Llegamos a casa de ansu y subimos al piso de arriba para entrar en una de las muchas habitaciones que tiene vacías. Vega se sienta en la cama y se queda quieta con los brazos y la cabeza agachada. Me acerco a ella y me agacho para quedarme a su altura.
- A sido mi culpa-dice empezando a llorar.
- Vega no digas bobadas ehhh esto no es culpa tuya. Es culpa de ese hijo de puta que no tiene perdón De Dios - Ella solo llora y yo no se que decirla.- Venga anda cámbiate y échate a dormir.
- ¿Y que me pongo?
- Voy a buscar algo en el armario de ansu. Ahora vengo.
Voy hasta la habitación de ansu y abro su armario cogiendo un pantalón corto de entrenar y una camiseta. No creo que le importe que coja otro par de cada para mi.
Cuando vuelvo a la habitación vega sigue llorando. Me da una impotencia increíble, porque no se que decirla ni que hacer, ese cabron la ha hecho algo que seguramente no pueda olvidar nunca.
- Toma vega, cámbiate.
- Gracias gavi, de verdad- me dice mirándome a los ojos. Tiene los ojos más tristes del mundo cuando antes les tenía llenos de brillo. Se mete al baño y se cambia y cuando sale se mete en la cama.
- Si necesitas algo me llamas.
La cierro la puerta y bajo a la cocina a beber un vaso de agua y a esperar a ansu y a pedri. Me siento en el sofá y me pongo a pensar en que podría haber pasado si yo no llego a entrar, o si no me hubiese dado cuenta de que se había ido y tardaba mucho en volver. Ese hijo de puta le hubiese hecho cualquier cosa sin remordimiento ninguno y solo de pensarlo un escalofrió recorre mi cuerpo. No me arrepiento del puñetazo que le di, se lo merecía.
Sigo pensando en que se me hace raro que me llame gavi la verdad que aunque la dijese que no me llamase pablo ahora no se que me pasa que cuando me llama gavi... no se.
Que no te gusta
Todo el mundo me llama gavi y ya está
Pero ella no, y eso te gusta.
Pasada una hora o así, un chillido me saca de mis pensamientos y subo corriendo a ver que ha pasado.
Cuando llego me la encuentro dormida pero chillando y sin poder parar de moverse.
- Vega-intentó despertarla- vega despierta.
Ella pega un brinco hacia delante abriendo los ojos y escondiendo su cabeza entre sus manos.
- Ya está- digo dándola un abrazo.- Ya está, solo es una pesadilla, ya paso todo.
- Parecía tan real, solo le veía a él otra vez, ceca de mi, tocándome-dice llorando y comenzando a temblar.
- Es solo una pesadilla, venga, intenta dormir un poco que necesitas descansar- digo separándome y levantándome, pero ella me frena.
- No porfa, duerme conmigo, o quédate hasta que me duerma. Se que no nos llevamos bien pero por favor no me dejes sola- me dice mirándome con los ojos aguados.
- Está bien- digo tumbándome en la cama.
Me tumbo y me meto en la cama boca arriba. Ella se gira quedando de frente.
- venga anda duerme, yo voy a estar aquí todo el rato.
- Gracias.
Pasado un rato ya está dormida de nuevo, pero después de una hora vuelve a moverse y a hablar llorando.
No se que hacer, no quiero despertarla, pero no quiero que lo pase mal.
Me acerco a ella y la acaricio el brazo. Poco a poco su respiración vuelve a la normalidad y deja de hablar. Me acerco más a ella y la abrazo, haciendo que ella me abrace a mi.
Me estoy empezando a quedar dormido, quiero aguantar, pero después de un rato ya no puedo más y me duermo.
A la mañana siguiente me levanto y vega sigue dormida. Me separo de ella y me levanto para bajar a desayunar. Cuando bajo me encuentro a ansu y a pedri en el salón.
- ¿Qué tal? - me pregunta.
- Bien, ¿vosotros?
- Bien, ayer lo pasamos de locos- dice ansu.
- Eres un cagón por irte- dice pedri.
- Oye- llama mi atención ansu-. ¿Qué hacías durmiendo con vega?
- Mmm ayer se encontraba muy mal, y no paraba de vomitar y me quede dormido vigilando que no vomitase mientras dormía- miento.
- Ves, tan mal no te cae.
- Me sigue cayendo igual de mal, pero una cosa es que no la aguante y otra que deje que la palme.
- Ya ya- dice pedri riendo.
Voy hasta la cocina a prepararme el desayuno. Cuando acabo voy al salón y me encuentro a vega bajando las escaleras. Tiene la cara triste, y los ojos hinchados de tanto llorar.
- ¿Cómo estás vega? - le pregunta pedri.
- Bien- dice mirándome desconcertada. Yo como respuesta asiento levemente para que les siga el royo.
- ¿Ya no vomitas?- pregunta ansu.
- No ya no- dice ella apoyando mi mentira.
- ¿Os apetece llamar y pedir unas hamburguesas para comer y luego ver unas pelis?- digo yo para salir de esta conversación'
- Me parece bien- me apoya pedri.
Llamamos a un restaurante de hamburguesas, en cuanto nos las traen las comemos y pasamos la tarde entre pelis y palomitas.
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ENTRE LOS PIES Y LAS MANOS; pablo gavi.
Teen FictionEL, jugador del futbol. ELLA, jugadora de balonmano. EL, egocéntrico, chulo y prepotente. ELLA, rebelde, orgullosa y borde. Lo único que tienen en común es que defienden el mismo escudo, el del futbol club Barcelona. pero... ¿y si no fuese solo eso?