Siseo de dolor cuando paso una nueva gasa con desinfectante sobre uno de los desgarros que me hizo esa mujer en el brazo. Ni siquiera sé como tuve la suerte de que no lograra más que rozarme con sus afilados colmillos, aun así, traspasó la ropa y la piel haciéndome un par de heridas que no sé como hacer para que dejen de sangrar.
Creo que jamás había pasado tanto miedo... bueno, a excepción de aquella noche.
Miro mi reflejo en el espejo y puedo notar todas las marcas que recorren mi pecho, ahora nuevamente marcado por un par de cortes largos y finos que bajan de mi pecho hasta casi mi ombligo.
Solo me alivia el saber que mi hijo no tiene daños más allá de algunos roces y el susto. Si no lo hubiera escuchado gritar. Si no hubiera reconocido su voz sobre cualquier otro ruido de la noche... no quiero ni pensarlo. Pero él apareció. Acudio a mi llamado desesperado y nos salvó. Jamás creí que sería capaz de confiar tanto en uno de ellos como para confiarle mi vida o la de mi hijo. Y sin embargo, en aquel momento, no sentí ni una sola duda en que acudiría a salvarnos.
La imagen de Renji con mi hijo en brazos, sonriéndole y hablándole con esa confianza y ese trato dulce viene a mi y me hace sentir algo acalorado a la vez que mi corazón no deja de acelerarse en mi pecho. Ni si quiera sé como, pero me gusta y las cosas que despierta en mi... no pueden estar bien. Tendría que desconfiar de él. Debería tener cuidado ya que no sé cuales son sus verdaderas intenciones, y sin embargo, siento que podría llegar a confiar en él de una forma tan ciega que me asusta.
Luego, la imagen de su parte animal me asalta, como si fuera una ráfaga de viento frio que me asusta... pero no como debería. Su zorro es realmente grande, fiero y fuerte, pero a la vez...
-Era... hermoso... y salvaje... y atrayente...- Susurro sintiendo un ligero escalofrío.
Esa mirada cuando llegó a nosotros. Como sentí que me analizaba para comprobar mi estado. Como luchó contra esa mujer evitando que llegara a mi de nuevo. Como me acogió entre sus brazos cuando mis fuerzas me fallaron. Creo que fue la primera vez que sentí que realmente tenia a alguien en quien apoyarme.
Es un hombre. Es un cambiante. Es mi enemigo y sin embargo... no puedo evitar sentirme vivo de nuevo desde que lo conozco, con todos estos sentimientos casi olvidados y otros que jamas había experimentado. Su cercanía me confunde, me altera, me hace dudar de todo lo que llevo creyendo estos últimos años y me hacen desear cosas que creí perdidas bajo el dolor y la sangre.
***Renji***
Entro en el baño sin llamar, ya que la puerta es corredera y no tiene ningún tipo de cierre que lo impida, y lo primero que veo es a Byakuya con parte de su yukata quitado, dejando a la vista media espalda, un hombro y su brazo herido.Las marcas en su piel, son finas en su mayoría, de un tono rosado que contrasta con su palidez natural. Casi todas cruzan su espalda, pero las que tiene en su hombro descubierto, son más profundas por la rugosidad que distingo desde mi posición. Unas más en la parte inferior del brazo, justo por debajo de las marcas que le ha dejado Kira, se ven como heridas punzantes y a la vez, algo desgarradas.
Todo eso... cuadra con un ataque cambiante y eso, me hace emitir un bajo gruñido que le hace volverse mirándome asustado.
-Lo siento.- Le digo desviando la mirada.
-Ya casi estoy.- Dice intentando tirar del yukata para ponérselo.
Antes de darme cuenta, me he acercado para impedírselo mientras lo miro con el ceño fruncido.
-Estas heridas no sanaran si no se tratan correctamente. Hay que darle puntos. No son demasiado profundas como para haber desgarrado el músculo, pero para cicatrizar de forma rápida y segura tenemos que coserlas.- Puedo ver como desvía el rostro mientras examino los dos cortes. No me sorprende que Kira no lograra herirlo más, gracias a su habilidad física en la lucha del cuerpo a cuerpo, pero aun así, el saber que estuvo a merced de uno de los nuestros... otra vez...

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MANADA
WerewolfPara los cambiantes, vivir en familia o en grupo es mantenerse a salvo. Guardar las apariencias, mantenerse alejados de los humanos... Para un cambiate lobo, vivir en grupo es vital. Un lobo no es nadie sin su manada, vive por su manada, poniendola...