En el partido del otro día la moneda cayo a favor nuestro. Los chicos salieron super motivados y acabamos llevándonos la victoria. Se ve que mi charla si que hizo efecto, hasta mi padre luego me dio las gracias.
Hoy hay comida de equipo por la victoria del otro día. Bueno, en realidad es una multa que el vestuario le impuso a mi padre por la roja que le sacaron. Toda excusa es buena para pegarse una comilona a cuenta del mister.
Estoy arreglándome para ir a comer. Me he puesto un pantalón de traje ajustado blanco, una americana negra y debajo una camisa lencera. Lo he acompañado con unos tacones, un bolso y las gafas. Han quedado en ir elegantes asique a ver como llegan los piezas estos.
- Que guapa estas hija- me dice mi padre al verme bajar.
- Gracias papa. Como no iba a ponerme guapa para la pedazo de comida que nos vas a pagar- digo riendo.
- Que graciosa eres.
- Que no papa, que vas muy guapo- digo riendo a la vez que le doy un beso en la mejilla.
- Es lo menos que os merecéis, sobre todo tu. Sin ti el vestuario no se hubiese venido arriba.
- Solo estaba haciendo mi trabajo como animadora oficial. Además que yo también defiendo al club. Ya sea de una manera o de otra.
-De todos modos muchas gracias hija- dice dándome un abrazo
- Venga vamos- digo aceptándoselo.
Llegamos al restaurante que habían elegido los jugadores para comer. Éramos los últimos y al bajar del coche mi padre recibió muchos aplausos silbidos y un paseo de collejas.
- Vega falta la tuya- me chilla pique.
- ¿Cómo le voy a dar una colleja?- digo riendo-. Que es mi padre.
- Si, pero esto es como entrenador, asique la colleja igual- me intenta convencer Jordi alba.
- Eso es cierto-digo riendo y acercándome a mi padre-. Lo siento papa, pero te lo mereces.
- Vega como me des una colleja te castigo.
- Que dices papa-digo riendo-. Pero si tengo 22 años.
- Vega ni se te ocurra- dice dándose hacia atrás y levantándome el dedo.
Los chicos le están reteniendo para que no siga dándose hacia atrás hasta que llega un punto que ya no puede más.
Yo me acerco y con todo el dolor de mi corazón, pero también con un poco de gusto le doy su tan merecida colleja.
- Lo siento papa-digo riendo.- De verdad que me arrepiento.
- No seas mentirosa- dice riendo el de vuelta y emprendiendo camino hacia el restaurante.
Entramos y ya tenemos la mesa preparada, la gran mesa, y todos nos vamos sentando poco a poco. Yo antes de sentarme paso por el baño, y cuando vuelvo los gilipollas de mis amigos y mi padre ya la han liado
- Sois unos graciosos ehhh- digo cuando llego y veo el percal. Todos están sentados y perfectamente colocados y solo queda un sitio libre entre Pedri, y como no, Gavi.
- Que queréis que se me atragante con la comida y me muera- dice el susodicho.
- Tranquilo, que si se te atragantas ya estoy yo aquí.
- Pues eso, me moriré.
- Anda, cállate- digo dándole una pequeña colleja y sentándome.
- Tío, desde cuando un médico pega, eso no puede ser así. Te voy a denunciar al colegio de médicos.
- Inténtalo, a ver si encuentras mi número de colegiada.
- Se lo pregunto a tu padre- dice sabiondo.
- Adelante- digo chula.
- Xavi- dice pablo llamando así la atención de mi padre.- ¿Cuál es el número de colegiada de Vega?
- Gavi, no ha acabado la carrera. No puede estar colegiada aun- dice riendo.
- Eres idiota- me dice gavi lanzándome una mirada asesina por haberle dejado una vez mas en ridículo.
- Tu mas, que te lo crees todo. Hasta que sea oficialmente medico puedo darte todas las collejas que quiera.
- Bueno y después también- interviene Pedri.
- Eso- apoya Pique.
- Estoy de acuerdo- comenta Jordi.
- Bueno, ¿pero esto que es? ¿Todos en mi contra?- dice enfadado.
- No te enfades Gavi- le dice Busquets.
- No me enfado pero siempre os ponéis del lado de la medico asesina.
- Al final te asesinare de verdad- digo riendo ante su comentario.
La comida pasa entre risas anécdotas y alguna que otra pullita hacia mi padre.
Cuando hemos acabado de comer mi padre se ha puesto a hablar con los chicos del viaje que se va a hacer a Sevilla. Viaje al que sorprendentemente podre ir. Pensé que al estar en practicas en un partido fuera de casa prescindirían de mi , pero a Marc le he gustado tanto que le dijo a mi padre que fuese con el.
Saldremos de Barcelona el jueves por la mañana y nos quedaremos allí hasta el domingo por la tarde. Iremos en avión, no se tardara ni una hora. iremos los jugadores que convoque mi padre, los cuatro fisios y el resto del cuerpo técnico de mi padre.
Nos alojaremos en un hotel que hay al lado del estadio para que los chicos puedan ir a entrenar antes del partido.
Además mi padre me ha prometido que podre hacer algo de turismo, Sevilla es de mis ciudades favoritas.
Sera mi primer viaje con los chicos y la verdad es que tengo ganas, a ver por donde me salen. Entre que todos son unos cabrones, con cariño, pero cabrones, porque les encanta hacerme rabiar. Como soy la única chica... Además tendré al mismísimo demonio de Tasmania y sus amigos danzando por ahí pues... la semana promete.
- Putadas no ehhh - advierto mirando a cada uno de los chicos.
- Ya veremos Veguita- me dice Gavi riéndose y con cara de maldad.
- A ver se va al cine Pablito- digo chula.
- Otra vez. Que no me llames pablo pesada- dice riendo.
Y entre amenazas de Pablo y de Pedri de que no van a parar de gastarme bromas, Jordi y pique ayudándoles y mi padre riéndose de mi se nos pasa la comida, la tarde y el día.
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ENTRE LOS PIES Y LAS MANOS; pablo gavi.
Teen FictionEL, jugador del futbol. ELLA, jugadora de balonmano. EL, egocéntrico, chulo y prepotente. ELLA, rebelde, orgullosa y borde. Lo único que tienen en común es que defienden el mismo escudo, el del futbol club Barcelona. pero... ¿y si no fuese solo eso?