Capítulo 19

1.3K 164 7
                                    

╔═══════≪•❈•≫═══════╗

1991. Europa del Este. Rumania.

Casa de Miranda y Francesca Spencer.

Francesca regresaba de cazar un gran venado en el bosque mientras cargaba el cuerpo muerto del venado en sus hombros. Su ropa estaba algo sucia y rasguñada por las garras de los Lycan's con los cuales había peleado durante su regreso a su casa.

- ¡Ay por Madre Miranda! - Murmuro una de las doncellas que le había abierto la puerta a Francesca- Mi señora, ¿Qué le paso?

- Los Lycan's de Lord Heisenberg – Le restó importancia- Un pequeño encuentro cuando regresaba, nada que no pudiera controlar

La mayor de las doncellas negó con desaprobación más no dijo nada al respecto, cualquiera de las doncellas que le dijera algo a la señora de Miranda era razón suficiente para la sacerdotisa las matara o encerrara en las celdas como castigo.

Francesca le dejo en la gran mesa a la cocinera el venado muerto para que lo cocinara, la platinada siempre lo cazaba y lo despiezaba para que la cocinera solo lo cocinará entre la semana.

La piel del venado la limpiaba y guardaba para que Donna hiciera ropa o zapatos nuevos, la mayoría de veces siempre se convertían en botas nuevas para Francesca y las luciera perfectamente con sus nuevos atuendos dignos de un lord más.

Hace unas semanas había regresado de su pequeño viaje científico con Miranda, habían viajado a norte hasta la frontera entre Lituania y Letonia. Miranda había recordado que tenía algunos especímenes de unas plantas proveniente de esa zona que las ayudaría en algunos avances científicos.

- No puede ser - Suspiro cansada- ¿Cuántas veces tengo que decirte que no luches contra los Lycan's? - Le pregunto a su mujer

- Ninguna, amor - Agarro las manos de Miranda con suavidad- Sé que conlleva el que me enfrente contra uno de ellos, aparte no me tocaron en realdad. Sabes que ahora controlo mi mutación me es fácil defenderme y matarlos

- Lo sé, pero, aun así - Atrajo a Francesca hacia su cuerpo- No puedes estar enfrentándote contra ellos en cada mínima provocación que tengan

Miranda le quito una pequeña hoja seca de su cabellera platinada para acariciar su cabello corto con adoración y besar castamente los labios de su mujer.

- Discúlpeme, amada mía - Murmuro sobre los labios de Miranda- A partir de ahora llevare una escopeta conmigo, ¿Sí?

- Por favor - Rodeo el cuello de Francesca con sus brazos- No quiero que nada te pase

- Lo sé, cariño - Acariciaba los costados de Miranda con suavidad- Donna y tú siempre me lo dejan en claro

- Y aun así te atreves a llevarnos la contraría - Reprocho alzando una ceja

Francesca se rio nerviosa ante la mirada seria de su mujer, la beso para que no la regañara nuevamente, el suave aleteo de su corazón se empezó a alborotar en ella. La platinada al ser más amante de los libros románticos, lo nombraba como las famosas mariposas en su estómago, aunque fuera científicamente improbables para ambas.

- Ve a bañarte y cambiarte - Beso castamente los labios de Francesca- Apestas a perro mojado - Arrugo la nariz con desagrado

- Gracias por el halago - Le dijo con ironía

- Nadie te manda a retar mis peticiones contra ti y los Lycan's - Se encogió de hombros con inocencia

Francesca resoplo soltándola con suavidad e irse a su habitación compartida para irse a dar una ducha profunda, sabía que tenía que salir solo con los aromas del jabón y sales que usara esa vez.

Doamnelor | Resident Evil 8: Village (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora