La ley de la Manada

379 45 263
                                    

Miro serio a mi hermano que parece un poco incomodo ante mi mirada inquisitoria.

-¿Pero en que estabas pensando?- Le digo sintiendo tanta rabia como miedo, aunque su mirada no se queda atrás.

Sen siempre fue un joven con mucho carácter y eso le ha ayudado en la vida como solo él sabe. A pesar de ser el más pequeño de la familia, siempre fue el más protector, tanto con Soujun nii como conmigo, por eso no puedo enfadarme con él como debería.

-Él fue quien te atacó hace años, nii san. Él mató a tu amiga y casi te mata a ti. Todo lo que te hizo...- Dice apretando los puños.

Lo que me sucedió a mi, me afectó a un nivel inimaginable, pero siempre olvido que a mis hermanos tambien les afectó. Sen era mas joven e inocente y mi "accidente" le hizo cambiar y replantearse el mundo en el que creía vivir. Suspiro y me acerco a él tomándolo de las manos.

-Lo sé, Sen.

-Bya nii... Yo... no podía simplemente dejar que se saliera con la suya.- Sus ojos muestran su dolor por mi y eso solo me hace abrazarlo.

-Sen... deberías haber dejado que Renji se ocupara de él.

-Ya, claro.- Dice alejándose de mi.- No te lo tomes como algo personal cuñado, pero...

-Pensabas que no sobreviviría.- Dice Renji con una medio sonrisa de resignación.

Me acerco donde esta sentado en el brazo del sillón y él eleva su rostro para mirarme. Es increíble como ahora puedo saber lo que siente, casi lo que está pasando por su mente, solo con mirarlo a los ojos. Sé que él tampoco tenia esperanzas de sobrevivir. Sé que sentia miedo y sobre todo, ira por arrastrarme con él en su derrota. Sé que no se arrepiente por haber enfrentado a todos aquellos cambiantes, solo por mi.

Acaricio su rostro a la vez que sus manos rodean mi cintura atrayéndome a él, sin dejar de mirarme, aunque eso le obligue a elevar su rostro hacia mi.

-Tu hermano no estaba desencaminado, Byakuya.- Siento ira ante esa realidad. Si no hubiera sido por nuestra union...

-No lo busqué.- Dice Sen haciendo que lo miremos.- Ese lobo me abordó cuando iba hacia el hospital para ver a Unohana.

-¿Te hizo algo?- Le pregunto con preocupación, a pesar de que lo veo perfectamente delante de mi.

-Nah... me asusté un poco al principio, pero mi odio hacia él, era más fuerte que mi miedo.- Quiso ofrecerme una oportunidad única en mi vida...- Dice rodando los ojos.- ¿Te imaginas? Sí, claro, una oportunidad única en la vida de vomitar.- No puedo evitar sonreír cuando sobreactúa mientras habla.- Ni de coña.

-Ese cabrón...- la voz de Renji sale medio gruñida y eso me excita durante un segundo.

-En realidad fue... casi cómico. Los lobos no se diferencian demasiado de los humanos en cuanto a ligar o a tener un enoooorme ego. Así que lo aproveché.- Dice tomando aire y mirándome de forma seria y decidida.- No podía sobrevivir. Si dejaba que se enfrentara a Renji, podría salir victorioso y seguir haciendo lo que te hizo a ti y a saber cuantos más. Así que decidí que tenia que acabar con él y vengarte.

Justo en ese momento Kensei entra en la sala donde nos han dejado a solas y por su expresión, puedo adivinar que no todo va bien.

-¿Que ha pasado?- Le pregunta Renji poniéndose en pie.

-¿Tu que crees?- Dice con hastío.

-Yhwach a pedido mi cabeza y la de mi hermano en compensación por su lobo y su honor y bla, bla, bla...- Renji y yo miramos a Sen gesticular y unos segundos después Renji comienza a reír.

MANADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora