Doamnelor | Resident Evil 8: Village (Terminada)

Capítulo 2

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Habían pasado meses desde que el sujeto 001-P había escapado de las instalaciones de la Corporación Umbrella, específicamente de La Colmena, donde la mantuvieron y crearon.

Se había adaptado rápidamente a su nuevo entorno, gracias a toda la formación que la corporación le brindo, su nivel de supervivencia se elevó tanto que nadie ni nada parecía poderla parar.

Se había camuflado entre la sociedad en base de robar ropa de las mujeres, ocultando su cabello platinado con una peluca que encontró en una de las casas a las que había entrado y se comportaba como una dama de época actual.

Leía una y otra vez sus archivos para crear planes tras planes, no quería volver a las instalaciones -Donde salió con dificultad al no poder manejar mejor su habilidad- y donde la tenían como un conejo de prueba para el Virus Progenitor en personas.

- ¡¡Por favor de bajar de manera ordenada!! - Anuncio el barquero

Había llegado a Francia desde algún estado de Estados Unidos, se había embarcado a uno de los barcos que tenía como destino el gran país francés, a cortando bastante su travesía en busca de la doctora Miranda, quien aparecía consecutivamente entre los primeros reportes de Oswell.

Su destino era Europa del este, Rumania. Donde según las notas y reportes del Dr. Spencer se encontraba habitando dicha doctora que lo había instruido en el campo de la Ingeniería genética y virología.

Su ropa delgada no le hacía la ayuda de protegerla contra el frío infernal que se estaba haciendo cada vez más que se acercaba a su destino.

Tuvo que robar ropa abrigada de algunas aldeas donde solo iba de paso, dormía entre los establos pasando desapercibida entre los aldeanos que la miraban con desconfianza y hostilidad, siempre se levantaba en la madrugada para salir antes que los hombres que saldrían a trabajar.

Unos extraños ruidos la alertaron cuando estaba caminando por una de las calles estrechas y llenas de lodo de una de las aldeas, cuando se acercó con cautela a otra pequeña calle se encontró con una anciana en jorobada vestida con trapos viejos y sucios.

Su bastón era una rama de un árbol que tenía dos calaveras junto a tres colgantes entre las dos ramas que eran unos cuernos de un venado, el cabello gris de la anciana tenía diversos adornos y tenía unos collares hechos a mano.

- Buenos días, doamna (Señora) - Hizo una reverencia cortésmente- Busco a una mujer llamada Miranda, ¿La conoce o sabe dónde puedo encontrarla?

Los ojos azules de la anciana la miraban con curiosidad y sorpresa, la anciana era demasiado baja ante ella, aunque no era nada normal su altura, ya que había pasado a lado de algunos hombres de la aldea ganándole por unas pocas pulgadas.

- Buenos días, niña - Su voz áspera erizo la piel de Francesca- ¿Qué haces hasta aquí?

- Vengo buscando a la doamna Miranda - Le contesto perdiéndose entre los ojos azulados de la anciana- Si puede guiarme hasta ella o decirme donde podría encontrarla...

Una pequeña risita áspera de la anciana la interrumpió suavemente, la anciana se enderezo ligeramente ganando unos centímetros más. La anciana empezó a caminar haciendo sonar sus colgantes en cada movimiento que daba, la joven la empezó a seguir con una extraña sensación rodeándola.

Era una necesidad de seguirla obedientemente, su cuerpo y mente se habían conectado para solo una cosa; Seguir a la anciana. Los pasos que daba eran agiles sin perder de vista la ropa sucia y desatada de la anciana.