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Donna estaba igual de sorprendida que ella, al reaccionar empezó a manejar sus muñecas que se levantaron de sus lugares e irse contra Francesca, pero estos antes de tocarla fueron mandados a volar contra las paredes dejándolos empotrados y ella estaba siendo retenida en su lugar.
- ¡¡Experimentaste conmigo!! ¡¡Me implantaste su estúpido parasito Cadou!! - Bramo furiosa contra Miranda que la miraba sorprendida
- ¿Cómo...?
- Lo puedo sentir en mi cuerpo, sus malditos tentáculos están bien agarrados a mis órganos y huesos - Le contesto sabiendo que estaba preguntándole- ¡¡Me mentiste!! ¡¡Eres una maldita escoria engañosa!! ¡¡Eres una maldita basura!! ¡¡Por eso Oswell logro cosas que tú nunca lograras!! ¡¡Te quiero lejos de mí, maldita cucaracha!! ¡¡O juro que te matare así muera en el proceso!!
Miranda vio como los ojos ónix se tornaron totalmente de un rojo vino, muy parecido a la sangre, sus pupilas se alargaron. No tenía idea de cuál sería su mutación final, pero al ver como su lengua había sobre salido de sus labios siseando siendo bífida, lo supo de inmediato o eso creía.
Después de que Francesca salió de la casa Beneviento enfurecida, las muñecas de Donna y Donna misma se pudieron mover al igual que Miranda pudo dejar de estar empotrada contra la pared, había resbalado por la pared hasta caer de rodillas sobre la madera desconcentrada ante la Francesca que había enfrentado.
Lo que noto de inmediato fue el dolor en su pecho ante las palabras tan crudas y llenas de odio hacia ella, las palabras en sí no le dolieron -Nunca le había importado que la insultaran- lo que le dolió fue que ella fue quien se las dijo.
Reacciono cuando Donna la ayudo a levantarse del piso de madera de la casa, seguía sin poder hablar o apaciguar el dolor en su pecho, por primera vez en su vida se arrepentía de algo; Traicionar a Francesca.
Se arrepentía de implantarle el cadou estando entre las alucinaciones de Donna, había actuado de manera impulsiva dejándose llevar por la envidia que sentía por Oswell y su gran avance en la virología en personas.
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- Mira nada más, lo que el viento nos ha traído - Mascullo con burla con su gran puro entre sus labios- ¡¡Hey!! ¡¡Tú, mocosa!! ¿No estás muy lejos de casa?
Vio como la mujer solo la miro con frialdad -Que helo su sangre unos segundos- para seguir caminando a pasos firmes y molestos, la mujer iba farfullando y soltando blasfemias en inglés.
- ¡¡No me ignores, zorra!! - Bramo molesto e indignado
- ¡¡Deja de molestar, anciano!! - Bramo harta parando de caminar- ¡¡Metete en tus asuntos!!
- ¡¡Estúpida zorra bocona!! - Farfullo molesto para seguir a la mujer
Alzo su martillo para después lanzárselo con todas sus fuerzas, estaba siendo un tiro limpio y preciso. Lo que hizo que su puro cayera de sus labios fue ver como la mujer con solo una mano freno de golpe el martillo agarrándolo de la cuña.
- Estás en un gran problema, anciano - Se burlo agarrando mejor el martillo- Usare tu juguetito para darte una paliza verdadera
Francesca se acercó hasta el señor para darle un gran golpe que lo envió volando unos metros, lo había bateado con fuerza haciendo temblar levemente el suelo donde cayó empotrado el señor, cuando el martillo choco contra él se había escuchado como si hubiera golpeado algún metal.
Varios Lycans salieron del bosque gruñendo para tirarse contra Francesca, esta bateaba a cada uno que se acercara y le aplastaba las cabezas cuando quedaban tirados en el suelo después del golpe.
El martillo se deslizo entre sus manos cuando el señor lo invoco, Francesca lo volvió a regresar hacia ella con ayuda de su habilidad.
- No tan rápido, zorra - Gruñó para acercarse a ella- Nadie usa mi martillo más que yo
Francesca volvió a quererlo batear, pero se logró agachar librándose del gran golpe, golpeo el rostro de la mujer con el puño haciendo quede unos pasos hacia atrás con la cabeza hacia atrás, se sorprendió cuando no le escurrió sangre o se quedó noqueada por su golpe.
- No soy un humana, anciano - Soltó el martillo- Veamos qué tan buena soy combatiendo contra un infectado como tú
Francesca y el señor empezaron a pelear cuerpo a cuerpo, los Lycan cada vez que querían meterse a la pelea terminaban bateados por la platinada o con el cuello roto matándolos al instante.
- ¡Al fin! - Suspiro- Vaya que me diste batalla, zorra - Miraba a Francesca noqueada en el suelo- Te llevare con Madre Miranda, debes ser alguno de sus experimentos o serás uno, mocosa.
Heisenberg cargo a Francesca a su hombro izquierdo como un costal de papa mientras que con la mano derecha agarraba su martillo. Los Lycan que la olfatearon se alejaron corriendo asustados extrañando a su creador.
- Hijo, ¿Qué te...? - Se quedo callada al ver a quien traía en su hombro- ¡¡Francesca!!
Miranda le arrebato el cuerpo de la platinada de su hombro sorprendiéndolo, no se había preocupado de alguien como lo estaba haciendo con aquella mujer.
- ¿De dónde la conoce, madre? - Le pregunto confundido- La forastera...
- Por tus golpes y los de ella, me imagino que pelearon - Afirmo acariciando con suavidad el rosto lastimado de Francesca- Largo y ni una palabra a nadie
Miranda cerró la puerta de golpe llevándose a Francesca entre sus brazos y dejando al Lord Karl Heisenberg ofendido y sorprendido ante lo había presenciado. La sacerdotisa adentro había llegado a su habitación casi corriendo para curar a su pequeña.
¿Le había dicho su pequeña?
Miranda se extrañó por completo como se había referido hacia Francesca, pero lo ignoro, después lidiaría con su conciencia. Ahora mismo su prioridad era curarla y esperar que se mejorara de la pelea contra Heisenberg y sus Lycan.
- Le diste buena lucha a Heisenberg, lo digo por su rostro todo molido - Le hablaba suavemente mientras le untaba pomada en la mejilla- Tu resistencia es muy admirable, pero no lo vuelvas a hacer, pequeña
Cuando termino de curar sus heridas observo como la cicatrización de la platinada era acelerada, sus heridas se habían desaparecidos al igual que sus hematomas sin dejar ningún rastro de ellos, ni una cicatriz o indició que había luchado.
- Y sigo aquí con usted, doctora Miranda - Mascullo molesta
- ¿Cómo sabías que era yo? ¿Me escuchaste? - Le pregunto curiosa
- No, le sentí - Abrió los ojos con calma- Ahora sí que estoy atada aquí y sobre todo a usted, todo me regresa con usted
- No te vez muy contenta con ello - Miraba su rostro tan neutral- Mejor dicho, no puedo descifrarte
- Entrenamiento puro y duro, doctora - La miro de reojo- Mis mentores de taekwondo me enseñaron a no ser un libro abierto para mis oponentes
- ¿Ahora soy tu oponente? - Le pregunto disfrazando el pinchazo que le ocasiono
Francesca solo se levantó de la cama para salir de la habitación de Miranda dejándola con la intriga y nuevamente con ese dolor en su pecho.
Solo había experimentado ese dolor cuando perdió a su amada hija, Eva. Ahora lo sentía nuevamente con Francesca, pero sabía que lo tenía merecido, se merecía ambas ocasiones del dolor en ella.
¿Ahora qué haría para apaciguar ese dolor? ¿Cómo haría para disculparse con aquella niña que siempre revoloteaba su megamiceta en su interior?
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Doamnelor | Resident Evil 8: Village (Terminada)
FantasyLos Domnilor y las Doamnelor en Rumania son extremadamente respetados y venerados por la aldea cercana a las cercanías de sus dominios de cada uno, sobre todo veneraban a la Doamnelor Miranda -Que era nombrada como una deidad según los aldeanos- ni...