sus cejas yacían alzadas por la impresión, también por la manera desesperada con la que lo había dicho.
— S-Solo hasta que consiga un departamento y será pronto, por favor... —sus manos unidas le dieron ternura, tanto que soltó una pequeña risa que el menor malinterpretó— Yo me quedaré en casa de Seokjin y Namjoon, pero el esposo de mi amigo no tolera a los gatos y no puedo dejarlos solos; ellos... Ellos son muy importantes para mí.
— ¿Y por qué pensaste que yo los aceptaría en mi casa?
— ¡Porque yo te gusto! —el escritor se sorprendió por la respuesta, poniéndose demasiado nervioso que tuvo que mirar hacia otro lado— Si lo haces yo... te pagaré lo que quieras.
— ¿Sabes cuánto dinero gano, Jimin? No necesito que me pagues por cuidar a dos bolas de pelo.
— Entonces, ¿qué quieres? Haré lo que sea... —estaba bastante sorprendido por la desesperación de Jimin por conseguirles un buen lugar a sus mascotas— No quiero dejarlos con personas desconocidas, tampoco puedo llevarlos a casa de Seokjin quien me da una mano dejando que me quede; tú... tú eres mi única opción.
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•┈┈┈••✦Amores Cruzados✦••┈┈┈•
FanfictionTaehyung y YoonGi conocieron a Jimin en sus inicios de Universidad, formando así una gran amistad entre los tres a lo largo del año. Sin embargo, los chicos de Daegu cayeron ante los encantos del precioso rubio de Busan, pero el único que logró conq...